Carla Iglesias. Aqua Aura
Por todos es conocido el vínculo que existe entre la desaparecida civilización de la Atlántida y sus enormes conocimientos sobre cristales, aunque no existan pruebas ya que un día desapareció sin dejar rastros. Se dice que aquella estaría localizada en medio del océano Atlántico. Como curiosidad, es interesante pensar que no existen "cuarzos atlantes", sino que a menudo se nombran las "varas de poder atlante" o el masaje atlante... pero, repito, hasta el momento no hay un tipo de cuarzo denominado atlante.
También es curioso que se hable de la civilización lemuriana, aquella perteneciente al continente llamado Mu, ubicado supuestamente en medio del Pacífico.
Algunas historias que han llegado hasta hoy afirman que ambas civilizaciones, atlante y lemuriana, pelearon por ambiciones de poder y así desaparecieron, dejando mucha información grabada en los cuarzos.
Por lo dicho, cabe resaltar que hay un tipo de cuarzo que llama la atención porque parece que tiene grabados en sus caras. En Brasil esos cuarzos son llamados lemurianos o cuarzos Mu.
Dichas piedras, según se cuenta, tienen el poder de volver a centrar a su "dueño" en los momentos de profunda desesperación, desequilibrio, angustia, es decir en circunstancias en que "uno ya no puede más".
Como dijo Paulo Coelho, hay veces que el universo conspira a favor del discípulo, yo personalmente creo a veces el universo hace justo lo contrario: pone trabas, pruebas y enigmas que tenemos que resolver para seguir adelante. A veces la condición astrológica también pone de su parte; un buen ejemplo fue la última y potente cuadratura que desde el 4 de abril coronó nuestro cielo. Una potente cuadratura formada por el Sol, la Luna, Júpiter y nuestro tan querido planeta llamado Plutón.
Hacía mucho tiempo que yo personalmente no veía tantos cambios, ni había escuchado de parte de conocidos, clientes, amigos, familia... tantos comentarios de lo difícil que se sentía "todo". Fue entonces que, cuando los cuarzos lemurianos empezaron a hacer su trabajo, resultó curioso comprobar cómo las personas se sentían atraídas por sus curiosas formaciones.
Nuestra importante cuadratura ha "balanceado" sólidas estructuras, y con nuestro amigo Plutón obligando a sacar y limpiar la basura escondida, fue necesaria una ayuda para consiguir volver a nuestro centro. Y así pasó.
Poco a poco, las personas comentaban que con su pequeño cuarzo personal, después de una meditación, de un sueño o de un momento de reflexión, ya finalmente sentían que la tempestad había pasado.
Así que, por circunstancias que fueran casualidades o simplemente acciones mágicamente puestas en nuestros caminos, muchas personas descubrieron la gran capacidad de los cuarzos lemurianos, que hay en abundancia en la Tierra ahora más que nunca.
Sin ánimo de alarmar a nadie, debo comentar que tendremos alguna cuadratura más a finales de este mes, y aunque yo no sea una experta del mundo de la astrología, he aprendido que lo importante es el centro de uno mismo. A veces es tan fácil distanciarnos de él... Espero que contéis con la limpia y eficaz ayuda de los "viejos" cuarzos lemurianos.
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