Carla Iglesias. Aqua Aura
Como todas las mañanas, al frente de la tienda de minerales Aqua Aura, me doy cuenta de que hay dos temas que día tras día se explican a los clientes e incluso, me atrevería a decir, varias veces en una misma mañana. Por esa razón decidí escribir un artículo sobre la limpieza de los minerales y gemas, ya sean montados en joyería o solos, porque todos (¡todos!) ellos deberían recibir una limpieza antes de que los usemos.
Pero primero debemos aclarar el término “limpiar”, que habitualmente se confunde con “potenciar”. La limpieza de un mineral debe pasar siempre por el proceso de quitar la energía que traiga de todas las personas que han tenido contacto con él. Muchas veces ignoramos que al tocar un mineral dejamos, a través del sudor o de la misma grasa de las manos, nuestra energía impregnada, incluyendo nuestro estado de ánimo.
Para limpiar la mejor manera es utilizar agua y un jabón neutro, así haremos una limpieza física eficaz, garantizando también la limpieza energética.
Después de lavarla bien, secamos la piedra con un paño o con papel. El siguiente paso será limpiarla con sal para "descargar" las malas energías o alguna información que se haya quedado grabada anteriormente.
En estos casos, la sal debe ser siempre seca, o sea que nos olvidamos del vaso con agua y sal, una costumbre muy habitual que estropea los minerales y realmente no sirve para la limpieza ya que el agua está estancada y la piedra vuelve a absorber otra vez la misma energía que tenía.
La primera vez que limpiemos un mineral es recomendable dejarlo en sal seca toda una noche. Y esa sal se puede reaprovechar para futuras limpiezas, por eso es recomendable tener un kilo de sal gorda, o del Himalaya, solo para eso. Guardamos la sal en un recipiente cerrado herméticamente para evitar que se humedezca y lo podremos volver a utilizar siempre que necesitemos.
Finalmente bastará con aclarar el mineral con agua limpia.
Deberíamos recordar que las piedras también necesitan un mantenimiento, es decir, si se trata de una piedra que usamos a diario, habría que limpiarla una vez a la semana. También es importante resaltar que los minerales que se exponen en situaciones complicadas, como por ejemplo una visita a un hospital o una fuerte discusión, pueden absorber energía inadecuada y por lo tanto es recomendable lavarlos inmediatamente.
Los minerales personales tienen que ser limpiados como mínimo una vez al año, y la mejor fecha es el día anterior a nuestro cumpleaños, que es cuando cerramos un ciclo.
También es importante aclarar que los minerales de protección, como la turmalina negra, el ónix o el shungit, además de lavarlos, se pueden dejar en una maceta con tierra para que "descarguen la negatividad que eventualmente acumulen. De este modo conseguiremos que estén más potentes ya que su función es absorber negatividad y enviarla al fondo de la tierra.
Un mineral limpio es siempre un foco de luz y positividad.
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