La acumulación de grasa en el cuerpo suele parecer resistente a una buena dieta y al ejercicio, y no solo puede afectar a la salud sino también a la autoestima. Es lo que responden en algunos estudios mujeres que atraviesan la menopausia u hombres de cierta edad al inicio de la mediana edad.
La causa es un cambio en el equilibrio hormonal, principalmente por el predominio del estrógeno (tanto en hombres como en mujeres), que predispone al cuerpo a almacenar grasa alrededor del abdomen, y las investigaciones muestran que, en promedio, se incrementa entre medio kilo y dos por año, entre los 35 y los 55 años.
En muchas mujeres que transitan la menopausia, a medida que los cambios hormonales se suceden, varía la ubicación de los depósitos de grasa. Según el testimonio de pacientes, a pesar de hacer todo tipo de ejercicio durante años y de haber perdido un poco de peso, la grasa en el vientre no desaparece.
Los riesgos para la salud de tener sobrepeso son bien conocidos, pero la forma en que esa situación afecta la autoestima se observa sin duda en los comentarios de quien lo experimenta. "Realmente me afecta. Tengo piernas y hombros lo suficientemente bonitos, pero tuve que comprar ropa mucho más grande para acomodar mi vientre. Siempre me mantuve en buena forma, así que sumar peso a mi edad me hizo sentir mucho mayor y estaba deprimida. Me culpé a mí misma por dejarme llevar, a pesar de que estaba comiendo bien y haciendo ejercicio", dice una paciente de Tracy O'Neill, psicóloga que ejerce su profesión en Dublín.
O'Neill periódicamente ve personas en la edad madura que se sienten perdidas con los cambios que les suceden. "Pueden afectar la autoestima tanto en hombres como en mujeres, debido a que ya no sienten como la persona que pensaban que eran. Estos individuos no pueden disfrutar de la vida social en todos sus aspectos", expresa esta psicóloga.
Como medio para resolver esta cuestión aparentemente insoluble, quienes rechazan otras opciones se inclinan por la cavitación, a fin de hacer más fácil la pérdida de grasa abdominal y de espalda, por ejemplo. Según los especialistas en esta técnica “para esculpir mejor el cuerpo”, como afirman, es un tratamiento eficaz para temas de celulitis y grasa obstinada.
La cavitación generalmente se realiza en procedimientos que duran aproximadamente una hora. Implica la utilización de ultrasonido de baja frecuencia que produce una fuerte ola de presión sobre las membranas de las células adiposas que aparentemente las desintegra en un estado líquido. El exceso de grasa se libera en el espacio entre las células, donde se metaboliza a glicerol y ácidos grasos libres. Después el glicerol es absorbido por el sistema circulatorio y se utiliza como fuente de energía, mientras que los ácidos grasos libres insolubles se procesan en el hígado y los riñones, y se eliminan del cuerpo.
Los resultados representan un verdadero impulso para la confianza personal y causa motivación para mantenerse en un peso razonable, tal y como se escucha decir a pacientes que se han hecho cavitación. “No voy a sentarme y permitir que vuelva a acumular grasa, así que hago ejercicio todos los días y la diferencia es asombrosa. Estoy mucho más feliz ya que toda la forma de mi cuerpo es más como solía ser", afirman.
En efecto, la fórmula para el mantenimiento del peso en la báscula es practicar deporte, comer bien y beber mucha agua, porque la eliminación de grasa no quirúrgica solo es efectiva si la grasa no vuelve a activarse, y solo la alimentación saludable y el ejercicio pueden lograrlo. Tampoco afectará ningún problema de salud subyacente relacionado con la obesidad.
"Debe quedar claro que los tratamientos de este tipo son una solución temporal y no abordan la raíz del problema porque no se dirige a la grasa más profunda", advierten los expertos. Es decir, si eso los hace sentir mejor, entonces es bueno para los pacientes, pero esta no es una solución para la salud y la grasa se volverá a acumular rápidamente si alguien no cambia su comportamiento.
En ese sentido, la técnica de cavitación puede ser vista como un aporte significativo al cuidado personal. Sentirse bien es una parte esencial de la salud mental y física.