Carla Iglesias. Aqua Aura
El gran arte de representar en un soporte bidimensional toda una historia, una situación, la búsqueda de ayuda a un problema, o simplemente potenciar una determinada circunstancia, siempre es asociado con complicados dibujos y formas. Los mandalas o yantras son representaciones gráficas de una energía, lugar, situación o de una persona.
El mandala más conocido y preciso es la carta astral. Una de las "máximas" hoy en día en gemoterapia es que "al mineral hay que dirigir su energía". Si se quiere recibir un beneficio a través de un mineral, no sólo hay que llevarlo colgado o en contacto con la persona, podemos "enviar" su energía a través de un mandala. En el caso de una carta astral o árbol cabalístico personal, necesitamos la ayuda de un profesional para que nos indique dónde está el punto exacto a fin de colocar minerales.
En la carta astral podemos suavizar cuadraturas, tránsitos a veces difíciles, o simplemente protegernos, haciendo un cuadrado con turmalinas negras alrededor del círculo que representan las doce caras. Las piedras amarillas o doradas estimulan el trabajo si localizamos la casa que simboliza esa energía, como también las malaquitas y cuarzos en la casa que representa la salud.
Si se trata del árbol cabalístico, ponemos las piedras sobre cada sefirot o sendero. Si no queremos la ayuda de un profesional para que nos explique dónde localizar el punto exacto para construir el mandala, una opción es usar fotografías o sencillamente escribir nuestro nombre completo y fecha de nacimiento en un papel.
En el caso de las fotografías podemos rodear imágenes de familia con amatistas en canto rodado para conseguir transmutar y superar pequeños o grandes problemas. Cuando los conflictos vienen derivados por falta de comunicación, se colocan turquesas y cuarzos rosa, alternados, haciendo un círculo o en forma de corazón sobre la foto.
Formas más terrenales como rectángulos y cuadrados las utilizamos para combinarlas con ojos de tigre y piritas, a fin de mejorar la economía o simplemente para mantener la energía de la prosperidad.
Si tenemos una tarjeta de visita, es suficiente con colocarle una pirita encima y guardarla en un sitio especial de la casa, lejos de miradas ajenas.
Cuando una madre quiere proteger a su hijo, debe poner una turmalina negra sobre la foto y rodear ésta de amatistas, así representamos la energía de la protección y transmutación a través de la combinación de estas piedras.
Una vez que conocemos un poco más a fondo las propiedades de los minerales podemos ser más concretos en los mandalas.
Para superar momentos a veces difíciles en nuestra vida, al emplear minerales como el ámbar, que simboliza el pasado, o la amazonita, que representa transformación y cambios, se puede conseguir resultados rápidos y muy efectivos.
Al construir un mandala es importante recordar hacerlo en la fase lunar correcta, por norma general luna creciente, y dejarlo por lo menos todo un ciclo lunar. Hay mandalas que se pueden dejar permanentemente en casa. Nuestra foto al lado de un cuarzo rosa siempre nos traerá energía de amor.
Siempre que construyamos un mandala para tercera personas deberíamos pedir permiso al universo, así también tendríamos a nuestro favor todas las fuerzas sutiles como ayuda.
Para mantener un mandala activo es necesario una vez a la semana limpiar con agua corriente todas las piedras. Una vez secas y limpias, se vuelven a colocar en su sitio, renovando las energías y dando de nuevo fuerza al mandala.
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