María Marí Puertes
Muchas personas, sin importar la edad, no saben dónde está ni cómo es, ni para qué sirve esta parte del cuerpo humano. El suelo pélvico –o periné– es el conjunto de músculos que tapizan la parte inferior de la pelvis que, como su propio nombre indica, forman el "suelo" de la vejiga, la vagina, el útero y el recto, como soporte de estos órganos.
Se tiende a pensar que esta estructura tiene forma de hamaca, pero no es así, sino todo lo contrario. En condiciones normales, es una bóveda convexa.
El suelo pélvico se adapta a nuestros movimientos, a los cambios posturales y de presión, y lo hace manteniendo una tensión entre sus estructuras para sujetar la vejiga, el útero y el recto. Por tanto, como consecuencia de esfuerzos o traumatismos tales como el parto, la episiotomía, intervenciones quirúrgicas, etcétera, puede debilitarse y no sujetar estas vísceras, por lo que se produce una alteración en la función.
Problemas derivados
Entonces pueden aparecer:
• Incontinencias urinarias y/o anales.
• Prolapsos (descenso de los órganos que sujeta).
• Disfunciones sexuales.
• Dolores en estructuras asociadas: espalda y cadera.
Los músculos del suelo pélvico van unidos al coxis (la parte final de la columna vertebral) y a la cadera. Por esta razón, un problema en esta zona del cuerpo, ya sea por estar debilitada o todo lo contrario, puede provocar dolor de espalda o ser reflejado en la cadera.
Una frase hecha, para nada normal
El hecho de "mearse de risa" es algo tan extendido que hasta existe una frase hecha. Y sí, es tan generalizado que, por serlo, no significa que sea normal. El sistema urinario debe poder contener la pérdida de orina ante una risa, una tos, un estornudo.
Hoy en día este tema es "tabú". Las personas que tienen incontinencia van a su médico cuando el problema está muy avanzado y, al no tener conocimiento de este campo de la fisioterapia y su tratamiento, son derivadas al especialista. Y, en muchos casos, acaban pasando por quirófano para poner una malla que sujete la víscera o evite la incontinencia.
Estos son problemas que muchas veces tienen solución y, por vergüenza o por desconocimiento, no vamos a que el fisioterapeuta especializado en esta materia haga una valoración y tratamiento de los músculos del suelo pélvico.
El 90% de las incontinencias urinarias se resuelven satisfactoriamente con fisioterapia y si bien algunas personas no se recuperan integralmente, notan mejoría en la calidad de vida.
Los músculos del suelo pélvico son como los del resto del cuerpo, por lo que también se contracturan. Puede haber microrroturas, cicatrices, dolor o simplemente una debilidad. Por esta razón la prevención juega un papel muy importante en estas cuestiones.
Por ejemplo, si una mujer está pensando en quedar embarazada o ya lo está, debe tener una buena preparación muscular, un buen tratamiento para afrontar ese momento y que el traumatismo que supone el parto no afecte tanto.
Algo que poco se sabe
¿Y si en el parto realizan una episiotomía (el corte con su respectiva cicatriz) y hay dolor? Los problemas que puede haber después de un parto son tratables por un fisioterapeuta especializado, pero lamentablemente muy pocas mujeres lo saben y muchas no se tratan.
Por tanto, hay que concienciarse de que estos músculos son muy importantes en la estructura corporal y sus patologías afectan a la calidad de vida de quien las padece.
Los tratamientos que se realizan son totalmente personalizados, con valoración previa, en casos donde hay patología, también en prevención o preparación al parto, o ante cualquier operación que afecte a la musculatura de estas estructuras (operaciones de próstata, fístulas o fisuras anales, hemorroides, histerectomías, etcétera).
En cualquier caso, puedes acudir a IVATENA e informarte para sacar todas tus dudas, sin vergüenza y con normalidad.
María Marí Puertes es fisioterapeuta especializada en suelo pélvico e imparte un curso para ejercitar el suelo pélvico en Valencia en el Instituto Valenciano de Terapias Naturales.