por Olga Lava Mares (Kinesióloga, e Instructora de Terapeutas)
Muchas veces me cruzo con alguna persona que me comenta: "No sé qué hacer con mi vida, no sé realmente lo que quiero, a qué dedicarme, no he encontrado mi camino...". Os sorprendería descubrir la cantidad de gente que viene a mi consulta porque están atascados en ese punto. Me dicen: "Ya he probado de todo, estudio diferentes cosas, diferentes trabajos, pero siempre me termino cansando y no me llena".
Cuando miro hacia atrás puedo recordar que durante mucho tiempo yo también me sentí así, perdida, con la sensación de que estaba desaprovechando mi vida. Sabía hacer muchas cosas diferentes y sabía que tenía un gran potencial, sin embargo veía pasar los años y no conseguía encontrar mi verdadera pasión, la profesión que realmente me hiciera sentir viva. Hasta el día que descubrí la Kinesiología. Se puede decir que hubo un antes y un después. Nunca se me había pasado por la imaginación que yo pudiera dedicarme a hacer terapias, sin embargo desde entonces esto es lo que da sentido a mi vida. Poder acompañar a los demás en su proceso de cambio, ver los resultados, ver cómo dejan de sufrir y toman las riendas de su vida... Para mí es un gran privilegio contribuir a que las personas sean más felices y de algún modo hacer que este mundo sea un lugar mejor.
¿Y por qué la Kinesiología y no otra técnica? Porque a mi modo de ver es lo más completo y verdaderamente holístico que existe en estos momentos.
El concepto básico de la Kinesiología, puesto que sus orígenes son la Quiropraxia y la Medicina Tradicional China, es la existencia de una fuerza vital que de forma natural mantiene el cuerpo humano en equilibrio. Esta energía que nutre los diferentes órganos, tejidos y células a veces se estanca o bloquea a causa de los distintos retos que nos propone la vida, es entonces cuando aparecen síntomas o enfermedades y se pierde el bienestar y la salud.
El enfoque de la Kinesiología es considerar al ser humano como un todo, con sus diferentes aspectos: el físico (estructura), el emocional (psicológico), el químico (la nutrición), el electromagnético (energía sutil) y el espiritual (alma), entendiendo que si alguna de estas partes está en desequilibrio terminará afectando a todas las demás. Y del mismo modo, cuando equilibramos todo se armoniza y se recupera la salud global porque la energía vuelve a fluir de forma adecuada. Este es el modelo de curación más poderoso y seguro que existe puesto que es respetuoso, nada invasivo y no tiene efectos secundarios.
Lo que hace diferente esta terapia es la forma de obtener información. Se utiliza un test muscular que muestra al kinesiólogo a qué nivel existen bloqueos y qué se requiere para equilibrarlos. Cuando se testa un músculo, se entra en contacto con la relación que hay entre los pensamientos, las emociones y la neurología que afectan al cuerpo. Dadas estas conexiones podemos traer a la mente los sucesos traumáticos del pasado y observar cómo responde el test muscular a las diferentes preguntas que realizamos, puesto que el cerebro no distingue entre pasado, presente o futuro, responde igual a los impulsos reales como a los recordados. De este modo obtenemos información muy precisa acerca del suceso, qué ocurrió, a qué edad o qué emociones hay estancadas en relación con eso.
Los músculos también controlan la interfaz que hay entre el cuerpo físico y los sistemas energéticos de acupuntura. A través de la prueba de resistencia muscular, se puede detectar la alteración de la circulación energética producida por las emociones. Así podemos equilibrar la energía sutil en los diferentes cuerpos, chakras y meridianos.
Con el test muscular también obtenemos información acerca de la nutrición, averiguando qué alimento o sustancia no sienta bien a la persona, es decir, alergias o intolerancias, si se necesita un cambio de dieta y cuál sería la más adecuada o aportar alguna vitamina o mineral.
Otro tipo de balances actúan en el cuerpo físico o la estructura, buscando el buen funcionamiento de los diferentes órganos, el equilibrio hormonal, del sistema linfático, vascular, intestinal, etcétera.
Y finalmente afectamos al nivel del alma, revisando y resolviendo memorias por eventos traumáticos que sucedieron en vidas pasadas y que por su carga emocional están produciendo un bloqueo en el momento presente ya que puede haber una conexión kármica.
El tratamiento kinesiológico es personalizado y se utilizaran equilibraciones distintas, aunque los síntomas sean los mismos, puesto que todos tenemos una historia diferente y nuestras vivencias nos afectan de una manera a cada uno. Lo que tienen en común todas las sesiones de kinesiología es que se libera el estrés para que haya más energía disponible y se busca el equilibrio global para tener armonía en todos los sistemas. En definitiva, lo que la Kinesiología nos va a aportar es conciencia y claridad mental para entender por qué el cuerpo se enferma, qué bloqueos nos limitan y nos impiden cumplir nuestros objetivos y cómo podemos mejorar nuestra experiencia de vida.
Nuevo Ciclo Formativo de Kinesiología, a cargo de Olga Lava, en Valencia, de febrero a mayo. Cuatro fines de semana en los que podrás aprender técnicas que a yudan a liberar el estrés mental y emocional, equilibrar la postura a través de 14 músculos, aprendiendo su relación con los órganos y meridianos de la Medicina Tradicional China, detectar intolerancias y alergias alimentarias, identificar bloqueos energéticos, aumentar la vitalidad, desarrollar conciencia personal y mucho más...
Si te interesa descubrir esta técnica en primera persona, puedes asistir a la charla demostración el 13 de febrero, a las 20, en Centro Yam, C/ Marqués de Zenete, 10 - 3 Valencia.
Más información: www.olgalava.com - 679 320 928.