Aroa Fernández Ferrer
Codirectora del IVATENA
Un hábito es una acción que se desarrolla automáticamente, casi sin pensar y sin requerir fuerza de voluntad para ejecutarla. Según investigadores de la Universidad de Duke, el 40% de nuestro tiempo lo conforman los hábitos que ejecutamos de manera inconsciente.
Nuestra vida es, en cierta manera, el resultado de los hábitos que seguimos. Aquello que hacemos repetidamente repercute en nuestra felicidad, éxito, relaciones, estado de salud y muchas otras cuestiones. Así pues, comprender cómo se crean y se rompen los hábitos, así como conocer en profundidad los hábitos que nos configuran y la motivación subyacente a estos, es fundamental para convertirnos, poco a poco y con paciencia, en la mejor versión de nosotros mismos.
Investigaciones recientes muestran que puede llevar hasta 254 días para que un nuevo hábito se forme en los ganglios basales. Esto significa que puede tomar hasta 8-9 meses para que un hábito se solidifique. El tiempo promedio es de 66 días, y el mínimo es de 18. La única forma de garantizar el éxito, según la investigación, es comprometerse con el nuevo hábito durante 254 días. La buena noticia es que, una vez que se crea el hábito, no requerirá autodisciplina para desempeñarse regularmente.
Por este motivo, y aunque sugiero incorporar un hábito nuevo cada semana, esto solo funciona si tenemos en cuenta el principio de que menos es más y somos conscientes de que esta nueva acción que incorporamos no se va a convertir en un hábito hasta pasado algún tiempo, generalmente dos meses o más.
Claves
Si lo que buscas es crear un nuevo hábito que permanezca contigo para siempre (o tanto tiempo como lo necesites), debes tener en cuenta todas estas claves, que te facilitarán en gran medida el progreso:
Empieza con una acción muy pequeña, a la que no puedas decir que no. Recuerda que la meta es crear el hábito, no alcanzar el objetivo final desde el minuto uno, para que en un futuro este hábito forme parte de tu vida y se realice sin esfuerzo alguno. Cuanto más fácil te lo pongas, más fácil será que te comprometas a realizarlo cada día, no solo cuando tu motivación está alta.
La fuerza de voluntad no es ni limitada ni ilimitada, es lo que tú creas que es. Estudios recientes han demostrado que la creencia personal es el factor determinante en lo que respecta a la finitud o infinitud de la fuerza de voluntad. Es bien conocido en el mundo del deporte que la sensación de fatiga no indica que hemos alcanzado nuestro límite, sino que es una señal del cerebro para hacernos parar y ahorrar recursos, mucho antes de llegar al verdadero límite; se cree que lo mismo es cierto de la fatiga mental.
La motivación es como la marea: sube y baja naturalmente. Cuando nuestra motivación está más elevada, es fácil poner en marcha el hábito y llevarlo hasta el final; no obstante, en los momentos de marea baja, si este hábito es demasiado ambicioso (por ejemplo, si nos hemos propuesto hacer una hora de ejercicio al día), seguramente no tengamos fuerza para iniciarlo y perderemos la oportunidad ese día de reforzar las conexiones neuronales que establezcan el hábito a largo plazo.
Prepárate para fallar y, cuando falles, acéptalo y sigue adelante. Todo el mundo tiene días difíciles, comete errores y se salta buenos hábitos. Perder un día no tiene ninguna repercusión a largo plazo, siempre y cuando no nos castiguemos o desanimemos por ello, interpretando este fallo puntual como una tendencia o una incapacidad por nuestra parte. Estudio tras estudio muestra que la autocrítica se asocia con menor motivación y peor autocontrol. También es uno de los mayores predictores individuales de depresión. Por el contrario, la autocompasión (ser solidario y amable contigo mismo, especialmente ante el estrés y el fracaso) se asocia con más motivación y mejor autocontrol.
Lo esencial es darnos el tiempo que necesitemos para hacer los cambios. Sobre todo, ¡hazlo a tu ritmo!
Si quieres saber más sobre hábitos, nutrición emocional y alimentación consciente te animo a que vengas a conocernos y entres en nuestra página web aroafernandez.com y institutovalencianodeterapiasnaturales.com
O'Hare, Justin K. et al.. «Pathway-Specific Striatal Substrates for Habitual Behavior» Neuron, 21 enero 2016.
McAndrew, Oliver. The Science Of Daily Self-Discipline, 2016.
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