Beatriz María Medina. Psicóloga
La Asamblea General de a ONU , en la resolución 66/281 del 12 de julio de 2012, decretó el 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad , para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
Considerando que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, todos los seres humanos merecemos y tenemos derecho a ser felices.
¿Y qué es la felicidad? Se define como “una condición interna de satisfacción y alegría”. Pensemos entonces en la felicidad no como un estado permanente y definitivo si no como la consecuencia de satisfacer nuestras necesidades y resolver adecuadamente los problemas y dificultades que son propios del hecho de estar vivos.
Todos tenemos la experiencia de la satisfacción y alegría que produce el solo hecho de tomar agua cuando hemos pasado sed, de comer cuando tenemos hambre, en fin, la satisfacción de las necesidades básicas.
Como seres humanos tenemos también necesidades más complejas y elaboradas tales como pertenencia, reconocimiento, autorrealización…
Y también se nos presentan problemas de diversa índole, más o menos difíciles, más o menos complejos, que nos alteran y nos impiden estar tranquilos y ser felices.
En la medida en que más sensibles seamos para darnos cuenta de lo que necesitamos y de lo que nos pasa, más eficaces seremos para satisfacer nuestras necesidades y resolver nuestros problemas. Por lo tanto una actitud fundamental en el camino de la construcción de nuestra felicidad es:
• Sensibilizarnos, darnos cuenta de lo que nos sucede y de lo que sucede a nuestro alrededor.
• Desarrollar capacidades y estrategias para satisfacer nuestras necesidades y resolver nuestros problemas. En este momento hay un desarrollo importante de ejercitaciones que nos permiten sensibilizarnos para percibir lo que nos pasa y lo que nos rodea. Y múltiples abordajes para:
* Aprovechar adecuadamente las posibilidades existentes para satisfacer nuestras necesidades.
* Desarrollar capacidades y recursos para resolver nuestros problemas.
* Implementar medios para modificar el entorno.
* Ser lúcidos para discernir necesidades verdaderas de necesidades falsas que son generadas por los mensajes de los medios cuyo único objetivo es vender. Necesidades tales como tener el cuerpo ideal, el auto cero kilómetro, adquirir siempre las últimas tecnologías, etcétera. Adquirir, adquirir, adquirir. Carrera condenada siempre a la frustración y que nos condena a una infelicidad inventada.
Desde este punto de vista podemos comprender que nuestra felicidad es consecuencia de nuestra actitud y nuestra decisión. Es decir, de construir nuestra vida con sensibilidad e inteligencia. Tratando de comprender el mundo que nos rodea, sus circunstancias, su influencia sobre nuestras vidas:
• Qué nos pasa física, emocional, mentalmente.
• Qué estamos dispuestos a entender y modificar de nuestra persona. Qué pasa a nuestro alrededor:
• Qué podemos aprovechar.
• Qué podemos modificar y en qué niveles queremos hacerlo.
• Qué tenemos que aceptar.
Y, fundamentalmente, no debilitarnos responsabilizando al mundo exterior o a los demás de lo que nos sucede, hacerlo nos calma pero nos quita fuerzas y poder.
Estemos alertas y seamos sagaces como los animales en la selva. ¿Qué le pasaría al ciervo si se detuviera a mirar para abajo y pensara “¡qué desastre la selva!, soy muy desgraciado por lo peligrosa e inesperada que es esta selva, por lo malos y desconsiderados que son los demás animales, ¿qué mal me han hecho?, ¿qué cosas malas me hacen?… ¿A quién me puedo quejar de mis desgracias? ¿A qué ser poderoso le puedo rogar que me las resuelva?”.
También es importante preguntarnos ¿queremos ser felices?, ¿a qué estamos dispuestos?, ¿somos capaces de asumir lo mejor de nuestro ser y aprovechar al máximo lo que la vida nos ofrece para serlo?
¡Inmensa felicidad y alegría en el Día Mundial de la Felicidad!