Martín Ribes. Terapeuta Chamánico y Transpersonal. Formador en Chamanismo Práctico
En la antigua Grecia se denominaba epopte a toda persona que había participado en los sagrados misterios de Eleusis y que, en el transcurso de los mismos, había experimentado una visión transformadora que le descubriría el sentido profundo de la existencia. A esta visión se la denominaba epopteia, que venía a significar "ver por uno mismo" la contemplación de la verdad.
Los misterios eleusinos eran ritos de iniciación anuales al culto a las diosas Deméter y Perséfone que se celebraban en Eleusis (cerca de Atenas), en la antigua Grecia. De todos los ritos celebrados en la antigüedad, éstos eran considerados los de mayor importancia.
Había dos clases de misterios eleusinos: los misterios menores y los mayores. En los misterios menores los novicios efectuaban estudios preparatorios durante unos dos años en la ciudad de Agra, para luego ser conducidos a los misterios mayores que se celebraban en Eleusis.
En la última parte de los sagrados ritos, tras un día de ayuno en conmemoración al que guardó Deméter mientras buscaba a Perséfone, los epoptei ingerían una bebida especial llamada Kykeon. Se dice que esta bebida contenía un ingrediente fuertemente psicoactivo el cual les conducía a la epopteia, o revelación, recepción en los secretos. El epopte poseía transitoriamente aquel grado de clarividencia divina en que la visión terrestre se paraliza, todo cuanto pertenece a la tierra desaparece, y el alma se une libre y pura con su Espíritu o Dios.
Esta iniciación bien se asemeja a la experiencia que por azar un servidor tuvo con Edinson, un jardinero del Amazonas, que resultó ser un chamán de la comunidad Shipiba de San Francisco de Yarinacocha, Perú.
Tras seis meses de estar viajando con mi mochila a la espalda por el continente americano aparecí por esta comunidad para colaborar en un proyecto de permacultura relacionado con la construcción de un lago autosostenible. Buscando los jardines etnobotánicos del lugar, pues me habían hablado de sus maravillas, di con este "jardinero" que me mostró las poderosas propiedades curativas de las plantas amazónicas.
Edinson también me habló de cómo en la comunidad resolvían sus conflictos y curaban sus enfermedades, entrando en un mundo cósmico en el que podías "ver" la procedencia energética o espiritual del conflicto o enfermedad tras ingerir una bebida que ellos consideraban sagrada. Edinson me invitó a participar en la ceremonia que celebraban esa misma noche algunos miembros de la comunidad.
Tras tantos meses de viajes y aventuras, ésta me pareció la más fascinante y temida que podía esperar. Me pidió que mantuviera medio día de ayuno y mis manos alejadas de la que entonces era mi pareja, y así lo hice.
Llegada la noche, se celebró una pequeña ceremonia y procedimos a ingerir su bebida sagrada, a la que ellos llaman Oni. Cual un epopte, tras varias horas en los que pasé por distintas fases de purga emocional muy intensas, experimenté la epopteia y todo cuanto pertenece a la tierra desapareció, y mi alma se unió libre y pura con mi Espíritu o Dios.
Tras esta experiencia sentí que era hora de finalizar mi odisea americana y de volver a casa, por aquel entonces, Irlanda. Allí traté de estudiar y buscar en nuestras raíces europeas las equivalencias posibles a estas prácticas tan reveladoras e incluso necesarias, para nuestro equilibrio psicológico y social.
Descubrí que sin la necesidad de ingerir un psicoactivo, simplemente con la frecuencia del tambor o con técnicas de hiperventilación respiratoria, también se podían alcanzar estos estados expandidos de conciencia.
Para mi sorpresa topé con una chamana de tradición druídica que me indujo a un viaje chamánico, con su tambor de mano, en el que de nuevo se me disolvieron los límites del ego para fundirme con la versión más divina de mí mismo y me proyecté en forma de chamanes, animales de poder, ángeles y sabios para recibir comprensiones profundas y una poderosa sanación.
Tomé conciencia de lo sencilla, limpia, potente y reveladora que era esta técnica, así que decidí que quería formarme y especializarme en su uso tanto para mí como para aquellos que la quisieran utilizar o aprender. Y así lo hice.
En la antigua Grecia se le permitía iniciarse a los misterios de Eleusis a todo ciudadano griego, hombres, mujeres e incluso esclavos, para el beneficio y el equilibrio psicológico de su sociedad. Quizás sería interesante incorporar en la nuestra estos sanos ritos iniciáticos que nos ayudarían a experimentar la epopteia y así poder "ver por uno mismo" la contemplación de la verdad. ¡Ahó!
En marzo del 2015 empieza en Valencia la 8ª edición del curso de Formación en Chamanismo Práctico Contemporáneo®. Un curso residencial y no residencial de cinco meses de duración impartido por Martín Ribes.
Más información en www.epopteia.es 615 856 360, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.