Rosario Martínez Ferrero. Profesora de Yoga de la AEPY
Las dos únicas cosas que necesitas para practicar yoga y meditación son tu cuerpo y tu mente (Rodney Yee). Igualmente para vivir en paz, prosperar, madurar, estar sano y vital en todos los aspectos de la vida.
Nuestras creencias nos limitan, las hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida y se han convertido en hábitos que nos impiden vivir como deseamos. Tal vez te estés preguntando si ahora es el momento para empezar el cambio, para dirigirte a lo que siempre has soñado. La respuesta es sí.
¡Pasa a la acción, acepta el riesgo de vivir! ¿Cómo te ayudan el yoga y la meditación? Con la práctica constante (abhyasa) y el desapego (vairagya).
Abhyasa es la práctica de recordar el Ser. Podríamos decir que es la purificación de nuestra memoria, cambiando el recuerdo (las creencias) cambia nuestro carácter. Por eso practicamos yoga, meditamos, leemos libros que nos dan mensajes de crecimiento, de fuerza, de amor, bibliografías de maestros, todo lo que nos recuerde lo que ya somos, algo mucho más elevado que nuestros pensamientos y emociones.
Vairagya es la práctica del desapego. Significa que no nos identificamos con lo falso, si no con lo real. En ocasiones se cree que vairagya significa que carecemos de amor y de compasión, pero esto no es cierto. Si alguien se cae y se hace daño no lo ignoramos y pensamos "es su karma". No, incluso aunque sea su karma, mostramos compasión. La práctica más elevada del desapego consiste en no identificarnos con nuestros propios pensamientos.
Practicadas en meditación, vairagya, en su estado más elevado, es la renuncia a los pensamientos, y abhyasa, centrar los pensamientos en el Ser.
Las grandes personalidades de la historia confiaron en su voz interior. Lograron aquietar su mente, meditaban diariamente, y el susurro se volvió más perceptible poco a poco. Tú puedes liberar la mente de las antiguas creencias y transformar la meditación en tu sadhana (práctica) para toda la vida, permitiéndote brillar y vivir como mereces.
Yoga Pasión por Vivir significa acción; abhyasa, la acción de la práctica continuada, entrega. Es verdad que puedes favorecerte con la práctica del yoga y ver sus beneficios muy rápido, pero es cuando te entregas a él con total confianza y fe cuando verás aparecer los milagros en tu vida, tanto a nivel de salud física como emocional y mental. Ya lo decía Buda: "Una fe sin acción es una fe muerta".
Y hablando de acción, cuando practicamos yoga cada postura se mantiene por un tiempo. Podría parecer más tiempo del que resulta cómodo. Eso es una parte muy importante de la práctica: la incomodidad que surge al mantener la postura. Esta incomodidad puede ser de dos tipos: puede tratarse de incomodidad física, incluso un ligero dolor físico, o de incomodidad mental, porque a la mente no le gusta que la obliguen a estarse quieta. ¿Qué debes hacer, por tanto, cuando surja la incomodidad mental, la incomodidad física o en muchos casos ambas? ¿Utilizas la fuerza de voluntad y dices "voy a mantener esta postura pase lo que pase"? Sería una forma de superar la incomodidad o el juicio mental que dice "no quiero seguir". Sin embargo, esto no es lo más útil (la fuerza de voluntad, el esfuerzo, la lucha frente a la incomodidad que surge). Lo que puedes usar es el poder de tu conciencia. Cuando estás en la postura y al cabo de unos minutos percibes que aparece la incomodidad y le aplicas tu conciencia, implica que le estás permitiendo ser como es. No luchas con ella, no haces ningún esfuerzo, no aplicas la fuerza de voluntad, sino que aportas una conciencia completamente diferente, la de permitir que lo que es sea como es.
El aspecto más útil que puedes obtener de la práctica del yoga, por encima de los beneficios físicos, es que puedes familiarizarte con el hecho de permitir que cualquier cosa que surja en el momento presente sea como es. De repente descubres que hay una incomodidad y un espacio a su alrededor, y ese espacio es la conciencia. No reaccionas, no te identificas con la condición de incomodidad.
¿Qué sucede en la vida diaria? Lo mismo pero a mayor escala: retos físicos, emocionales, mentales, de situaciones, personas... Cuando los retos llegan a la vida diaria puedes volver a darte cuenta de que este momento es como es, y que la única forma sensata de vivir es percatarse de la inevitabilidad del ser del momento presente, porque ya es, con lo cual incorporas el permitir, la cualidad del yin, que significa abrazar, dejar que la forma que adopte este momento sea como es. Así puedes aplicar a tu vida diaria lo que has aprendido en tu práctica estructurada de yoga.
Te deseo lo mejor en tu práctica de Yoga y en tu práctica de la vida diaria.
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