Victoria Stepanenko
Centro de Medicina Neuro- Regenerativa
Con motivo de que el 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson 2020, desde el Centro de Medicina Neuro- Regenerativa nos gustaría ofrecer una serie de ideas o recomendaciones en el contexto de las circunstancias actuales. Están especialmente pensadas para las personas que tienen esta enfermedad y sus familiares, aunque muchos aspectos también pueden ser interesantes para todo tipo de personas.
Primeramente comentaremos cómo afectaría el nuevo coronavirus y cómo aqueja la situación de cuarentena (estrés, aislamiento, factores sociales, etcétera).
1) Nuevo coronavirus y riesgo en pacientes de Parkinson
Las personas con Parkinson no tienen mayor riesgo de ser contagiados que el resto de la población. Además, en caso de que una persona con Parkinson se contagie, no existe mayor riesgo de complicaciones que las que podría esperar frente a una gripe común.
Si desarrollas síntomas compatibles con el nuevo coronavirus, las autoridades sanitarias recomiendan mantener la calma y actuar de forma responsable: Quedarse en casa, evitar visitar a otras personas, no acudir al centro médico ni al hospital. Lo adecuado es ponerse en contacto con el teléfono de información sobre coronavirus de tu comunidad autónoma, donde te indicarán la forma de proceder para curarte y proteger a tus familiares.
Hasta el momento no se ha descrito ninguna interacción de los fármacos experimentales contra el nuevo coronavirus o los fármacos de tratamiento sintomático con las medicaciones habituales de Parkinson.
Tanto si estás contagiado como si no lo estás, puedes seguir tranquilamente con tu medicación para el Parkinson como de costumbre. Además, un cambio de dosis o saltarse un número elevado de dosis en la medicación podría causar problemas de salud adicionales.
2) Situación de cuarentena y riesgo en pacientes de Parkinson
El estrés es una respuesta normal a perder el control de las circunstancias vitales y es parte de un proceso natural ante cualquier cambio. No hay que alarmarse por sentirlo, lo importante es qué se hace con él. Todas las personas estamos experimentando este proceso en estas circunstancias, en mayor o menor grado, y de una forma u otra.
Para comprender mejor cómo se produce esta respuesta, vamos a enumerar la serie de factores que nos están dando sensación de perder el control de nuestra vida:
• Cambios de hábitos de vida (horarios, rutinas, espacios).
• Pérdida de libertad.
• Miedo a perder la salud o a que otras personas la pierdan; miedo a perder la estabilidad en otros aspectos, por ejemplo en el económico.
• Fenómeno de histeria colectiva: las ideas que nos asustan, sean reales o no, se propagan muy deprisa.
• La incertidumbre sobre la evolución de la situación.
El estrés o la ansiedad tienen muchas caras: algunas personas se sienten preocupadas y nerviosas; otras, depresivas, enfadadas o frustradas. También hay personas que simplemente se notan extrañas, incómodas, confundidas o desorientadas.
La ansiedad también puede manifestarse como síntoma físico, como la dificultad para respirar, el pulso acelerado, presión arterial elevada, dolores de cabeza y espalda, problemas gastrointestinales, insomnio, mareos e incluso ataques de pánico.
El cuerpo humano responde al estrés a tres niveles: neurológico, endocrino (hormonal) e inmunológico.
• Sistema nervioso y endocrino: La respuesta de estrés del sistema nervioso central ante las circunstancias desencadena la liberación de cortisol, una hormona evolutivamente implicada en preparar al organismo para huir o luchar ante un peligro. En una circunstancia como esta, en la que no podemos huir ni luchar, se desencadena una especie de sobreactivación o sobrecarga del todo el organismo por hormonas del estrés. Por ejemplo, se produce una disminución de los neurotransmisores serotonina y la dopamina, encargados de funciones como nuestro bienestar o el control de nuestros movimientos.
Como sabemos, la dopamina juega un rol fundamental en el Parkinson, y está ampliamente estudiado cómo el estrés puede empeorar los síntomas de la enfermedad. No es de extrañar entonces que una persona con Parkinson experimente un rápido empeoramiento de sus síntomas durante esta situación. Es aconsejable no asustarse por esto: es una respuesta aguda al estrés, y es reversible si aprendemos técnicas para manejarlo, que tendrán una acción terapéutica.
• Sistema inmune: el exceso del cortisol en el organismo disminuye las defensas naturales a través de diferentes mecanismos, por ejemplo, una parte importante de nuestras defensas naturales se producen en el tracto gastrointestinal, que se encuentra disfuncional a causa del estrés. De nuevo, las técnicas de gestión del estrés se hacen necesarias, en este caso para fortalecernos y prevenir enfermedades.
¿Cómo gestionamos el estrés y fortalecemos nuestra inmunidad?
Para dominar el estrés, el objetivo es que las emociones negativas que sentimos (extrañeza, miedo, tristeza o rabia) no sean paralizantes: desarrollar nuestras capacidades de sobreponernos a la adversidad. Todos tenemos estas capacidades y podemos aprovechar la situación para descubrir cuáles son las nuestras. Cada persona las encuentra poco a poco y reconduce lentamente su mente y su cuerpo a un estado más saludable y positivo. No te frustres si necesitas algún tiempo para comenzar a sentirte mejor. Lo importante es la constancia.
Algunas de estas capacidades de sobreponerse son:
✔ Sentido del compromiso (ayudar a la comunidad con alguna actividad física o intelectual. Esto ayuda también a salir de los pensamientos neuróticos).
✔ Paciencia y responsabilidad.
✔ Apertura a los cambios vitales: aceptar que el cambio es parte de la vida y verlo como opción de aprendizaje.
✔ Sentido del humor.
✔Expresión artística.
Cuidado con la sobreinformación y la desinformación: en esta situación donde la incertidumbre y el miedo están presentes es muy importante filtrar. Hoy en día, con la proliferación de las redes sociales hay muchas noticias falsas e impactantes, que parecen ciertas, pero no lo son. Es fundamental para tu salud física y mental que no te creas todo lo que leas, oigas o veas en la tele, los periódicos o las redes sociales y mensajes de whatsapp. Recomendamos no exponerse a más de media hora al día a las noticias, porque un exceso de información inhibe el pensamiento crítico. Y siempre de fuentes fiables, es decir de organismos oficiales, como los ministerios implicados en el seguimiento del estado de alarma y la Organización Mundial de la Salud.
Tomar precauciones sensatas y concretas para sentirse seguro. Los pensamientos repetitivos o acciones desproporcionadas no nos protegen de nada, únicamente empeoran el estrés. Lo único necesario para protegerse es seguir las medidas específicas recomendadas por las autoridades.
Establecer rutinas y horarios, respetando especialmente el descanso, los horarios de comidas y de ejercicio físico.
No descuidar la higiene personal y el aspecto físico.
En el caso de que estés realizando teletrabajo: respeta los horarios que te has puesto y la estructura de tu día.
Contactos sociales y emocionales: es importante no aislarse, usando llamadas o videollamadas. Pero cuidado con el exceso de contacto social: hay que evitar pasar muchas horas chateando o hablando con otros. Reservar tiempo a solas también es necesario.
Solidaridad, comprensión, no juzgar: recordar que cada persona está afrontando la situación como mejor sabe y puede. Evitar proyectar las emociones negativas que no podemos gestionar en otros. Evitar contribuir al malestar propio y de otros, por ejemplo entrando en discusiones infructíferas.
Ejercicio físico para frenar la ansiedad y la depresión y fortalecer el sistema inmune, dentro de las posibilidades de cada uno (indicación preventiva y terapéutica).
Meditación y técnicas de respiración (yoga, mindfulness).
Contacto visual y auditivo con elementos naturales (imágenes, sonidos, animales de compañía). Nuestro cerebro genera ondas tipo alfa cuando está en contacto con la naturaleza. Son ondas de relajación.
Dieta equilibrada con abundancia de frutas y verduras, y grasas "buenas" como las omega 3, que nutren el sistema nervioso (aceites de oliva, coco y linaza; pescados, aguacate, nueces). Conciencia y control sobre la compulsión de sobrealimentarse por ansiedad, sobre todo cuidado con el aumento del consumo de hidratos de carbono (factor de riesgo para infecciones, diabetes, enfermedades cardiovasculares).
Variedad de actividades a lo largo del día: potenciar la diversión. Expresión corporal para liberal las emociones, también las negativas. Actividades creativas y manuales: Pintar, dibujar, cocinar, jugar.
La música ayuda a liberar endorfinas, que relajan y proporcionan bienestar, igual que cantar y bailar.
Momentos de introspección y posible reorientación de perspectivas vitales e intereses. Es un buen momento para hacer un stop y plantearse nuevas opciones en la vida.
Aprovechar para aprender cosas nuevas. El estímulo intelectual es necesario.
Ideas a recordar: la única libertad que no puede quitarnos nada ni nadie es la actitud. Ser conscientes de que la situación tiene fin. Voluntad de superación y aprendizaje personal. No podemos sentirnos de manera óptima en estas circunstancias, lógicamente, pero sí podemos intentar sentirnos lo mejor posible.
Otras recomendaciones para pacientes de Parkinson
En el canal de Youtube del Centro de Medicina Neuro-Regenerativa encontraréis un programa de ejercicios ideado para la enfermedad de Parkinson, que fácilmente puede adaptarse a la rutina de ejercicio físico de cada uno. Está enfocado a reforzar la elasticidad y fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación.
Productos de farmacia recomendables
• Suplementos de vitamina C, vitaminas del grupo B, vitamina D (compensa la falta de exposición solar y refuerzan el sistema inmune), magnesio y zinc (refuerzan el sistema nervioso).
• Mucuna pruriens (tratamiento natural para el Parkinson): se trata de un extracto vegetal que contiene levodopa, el precursor de la dopamina, y que puede ayudar en estados carenciales de dicho neurotransmisor. Se vende sin receta en cápsulas de 400 mg. Se recomienda una dosis inicial de una cápsula al día, y si hay buena tolerancia incrementar a dos cápsulas a partir del primer mes.
Más información en parkinsonysalud.com