Aurelio Álvarez Cortez
Quién es
Fue monje budista durante más de veinte años. Gran conocedor de las tres tradiciones budistas del mundo: theravada, mahayana y tibetana, Stephen Batchelor apuesta por un budismo secular, lo desnuda de elementos rituales, mitológicos y se centra en la ética, la meditación y la filosofía. Está considerado el líder mundial del budismo secular. Su último libro en castellano, "Después del budismo", publicado por Editorial Kairós, es clave en el desarrollo de esta corriente.
Aunque aboga por un budismo al margen de las religiones, ha sido muy valorado por maestros como el Dalai Lama o el propio Thich Nhat Hanh. Otras obras de su autoría son "Budismo sin creencias" y "Confesiones de un ateo budista".
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-¿Qué es ser un budista secular, según su experiencia?
-Desde mi punto de vista, un budista secular es alguien que practica el dharma del Buda como forma de responder a los asuntos de este mundo (personales, sociales, medioambientales) sin referencias a la metafísica del pensamiento clásico indio, es decir, la reencarnación, la ley del karma, etcétera.
-Usted afirma que resulta anacrónico e injusto persistir en las desigualdades por los que aboga la ortodoxia, entre monjes, mendicantes y seguidores de uno y otro sexo. ¿Hasta dónde se constata esta situación?
-Sólo tienes que visitar un país budista como Birmania, Tailandia, Sri Lanka, Japón o el Tíbet para ver con tus propios ojos que toda la autoridad religiosa está concentrada en manos de los monjes, y que las monjas (si es que existen en absoluto) tienen un rol completamente subordinado. En Tailandia va contra la ley que una mujer se ordene como bhikkhuni, es decir, como monja con votos completos. Muchas altas figuras como el Dalai Lama han manifestado su oposición a este sistema injusto, pero no tienen poder real para cambiar el status quo, que está tejido en las estructuras patriarcales de la mayoría de sociedades asiáticas. Los únicos países de Asia en donde hoy se aceptan las monjas completamente ordenadas son Corea del Sur, China (tanto la RPC como Taiwán) y Vietnam.
-¿Qué ofrece, o puede ofrecer, hoy el budismo a la sociedad: iluminación y liberación, compasión y preocupación por el sufrimiento humano?
-Esta pregunta es demasiado genérica para tener una respuesta simple. El budismo, como cualquier otra religión, ofrece una amplia gama de beneficios a la sociedad, desde el consuelo personal ante la muerte hasta el incentivo de dedicar la propia vida al bienestar de los demás. Hoy día, por ejemplo, mucha gente encuentra que la meditación mindfulness le ayuda a hacer las paces con las presiones de la vida contemporánea y a responder a la vida de manera más imaginativa, amable y sabia en lugar de dejar guiar su comportamiento por patrones reactivos de su condicionamiento.
-¿Los conversos occidentales adoptan de modo acrítico creencias budistas como el karma y el renacimiento, que los budistas tradicionales admiten sin discusión?
-Muchos conversos sí que adoptan de forma acrítica estas creencias budistas; pero a menudo lo hacen de muy buena fe, inspirados por el ejemplo de maestros y maestras del pasado y el presente cuyas vidas se han visto claramente enriquecidas por esta visión del mundo.
-¿Hay una visión idealista en Occidente acerca de lo que es el budismo?
-En cierta medida sí, pero no siempre. Como budista secular, le diría que los budistas tradicionales también tienen una visión idealista del Buda, que con frecuencia es adorado como un dios, y del budismo como un conjunto de verdades absolutas. Siento que deberíamos recuperar la figura histórica y humana de Gotama, y tratar de comprender sus enseñanzas como parte del mundo indio del siglo V a.C. para ser capaces de distinguir sus propias enseñanzas, que traspasan fronteras, de aquellas doctrinas que están tomadas de la cosmovisión india antigua.
-¿Existen más dudas que certezas (dogmas) en el mundo budista?
-El mundo budista es vasto y diverso. Aun así, de forma general, yo diría que en sociedades budistas tradicionales las certezas están más extendidas que las dudas. Después de todo, para muchos el budismo es una religión que ofrece certezas en un mundo de incertidumbre, verdad en un mundo de conflicto y confusión, y consuelo en un mundo de dolor y sufrimiento.
-¿En Occidente habitualmente se entiende al budismo como una única religión y no como un conjunto de corrientes internas, como la india, la china o la tibetana?
-No entiendo del todo a qué se refiere con esto. Supongo que es bastante cierto que las personas con poco conocimiento de cualquier cultura o religión compleja tienden a pensar en ella en términos artificialmente simplistas.
-¿Cómo llevaría a la práctica su deseo de volver a las raíces y repensar el dharma?
-Necesitas volver a las fuentes canónicas más antiguas de la enseñanza del Buda, entender el contexto en que se dieron tales enseñanzas, recuperar la figura histórica de Gotama, y entonces preguntarte cómo usar estas ideas, valores y prácticas centrales para abordar las cuestiones de nuestras vidas, personal y colectivamente, hoy.
-¿El relato e interpretación de lo que sucedió en la historia invita a concluir que el budismo fue al hinduismo lo que el cristianismo al judaísmo?
-No. Los estudios académicos recientes sugieren que el Buda creció en una parte del nordeste de la India que aún no estaba bajo la influencia de ideas hindúes como el sistema de castas, la creencia en Dios, etcétera. Ciertamente él conoció estas ideas al viajar para estudiar y meditar, pero no creo que podamos entender el budismo primitivo principalmente como una reacción al hinduismo. Fue sólo al ir evolucionando en India que el budismo se vio a sí mismo como una alternativa radical al hinduismo. De todos modos, en sus últimos siglos en el subcontinente antes de extinguirse, alrededor del siglo XIII, el budismo fue pareciéndose más y más al hinduismo. Esta es una de las razones, creo yo, por las que no sobrevivió como movimiento separado.
-Uno de los aspectos que usted destaca de Buda es su propuesta de vivir en el mundo para fomentar la integridad individual y la renovación de la comunidad, es decir, una vida cívica y de cooperación. ¿Se puede reclamar un budismo socialmente comprometido?
-Me incomodan nociones como "budismo socialmente comprometido". Sugieren que el budismo también puede ser socialmente indiferente o desentendido. Pero si visitas un país budista, es difícil ver qué significaría esto. Hoy, muchos budistas en Birmania, altos monjes incluidos, están "socialmente comprometidos" en su persecución de los musulmanes rohingya. Ellos sostendrán que lo hacen para mantener una vida cívica y cooperativa, para consolidar una identidad nacional y étnica de Birmania para el bien común de los birmanos.
Cuando volvemos a los textos más antiguos, vemos que el Buda claramente buscaba establecer no sólo una doctrina sino una comunidad (o incluso una civilización) gobernada por una ley moral impersonal basada en sus ideas, valores y prácticas. Como budista secular, no estoy interesado en promover el budismo como una religión más, que a menudo sirve para reforzar una identidad nacional o étnica, sino en hacer realidad las implicaciones de las enseñanzas primitivas a través de crear una cultura del despertar que esté abierta a todo el mundo, indistintamente de género, nacionalidad, religión, etcétera.
-¿Puede explicar de qué modo la mística no trasciende el mundo sino que lo impregna?
-No digo que la "mística" impregne el mundo sino que el misterio impregna el mundo. Lo misterioso no se encuentra fuera del mundo sino en el hecho mismo de que el mundo existe en lugar de no existir.
-Cuando dice que "el mindfulness se está convirtiendo en el Om Mani Padme Hum del budismo secular", ¿se refiere a que hay una oportunidad que aprovechar?
-No. Mi preocupación es que el mindfulness se convierta simplemente en un hábito devoto en lugar de en una manera de transformar radicalmente la propia vida.
-¿El nirvana no es algo que nos excede a los seres humanos sino que está disponible, aquí y ahora, como experiencia consciente?
-Sí. El nirvana, tal como yo lo entiendo, se refiere a cada momento de nuestra vida en que nos vemos libres del control de la codicia, el odio y la confusión egoísta, de forma que podamos pensar, hablar y actuar de una manera que nos permita desarrollarnos plenamente como personas.
-Si pudiéramos hablar de una cultura budista, ¿cómo sería?
-Prefiero imaginarme una cultura postbudista del despertar, que no se base en creencias budistas sino en la sabiduría y el trabajo de hombres y mujeres que se inspiran en lo que el Buda enseñó y tratan de hacerlo realidad en este mundo para el beneficio de todos.