Fernando Dasí. Profesor de Quiromasaje Profesional de Alt Benestar
¿Sabías que aproximadamente el 75% de la población sufre dolor lumbar en algún momento de su vida? Puede sonar alarmante, pero tranquilo... si lo padeces, tengo una buena noticia: voy a explicarte lo que el quiromasaje puede hacer por ti.
En primer lugar, definamos qué es y qué se entiende por dolor lumbar. ¿Te duele la parte baja de la espalda? ¿El dolor te llega hasta las nalgas y la cadera? Entonces estás ante un episodio de lumbalgia o lumbago, una crisis aguda de dolor lumbar. Haz memoria: ¿has hecho algún movimiento últimamente del que ahora te puedas arrepentir?
Pero, ¿y si el dolor no se queda ahí, sino que se extiende por una de tus piernas? ¿Te duele también la nalga, el muslo, e incluso te llega hasta el pie? Entonces lo que padeces se denomina ciática, una crisis aguda en el recorrido del nervio ciático. Lo más común es que el lumbago y la ciática se presenten acompañados, dando lugar un episodio muy doloroso que suele remitir al cabo de unas pocas semanas.
Estarás de acuerdo conmigo en que más vale prevenir que curar, así que voy a explicarte qué causa la lumbalgia y la ciática, y cómo puedes evitar su aparición.
Ambas se producen debido a que alguna alteración en la zona baja de la espalda hace que los nervios sensitivos de la región lumbar se irriten o compriman, ocasionando el intenso dolor. Habitualmente esto ocurre al realizar movimientos muy bruscos y forzados de la columna lumbar, o si presentas una hernia discal o problemas digestivos. Por otro lado, las desviaciones en la columna como la escoliosis, o enfermedades óseas como la osteoporosis también pueden volverte más propenso al lumbago, además de algunas alteraciones prostáticas, urinarias o ginecológicas. Si eres mujer, probablemente hayas sentido dolor lumbar antes o durante la menstruación. Esto es debido a que los ovarios no poseen nervios, por lo que el dolor se irradia hacia la parte baja de la espalda, ¿lo sabías?
Y, cómo no, las alteraciones posturales. ¿Te sientas con la espalda recta, o tiendes a dejarte caer en el sofá de cualquier manera? Estos pequeños malos hábitos posturales mantenidos en el tiempo pueden producirte dolor lumbar debido a la tensión muscular que generan. La mayoría de las personas no le presta la atención suficiente a la postura corporal que adopta para realizar sus quehaceres diarios, pero es la forma más sencilla de mejorar la salud en general y de prevenir problemas de espalda.
Si tiendes a padecer dolor lumbar, observa también en qué postura duermes. Dormir boca abajo genera tensión en la zona baja de la espalda, así que si esa es tu postura de descanso habitual, te recomiendo que trates de dormir boca arriba o de lado con una almohada entre las piernas. Notarás la mejoría.
Lo que siempre aconsejo a mis clientes ante el dolor lumbar es que fortalezcan sus músculos abdominales y los isquiotibiales, especialmente en la zona baja del vientre, ya que el abdomen es la contrapartida delantera de la zona lumbar y resulta esencial para dar soporte al cuerpo. Un abdomen fuerte restará carga a la parte baja de la espalda, aliviando la tensión y reduciendo el dolor. Además, los abdominales son ejercicios muy sencillos que todo el mundo puede hacer en casa, los hay de diversos tipos y ayudan a estilizar la figura. ¡Ya no tienes excusa!
¿Pero qué ocurre cuando no hay una causa física para el dolor lumbar, cuando tu abdomen es fuerte, tu postura es correcta y no presentas ninguna otra patología ni alteración? Entonces hablamos de la lumbalgia o lumbago como producto de influencias psicológicas. Veamos por qué.
La tensión psicológica, el estrés, la ansiedad, las preocupaciones, el exceso de responsabilidades y "llevar a cuestas" demasiadas cargas hacen que los músculos de la espalda estén en constante tension, originando nudos y contracturas, y la región lumbar suele ser una de las que más sufre en estos casos.
¿Qué puede hacer por ti el quiromasaje? Lo primero que hemos de hacer es revisar la zona abdominal por si la lumbalgia tuviera un origen visceral. Además, se han de comprobar los músculos isquiotibiales, ya que tienen tendencia al acortamiento. Cuando están acortados, tiran del isquión, lo que genera mucha tensión en el cuadrado lumbar y produce el lumbago. Y, por supuesto, prestar atención al diafragma. ¿Por qué? Porque cualquier bloqueo en el diafragma impediría el masaje abdominal y dificultaría su fortalecimiento, provocando aún más dolor lumbar.
Suelen ser necesarias varias sesiones, dependiendo de las causas y de las características del cliente en particular, pero resulta muy beneficioso tanto a nivel físico como a nivel mental y emocional, ya que una sesión es también un regalo hacia ti mismo, un momento de cuidado de tu propio cuerpo.
Piénsalo: sólo vas a tener un cuerpo en toda tu vida, no hay recambios. ¿Por qué no cuidar de él?