Mar Tarazona Beltrán. Odontóloga
La fitoterapia es una medicina herbolaria y es la práctica médica más antigua que ha utilizado la humanidad. Desde siempre las hierbas nos han proporcionado medicinas y estos conocimientos sobre sus propiedades terapéuticas se han ido transmitiendo a lo largo de la historia.
• El ajo en odontología tiene variados usos, tanto a nivel sistémico como local. Se puede preparar como tintura, loción y cataplasma. Como tintura madre se puede utilizar en cualquier proceso infeccioso dentro del diente y a nivel sistémico como probiótico o fortalecedor de la persona cuando padece procesos infecciosos bucales, bien sean abscesos, procesos periapicales, infecciones periodontales…
La loción de ajo se puede utilizar en la higiene diaria bucal ya que remineraliza las caries y las encías mejoran significativamente en los pacientes con un problema periodontal crónico.
Las cataplasmas de ajo dan buen resultado para ciertos problemas, siempre teniendo en cuenta sus efectos cáusticos: si se siente ardor hay que retirarlas.
• La caléndula estimula nuestro sistema inmunológico y también posee propiedades analgésicas, hemostáticas y citostáticas. Se usa en procesos víricos con lesiones en piel y mucosas, ya que ayuda a la regeneración de los tejidos y también a la cicatrización en intervenciones quirúrgicas. La pomada de caléndula se puede utilizar cuando hay herpes, dando un magnífico resultado si además se acompaña a nivel sistémico con tintura de caléndula o infusiones, llegando a desaparecer la propensión a sufrir estas lesiones.
Se puede utilizar la infusión de caléndula como enjuague en el tratamiento de estomatitis aftosa, candidiasis, gingivitis aguda y en heridas de origen mecánico.
• El llantén tiene acciones analgésicas, astringentes, expectorantes, depurativas y cicatrizantes. La pomada de llantén es útil para el cuidado de las encías en la gingivitis y para el tratamiento de las aftas, en tanto que la tintura de llantén nos ayuda a mejorar las condiciones de la persona antes de realizar alguna extracción o intervención compleja. También va bien para dolores que no sabemos la causa. Se puede usar preparado como infusión en vez de tintura, utilizándola para enjuagues bucales que ayudarán a una recuperación de los tejidos.
• El tomillo es una hierba a tener en consideración. Junto con la malva y la cola de caballo en infusión, tendría propiedades antibióticas que nos resultarían útiles en caso de infecciones o para prevenir en intervenciones quirúrgicas.
Los enjuagues con la infusión de tomillo, raíz de malvavisca y grama son efectivos para los tratamientos de las gingivitis y cualquier lesión de la mucosa oral. Cuando hay heridas post-extracción y riesgo de hemorragia se pueden tomar infusiones de tomillo, llantén, cola de caballo, bolsa pastor y corteza de encina.
• La tintura de propóleos logra frenar el avance de las caries incipientes y también diluida en agua podemos aplicarla con varios toques al día sobre las aftas.
• El romero en pomada es muy útil para masajear todos los músculos masticatorios y que en las persona bruxistas están con una gran tensión.
Es sustancial que una persona que necesita de tratamientos odontológicos cuide de su alimentación, descanse suficientes horas y que refuerce el sistema inmunitario.
Son buenos para aumentar las defensas generales la jalea real, la echinacea, el alce, la miel, el limón y la uña de gato. Hay veces que el paciente viene a consulta con una sobrecarga de toxinas, bien por la alimentación, medicación, etcétera. Para ayudarle a eliminar estas toxinas podemos utilizar dieta e infusiones como boldo, diente de león, bardana, tomillo.
Lo importante es que el paciente esté en las mejores condiciones físicas y emocionales para que nuestros tratamientos le afecten lo menos posible.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.