Emi Zanón. Escritora y comunicadora
“El hombre que puede reformarse a sí mismo
es capaz de reformar el mundo”.
Paramahansa Yogananda
Gracias a la invitación de un buen amigo, tuve el placer de asistir en el espacio cultural “La Rambleta” al estreno en Valencia de la obra “Autobiografía de un yogui” (basada en la obra homónima de Paramahansa Yogananda), interpretada como actor solista por el gran Rafael Álvarez, más conocido por su nombre de cómico “El Brujo”, acompañado por Javier Alejano con su delicioso sitar.
Durante dos horas y media aproximadamente, con un lleno de sala espectacular, no paramos de reír y soltar carcajadas mientras se deslizaban por nuestros oídos las sabias palabras del primer maestro yogui que llevó el yoga a Occidente: Mukunda Lal Gosh, quien con el tiempo se convertiría en Paramahansa Yogananda, y que todos o casi todos los practicantes de yoga conocen seguramente por su afamada obra “Autobiografía de un yogui”, publicada en 1946 y traducida a más de 50 idiomas en la actualidad. Obra que, cuando llegó a las manos de Rafael Álvarez, cambió su vida, pues según nos dice, además de conocer el yoga como técnica para calmar la ansiedad, para conocerse a sí mismo, ha sido y es su camino para la comunión con Dios, con el Creador.
Según sus palabras recogidas en una entrevista en la agencia EFE, la obra teatral “Autobiografía de un yogui” “…es un espectáculo que, si no es curativo, es estimulador de la curación”. Enumera lo que él llama “influencias nocivas” (fanatismo islámico, tensiones políticas entre Trump y Kim Jong-un, o el cambio climático, y las contrarresta con este homenaje al gran maestro Yogananda. En mi percepción particular, puedo dar testimonio de que así fue, pues tanto durante la interpretación como tiempo después, sentí resonar en todas las células de mi cuerpo la potente energía de este relato lleno de encanto, de Luz y de Amor. Y estoy segura de que, en mayor o menor medida, no dejó indiferente a nadie.
Gracias, Rafael Álvarez “El Brujo”. Gracias por ofrecernos esta historia entrañable y de gran belleza; esta divertida visión de la espiritualidad entendida como estado liberador de la Consciencia. Gracias por esta reflexión porque, como tú bien dices, cualquier tipo de enseñanza, ideología o difusión de ideas que contrarreste esa influencia nociva es una función compensadora absolutamente necesaria.
Y gracias, por supuesto, al teatro, como una de las formas artísticas y de expresión más antiguas del ser humano, pues a través de sus diversos géneros y formas nos ayuda a reflexionar y a comprender las diferentes y complejas realidades de la especie humana.
Os invito, si todavía no lo habéis hecho, a conocer “Autobiografía de un yogui”. Puede que la magia de este relato os cambie la vida como le sucedió, hace treinta años, a este gran cómico, que nos propone esta vez el yoga como camino hacia un equilibrio personal que nos hace más tolerantes y nos lleva a enamorarnos de nuestro propio Ser.
“Las palabras colmadas de sinceridad, convicción, fe e intuición actúan como bombas vibratorias altamente explosivas, cuyo estallido desintegra las rocas de las dificultades, operando la transformación deseada”.
Paramahansa Yogananda.
¡Feliz mes de junio!
¡Un abrazo de Luz!
emizanonsimon.blogspot.com.es