Luka Soriano tiene un nuevo trabajo musical, bajo el título de "Agua de estrellas". "Es el resultado de 7 años, tocando música en vivo en clases de yoga, sesiones grupales de rebirthing, y en distintos trabajos terapéuticos a nivel individual", explica sobre esta nobel producción. En formato de cedé, "Agua de estrellas" contiene diez temas. Dicho título corresponde a una canción que Luka conoció en Ecuador durante una ceremonia de sanación en 2009. "Escucharla, de algún modo, cambió mi forma de entender la música y verla como una medicina –afirma–, quien me la enseñó dijo que provenía del Perú, de los indios Queros" (ver película "Humano"). En su caso, la ha interpretado siempre en sus conciertos en solitario, con Amares (que integra junto con Carlos Pardo) y en el ámbito hospitalario dentro de la asociación Payasospital donde trabaja como clown. "Es increíble la capacidad que tiene esta canción para conectar con las personas. Últimamente, en los conciertos el público la reconoce y la canta", enfatiza animadamente.
Esta versión, que "tiene una cadencia lenta, profunda, y acuna como una nana", la utiliza en directo, a menudo, en fases de relajación e integración en trabajos terapéuticos y de crecimiento personal.
Luego, sigue en el cedé otra versión, en este caso del famoso mantra Om Mani Padme Hum. En esta ocasión su interpretación "sale del estereotipo o esquema de lo que es un mantra convencional; lo llevo a tiempos actuales, con una melodía más cercana a nuestra cultura, contemporánea", expresa.
El tercer tema corresponde a una versión occidental del Medicine Buddha Mantra. Más allá de ser un mantra elaborado, "contiene un significado muy potente". Luka cuenta que "transcrito al castellano, tiene mucho contenido" y que por ello, por su mensaje, lo ha incluido. Además, sin proponérselo, ha conseguido unir el aspecto que conlleva la meditación en todo mantra "con aspectos más relacionados con el chamanismo, a través de sonidos vinculados con la naturaleza". Una fusión, por momentos más sutil, con un sonajero de semillas, por ejemplo, que normalmente no se escucha en los mantras, y todo indica que la mixtura ha resultado exitosa.
Nuevamente la versión de otro mantra, Moola Mantra, se presenta en la cuarta banda sonora, aquí con la colaboración de Meritxell Puigdevall. No estaba en los planes, pero una consulta ocasional llevó a incluir la voz de esta mujer de Tarragona. La letra se refiere a las energías femenina y masculina. "Fue un regalo inesperado", comenta Luka.
Provisión, prosigue el artista, "es la quinta canción, la melodía está compuesta por Meritxell, la letra del Conde de Saint Germain que habla sobre la abundancia. Con una melodía pegadiza hice los arreglos y la orquestación. Otro regalo que decidí incluir por su mensaje y belleza".
Después viene una versión de Caracoles, tema que Luka compuso para Amares. "Le he quitado los adornos, de movimiento y fuerza, para resaltar la importancia de la palabra, que está recitada literalmente, con mucha intención", declara el autor.
La séptima es una versión de Jai Ambé, canto devocional que habla de la energía femenina. "Se nombran diferentes diosas de la India, relacionadas con la energía creativa, femenina", dice, para señalar que "en los conciertos siempre lo dedico a todas las mujeres y a la parte femenina que todo hombre lleva en su interior".
El octavo tema, Latidos de Viento, nació como una improvisación con la flauta doble nativo-americana. "Añadí a la flauta el sonido del tambor chamánico equilibrando los elementos Aire y Tierra", según cuenta. Y seguidamente la novena canción está dedicada a su hijo. Lleva su nombre, Samuel. "Se sale un poco la dinámica del cedé, tiene una chispa de alegría, con toques de música celta", dice con calidez y orgullo de padre.
El último tema es una oración a Tunkashila (Abuelo Universo), deidad de los Lakota, "una nana que, para terminar, integra todo", sintetiza Luka, quien desea aclarar que en sus versiones de mantras lo importante no es tanto lo correcta que sea la pronunciación, sino la intención que conlleva el canto.
Roberto Bianchi es el responsable de la portada del cedé, cuyo autor, sin falsa modestia, confiesa que con este trabajo "se cierra un círculo", reconociendo "una evolución y un trabajo que comienza a dar sus frutos".
El cedé está disponible a través del teléfono (34) 695 36 30 97, y también en sus conciertos.
Por otra parte, en directo, Luka también introduce el humor. "Me parece muy buena la combinación que la gente pueda saborear la música de una forma introspectiva y puedan haber momentos de soltar y reírse. Reírnos, sobre todo de nosotr@s mism@s nos humaniza, nos ayuda a ver las cosas con una mirada más ligera al tiempo que nos conecta a la tierra".
Más información en lukasoriano.net