Carla Iglesias. Aqua Aura
Empieza el año y, siguiendo las pautas de nuestro artículo anterior, contestaremos preguntas de los lectores. Las de este mes son las siguientes: "Si tengo muchas piedras y todas diferentes, ¿cómo las puedo guardar?" y "¿realmente, cuáles son los pasos a seguir para limpiar una piedra?".
En cuanto a la primera consulta, acerca de cómo se pueden guardar nuestras piedras, lo más aconsejable es agruparlas por colores, de ese modo podemos organizarlas relacionándolas con los chakras. Veamos...
Primer chakra: las de color marrón oscuro, negro, ahumado. En termoterapia conviene siempre poner piedras negras en este chakra base por ser la energía de limpieza del cuerpo, tanto físico como energético.
Segundo chakra: las de color naranja y rojas, vinculadas con la fuerza, la vitalidad, las defensas, la alegría y la energía sexual.
Tercer chakra: en este vórtice, símbolo del sol por excelencia, colocamos todas las piedras de color amarillo y dorado, canalizadoras de la energía de prosperidad, protección áurica y regente de la digestión.
Cuarto chakra: aquí corresponden las piedras de color verde y rosa. Las primeras simbolizan la energía curativa y las segundas, la energía universal del amor.
Quinto chakra: las piedras azules, ya sean de tonalidad oscura o clara, son responsables de la energía de la comunicación, las emociones y también la piel.
Sexto chakra: las de color morado, índigo y violeta intenso. Aquí rige la energía del Tercer Ojo, que estimula los sentidos, más allá de los cinco más conocidos, despertando nuestra visión espiritual.
Séptimo chakra: los cuarzos transparentes, rutilos y aquellos que tienen inclusiones especiales, como los cuarzos con jardín (cloritas).
Y en relación a cómo limpiarlas, digamos que todas las piedras necesitan una buena limpieza cuando llegan por primera vez a nuestras manos, ya sean compradas, regaladas o heredadas. Esto es importante: todas las piedras deben ser lavadas con agua y jabón neutro porque la grasa de las manos que las han tocado sólo se quita de esa manera.
Luego las secamos y las dejamos en sal seca, nunca agua con sal, debido a que, ya sean pulidas o en bruto, las piedras tienen un brillo especial y el agua con sal las deja mates.
Además, los antiguos chamanes nos enseñaron a limpiarlas con los elementos de la Madre Tierra, y el agua debe ser limpia y correr, como la proveniente de una cascada o de la lluvia.
Esperamos que, poco a poco, podamos responder todas vuestras consultas. Muchas gracias por interactuar... y seguir mandándonos vuestras dudas al correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.