Mar Tarazona Beltrán. Odontóloga
Unas encías enfermas influyen en la salud de la boca, pero también en la salud general. Pueden provocar mal control de la glucemia en personas con diabetes, favorecen el parto prematuro, aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, etcétera. Por todo ello es importante hacerse revisiones periódicas para la prevención de la enfermedad periodontal y, en el caso que sea necesario, realizar los tratamientos correspondientes.
Las enfermedades de las encías son bastante comunes, pueden empezar con una gingivitis –que es una inflamación de las encías– hasta acabar en una periodontitis con afectación de los tejidos de soporte del diente que eventualmente deriva en problemas graves como infecciones, destrucción de masa ósea y finalmente pérdida de los dientes.
Los síntomas de una periodontitis son el mal aliento, encías rojas, brillantes e inflamadas, la presencia de sangrado, sensibilidad en los dientes debido a la exposición de los cuellos dentarios, dolor al masticar y movilidad en los dientes.
Se ha observado que padecer periodontitis puede conllevar un riesgo aumentado de aparición y/o progresión de ciertas condiciones sistémicas:
Bacteriemias: es el paso directo de bacterias orales al torrente sanguíneo. Con el avance de la enfermedad periodontal la acumulación y reproducción de bacterias aumenta y por tanto el paso de las mismas al torrente sanguíneo, lo cual puede llevar al desarrollo de enfermedades sistémicas.
Inflamación sistémica: hay un aumento de marcadores de la inflamación tales como la proteína C reactiva. Este estado de inflamación sistémica puede deberse a una condición generalizada, como la obesidad o bien a una infección local, como la periodontitis. Hay estudios que comparan la relación entre la obesidad y la enfermedad periodontal, los datos obtenidos indican que un alto índice de masa corporal, circunferencia abdominal, niveles séricos de lípidos y porcentaje de grasa subcutánea están asociados con mayor riesgo de enfermedad periodontal.
La inflamación sistémica por consecuencia de los procesos infecciosos crónicos como la periodontitis promueve la activación del endotelio vascular, favoreciendo la formación de placas de ateroma, principales desencadenantes de los accidentes cardiovasculares. Por ello se aconseja el cuidado de las encías como una medida más de prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares.
En los últimos años se ha constatado que la relación entre periodontitis y diabetes es bidireccional. Se ha visto que los pacientes con diabetes mal controlada presentan un riesgo mayor de padecer periodontitis y que los pacientes con periodontitis presentan un peor control glucémico y mayor riesgo de aparición de complicaciones.
También se ha observado que las pacientes embarazadas con periodontitis tienen un mayor riesgo de tener niños prematuros o con bajo peso. Se recomienda que las mujeres embarazadas o que están planeando un embarazo se realicen una revisión bucal y deben ser capaces de alcanzar un alto nivel de higiene bucodental durante todo el embarazo. En caso de necesitar un tratamiento de raspado dental, se recomienda su realización al principio del segundo trimestre, aunque si existe una infección aguda, se debe tratar en cualquier momento del embarazo para evitar su diseminación.
Hay evidencias que sugieren una relación entre la periodontitis y otras enfermedades sistémicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía, enfermedad renal crónica, la artritis reumatoide (tienen un origen muy similar), el deterioro cognitivo, el síndrome metabólico y el cáncer. Aunque todavía se necesitan estudios adicionales para comprender mejor estas asociaciones.
Aparte de todos los beneficios del tratamiento periodontal a nivel de la salud general, el principal objetivo es el mantenimiento a largo plazo de los dientes naturales en un estado saludable, funcional, estéticamente aceptable y sin dolor, mejorando así nuestra calidad de vida.
La prevención es la mejor medicina:
• Buena higiene dental, cepillado correcto y uso del hilo dental o cepillo interproximales con regularidad.
• Dieta saludable, rica en nutrientes esenciales en especial las vitaminas C, D, betacarotenos y calcio. Dichos alimentos cuentan con propiedades antioxidantes que permiten la reparación del tejido conectivo y ayudan a curar la periodontitis. Reducir el consumo de azúcares y el almidón.
• Evitar el tabaco.
• Visitar al dentista para limpiezas y exámenes regulares.
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