El yoga es un enfoque efectivo para tratar las alteraciones del sueño y el dolor de espalda concurrentes, al tiempo que reducen la necesidad de medicamentos. Es la conclusión de un nuevo estudio del Centro Médico de Boston (BMC) publicado en el Journal of General Internal Medicine.
La investigación mostró mejoras significativas en la calidad del sueño que duró 52 semanas después de 12 semanas de clases de yoga, lo que sugiere un beneficio a largo plazo de este enfoque no farmacológico. Según lo comprobado, los participantes con mejoras tempranas en el dolor luego de 6 semanas de tratamiento tenían tres veces y media más probabilidades de mejorar el sueño después del tratamiento completo de esas semanas, lo que pone de relieve que el dolor y el sueño están estrechamente relacionados.
Los trastornos del sueño y el insomnio son comunes entre las personas con dolor lumbar crónico (cLBP). Así lo han demostrado investigaciones previas que mostraron que el 59% de las personas con cLBP sufren una mala calidad del sueño y el 53% son diagnosticados con trastorno de insomnio. Los medicamentos para el sueño y el dolor de espalda pueden tener efectos secundarios graves, y el riesgo de sobredosis y muerte relacionadas con los opioides se acrecienta con el uso de medicamentos para dormir.
El doctor Eric Roseen, investigador del departamento de medicina familiar de BMC y director del estudio, dijo que "identificar formas holísticas para tratar estas afecciones podría ayudar a disminuir la dependencia de esos medicamentos, así como a mantener a los pacientes más seguros y cómodos".
Del ensayo controlado aleatorio participaron 320 adultos con cLBP, del BMC y siete centros de salud comunitarios circundantes, de los cuales más del 90 por ciento padecía de falta de sueño. Se les asignó una de tres terapias diferentes: fisioterapia, yoga semanal o lectura de materiales educativos. Los resultados de las mejoras del sueño se compararon durante un período de intervención de 12 semanas y después de 1 año de seguimiento.
Roseen afirmó que "la alta prevalencia de problemas de sueño en adultos con dolor lumbar crónico puede tener efectos perjudiciales en la salud y el bienestar general de una persona", dijo Roseen, también profesor asistente de medicina familiar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. “Esto realmente resalta la necesidad de que los médicos pregunten a los pacientes con dolor lumbar crónico sobre la calidad de su sueño. Y dados los graves riesgos de combinar medicamentos para el dolor y el sueño, se deben considerar enfoques no farmacológicos para estos pacientes", concluyó.