Alt Benestar
El dolor es el primer motivo por el que una persona sana acude a una consulta médica, constituyendo el síntoma principal de una enfermedad. Desde el punto de vista de la medicina convencional, se considera que los dolores son originados debido al deterioro del organismo, por lo que ante un proceso de dolor se busca un hueso desgastado o una lesión muscular o ligamentosa, sin encontrar en algunos casos una causa clara.
La psicosomática entiende los problemas físicos como manifestaciones externas de una causa subyacente asociada a las emociones.
La interacción entre lo concreto (el cuerpo físico) y lo abstracto (la psique y las emociones) forma el conjunto inseparable que da lugar a todas las manifestaciones físicas en forma de dolor o enfermedad.
Pero, ¿qué es realmente la enfermedad? Según un número cada vez más creciente de teorías, todo problema físico tiene su origen en un bloqueo en las funciones psicofísicas. Por ello, una buena alternativa de tratamiento, más allá de poner el foco en acabar con el problema mediante químicos que sólo actúan en el cuerpo físico, es explorar la parte emocional del individuo generando estímulos que fomenten la disolución definitiva de los conflictos de la psique.
Por ejemplo, la cabeza es el centro de la reflexión, por tanto, sería el área de los pensamientos. Un exceso de pensamientos y preocupaciones, ineludiblemente acaba somatizándose en forma de dolor de cabeza. O una persona que suele decir o pensar "me rompo la cabeza", "estoy hasta la coronilla" o "voy de cabeza" es alguien que se desprecia en lugar de apreciarse. Por tanto, en este caso, el dolor de cabeza portaría consigo un mensaje muy claro: "acéptate, no te acuses, no temas al juicio ajeno y pierde el miedo al futuro. No te pre-ocupes; ocúpate".
El Quiromasaje es una terapia alternativa que aúna varias técnicas y metodologías de masaje y manipulación para tratar lo concreto y lo físico, pero también la parte más abstracta y difícil de sanar en los seres humanos: la psique y las emociones.
El quiromasajista profesional sabe detectar los bloqueos psicofísicos mediante la palpación con una mera exploración del tejido, notando contracturas y nódulos duros y dolorosos del tamaño de una nuez que no permiten que el cuerpo siga su tendencia natural de autorrecuperación. Puede apreciar las zonas alteradas y saber, con una aproximación del 90%, la intensidad de dolor sin que el cliente le dé ninguna información, determinando con gran precisión las líneas y nudos dolorosos incluso sin que el usuario colabore.