Emi Zanón
Escritora y comunicadora
"Aquí, ahora, la celebración. El pasado ya se fue y el presente camina de tu lao. El mañana no lo recuerdo, lo olvidé. Presente, Puerto Presente".
Así reza la sabia canción del músico barcelonés Macaco que lo lanzó a la popularidad en 2009 consiguiendo, por un lado, un disco de platino en España y, por otro, el reconocimiento a su hermosa labor de conjugar palabras y sonidos que no dejan indiferente a nadie.
La existencia es solo presente. Y en estos momentos de la humanidad, en los que se ha visto amenazada por un invisible patógeno, toma realmente auténtico sentido literal en nuestras vidas, porque si bien es cierto que desde hace tiempo estamos siendo conscientes de que deberíamos vivir siempre en el "aquí y ahora", como dicen las enseñanzas de Buda para evitar el sufrimiento, sin alentar por ello el hedonismo, no ha sido hasta ahora que lo estamos haciendo realidad.
El presente está inexorablemente ligado a uno mismo y es siempre el resultado o el reflejo de todo lo que hemos pensado y sentido a nivel personal, y el resultado o reflejo de esto como poderosa aportación a esa gran mente colectiva que nos acoge como especie y que da por resultado la creación de nuestro mundo.
Es cierto que vivimos tiempos difíciles y de incertidumbre, y ello crea inquietud y desconfianza sobre nuestro futuro. Y es entendible. Sin embargo, esa es la evidencia de la señal del cambio que se impone en nuestra sociedad y que ya ha comenzado. Afortunadamente, durante el tiempo de confinamiento por el Covid-19, una gran mayoría de los habitantes de la Tierra ha sido consciente y coincide en que la crisis nos ha lanzado definitivamente hacia otro modelo de sociedad mejor, más igualitario y respetuoso, en el que ya no tienen cabida políticos sin un sincero afán de servicio a sus congéneres, a su país y a su planeta; en el que ya no tienen cabida los egoísmos y las sombras. Sin duda, hemos crecido todos un poquito más y somos un poco más sabios. Y lo seremos mucho más cultivando con esmero esas hermosas semillas de solidaridad, altruismo, creatividad, respeto al medioambiente, que hemos plantado durante este tiempo.
Estoy segura, por toda la confianza depositada en el género humano, de que lo podemos conseguir si vivimos "el presente" con consciencia y con esperanza, enfocándonos en todo lo positivo que queremos para nuestra vida y para el colectivo. No son meras palabras. Lo he repetido muchas veces a lo largo de estos escritos. Somos cocreadores. Tenemos el poder de crear nuestra realidad, con nuestros pensamientos y sentimientos. De crear un mundo mejor. El Universo es inclusivo, nada está excluido de su dinámica: funciona por la Ley de la Atracción. Elige pensamientos positivos y vive el presente en estos momentos de incertidumbre. Cada uno de ellos te aportará tranquilidad y cada vez más confianza en tu poder creativo. Las personas que viven el momento actual, está comprobado, son las más felices. Solo hay que ver a los niños. Ellos siempre están en el presente.
Como decía el filósofo y cantautor Facundo Cabral, el paraíso no está perdido sino olvidado. Enfócate en tu espiritualidad, encuentra un sentido a tu vida y vive tu presente sin miedo e intensamente para que, como expresa Borges en su poema "Nostalgia del presente", sea tan hermoso que llegues a sentir nostalgia de él.
Cuanto más evolucionamos, más sencillo es todo. Confía en tu poder.
¡Feliz verano a tod@s!