Juan Carvajal
Como dicen muchos expertos en nutrición, el calmante de la sed más saludable es el agua pura, sin duda. Y como una mejor opción que los jugos de frutas o refrescos de cualquier tipo, que pueden incrementar el azúcar en la sangre y también provocar el aumento de peso, para algunos expertos, como el doctor Andrew Weil, director del Centro de Medicina Integrativa de Arizona, no hay nada como el té verde.
Este té se elabora a partir de la planta llamada Camellia sinensis, cuyas hojas son ligeramente cocidas al vapor. Según parece, fue elaborado por primera vez en China, en tiempos del emperador Shennong (2737 a.C.). Desde Asia, donde durante siglos ha sido exaltado por sus beneficios en muchas culturas y tradiciones, su consumo y aceptación se han extendido en Occidente en las últimas décadas.
Weil, reconocido investigador y difusor de la vida natural y saludable, destaca que esta antigua bebida, sometida a investigaciones de diversa índole, "ha validado su reputación de largo plazo para apoyar la salud física y mental" y los estudios científicos indican que el té verde:
• Contiene antioxidantes, incluyendo polifenoles como el galato de epigalocatequina (EGCG, por sus siglas en inglés), que puede apagar poderosamente los "radicales libres" dañinos, subproductos metabólicos reactivos químicamente y que pueden dañar las células. Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition afirma que los polifenoles encontrados en el té verde proveen seis veces el potencial de extinción radical de los encontrados en el té negro.
• Favorece la salud cardiovascular y metabólica. Un estudio divulgado por el Journal of the American College of Nutrition señala que unos investigadores constataron que personas que tomaban cinco o más tazas de té verde por día tenían menos probabilidades de desarrollar hipertensión y diabetes, o morir por enfermedad cardiovascular o accidente cerebrovascular. Los científicos también encontraron en estudios con animales que el EGCG mejoró la salud cardiaca mediante la prevención de la "sobrecarga inducida por hipertrofia cardíaca" o el engrosamiento de los músculos del corazón.
• Ayuda a prevenir la acumulación de grasa en las arterias, según un estudio aparecido en el Journal of Biological Chemistry, en 2013. Se descubrió que el EGCG del té verde puede bajar los niveles de colesterol, y así reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
• Aumenta la energía y el enfoque mental. El té verde posee una pequeña cantidad de cafeína que, de acuerdo con un estudio descrito en el Nutrition Bulletin, en 2008, puede mejorar el estado de ánimo, la función cognitiva y el rendimiento físico. El té verde contiene menos cafeína que el café y proporciona L-teanina, un aminoácido que facilita un estado de calma. Resultado: el té verde proporciona los beneficios del estado de alerta asociado con la cafeína sin la sensación de "nerviosidad" a menudo experimentada como un efecto secundario del café.
• Calma y relaja. La L-teanina provoca efectos antiansiedad al elevar los niveles de dopamina en el cerebro, y al parecer también baja la tensión arterial. Un estudio divulgado por Trends in Food Science & Technology sostiene que el té verde causa efectos relajantes sin somnolencia cuarenta minutos después de su ingestión.
• Facilita la quema de grasa corporal. Este efecto se alcanza mediante la termogénesis y oxidación de grasas. En el American Journal of Clinical Nutrition un trabajo publicado da cuenta de que la combinación de polifenoles y cafeína de un extracto de té verde resultó en un "aumento significativo" del gasto energético en comparación con el placebo.
• Puede ayudar a prevenir el daño de la piel y el cáncer. Según un estudio realizado en animales y que se dio a conocer en Mutation Research - Fundamental and Molecular Mechanisms of Mutagenesis, el té verde parece prevenir los papilomas de la piel y los tumores inducidos por la luz UVA y UVB. Además dicha en investigación se destacó que los cambios inflamatorios inducidos por el sol fueron "ligeramente aminorados" por el consumo de té.
• Puede mejorar la salud ósea. En el Nutrition Research se publicó que los componentes bioactivos del té verde pueden ayudar a disminuir el riesgo de fractura gracias a la mejora de la densidad mineral ósea.
• Puede menguar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Diversos estudios han explorado el papel potencial del té verde en la reducción de los riesgos de los cánceres de mama, ovario, vejiga, esófago y próstata. La investigación hasta ahora es satisfactoria.
• Mejora la sensibilidad a la insulina y puede ayudar a prevenir la diabetes, así como aumentos rápidos y subsecuentes en los niveles de azúcar en la sangre que llevan a la fatiga, irritabilidad y antojos de alimentos. Un estudio aparecido en Annals of Internal Medicine afirma que el consumo de té verde, y también de té negro y café, se asoció con un menor riesgo de diabetes tipo 2.
Por todo ello, para el doctor Weil "el té verde es una bebida deliciosa y saludable que debe ser parte de nuestra dieta diaria" y destaca que sus beneficios para la salud se obtienen mejor cuando se sirve caliente y con un trozo de limón, pero se puede disfrutar refrigerado o incluso helado. Y concluye: "Hay muchas variedades de té verde, así que experimente hasta encontrar uno que le guste".