Olga Lava Mares. Bioingeniera, kinesióloga y formadora de terapeutas
Creada por Sandra Fernández, la Bioingeniería Cuántica es una técnica muy novedosa en la que el terapeuta es la herramienta viva que ejecuta la terapia con una elevada vibración llamada coherencia.
Es un hecho que los diferentes tratamientos se comportan según el nivel de conciencia que tenga la persona que los utiliza, por ello el terapeuta de Bioingeniería recibe un entrenamiento específico para aumentar su coherencia, desarrollando la atención, que es como un bisturí: según donde se enfoque, se entra en un canal de información determinado o en otro. Desarrollando la intención adecuada, por ejemplo, no es lo mismo hacer una sesión buscando el reconocimiento que si la intención es ayudar a aliviar el sufrimiento del otro. Y sobre todo desarrollando la compasión, este es el nivel de lectura más elevado que existe porque cuando actuamos desde ahí nos conectamos con la realidad esencial. Al aplicar una terapia desde ese estado, el corazón se abre a una lectura mucho más eficaz y precisa que cuando es un acto mecánico. Por lo tanto la coherencia del terapeuta es vital para hacer una sesión.
Pero, ¿qué es la coherencia? Es actuar, pensar y hablar de acuerdo con lo que uno siente en su corazón, sin que haya interferencias externas. Esto es un compromiso con uno mismo y un entrenamiento en la escucha interna, a lo cual no estamos acostumbrados. En este tiempo que vivimos siempre buscamos muletas externas: alguien que nos diga qué hacer y cómo hacerlo, o algún libro que nos dé las recomendaciones a seguir. De modo que en la terapia no solo se da tratamiento sino que también se educa a los pacientes, se les reeduca en esa escucha interna para que recuperen su independencia y su coherencia.
Durante la terapia utilizamos dos tipos de diagnóstico. Uno es una señal kinésica del pulso que se llama VAS (vascular anatomic signal) descubierto por Paul Nogier y que nos da una señal de lo que el paciente necesita. Con ello hacemos un sistema de rastreo en 12 estructuras que son glándulas, órganos, sistemas, biológico, bioquímico, fluidos, emocional, energético, sutil, cuántico, espiritual e inconsciente, para buscar el origen y la causa de los síntomas que la persona tiene, ya sea ansiedad, cándidas, dolor de espalda, etcétera. Una vez hecho el diagnóstico, tratamos la causa y los efectos.
Pero además tenemos otra forma de lectura, más avanzada y que no es dual, llamada PCT (pulso cuántico toroidal). Esta es una lectura instantánea de cuestiones que no se pueden registrar a través de las 12 estructuras anteriores. En este diagnóstico se da información tremendamente precisa e íntima de la persona, que nos explica si ha tenido algún trauma o cualquier otra cosa que necesite ser ordenada a nivel frecuencial.
El pulso toroidal está contenido dentro del pulso biológico y al tomarlo nos conectamos de corazón a corazón, los campos electromagnéticos se conectan y esos campos tienen la información cuántica, es decir, nos habla de todo lo relacionado con el nivel subatómico. El terapeuta que está entrenado a través del pulso puede empezar a leer esa información que transmite la conciencia y que nos cuenta las necesidades de la persona, de una manera específica y completamente individualizada. Y esto no es una canalización, hay una diferencia.
La información que posee el corazón es de una certeza absoluta e instantánea. Ya se sabe que el corazón es un sistema neuronal y el primer órgano que absorbe la información del exterior, capaz de dar órdenes al sistema neuronal, y de hecho es el único órgano que puede dar la señal de activar o desactivar distintas áreas del cerebro.
Toda la gente que prueba la Bioingeniería Cuántica se sorprende de obtener una información tan precisa, detallada, íntima y personal. Esto se explica porque cuando estamos conectados al corazón lo que ocurre a nivel frecuencial es que el terapeuta tiene acceso al sistema de información cuántico de la persona y se produce a través del campo toroidal, y éste le da al terapeuta detalles muy específicos de la vida de la persona. Esto es altamente beneficioso para el paciente porque las personas lo que más necesitan es comprender y entender no solo lo qué le está ocurriendo y por qué, sino cuál es su sentido evolutivo.
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Tratamientos de Bioingeniería Cuántica, tanto presenciales (en Valencia) como a distancia, de la mano de Olga Lava. A partir de abril también tutorías grupales en Centro Uranium. Para más información o pedir cita: 679 320 928, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., www.olgalava.com