Hydrologos
Vuestra triste realidad declarada, "habrá más plástico en el océano que peces para el 2050", ha ocupado y con buena razón un lugar central en los medios mundiales recientemente. La contaminación plástica ha alcanzado proporciones epidémicas e incontrolables. El crecimiento desenfrenado de la producción de plásticos, especialmente en plásticos de un solo uso, finalmente se reconoce como uno de los mayores riesgos para el medio ambiente y el bienestar de la humanidad.
El plástico no solo está enterrando la superficie de la tierra bajo una capa de desechos no biodegradables, sino que también está saturando nuestros océanos y suelos con pequeñas partículas de plástico.
Impacto en humanos
Cada vez son más los estudios realizados por médicos, toxicólogos y epidemiólogos que revelan los impactos negativos del plástico en la salud humana. Las investigaciones realizadas hasta ahora son altamente preocupantes.
Los ftalatos, utilizados en la producción de plásticos blandos, se han relacionado con asma, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el cáncer de mama, la obesidad, diabetes tipo II, el bajo coeficiente intelectual, los problemas de desarrollo neurológico, de comportamiento, los trastornos del espectro autista, el desarrollo reproductivo alterado y los problemas de fertilidad masculina.
El bisfenol A (BPA), el alterador hormonal por excelencia y disruptor endocrino, se encuentra comúnmente en los contenedores de alimentos y bebidas de plástico de policarbonato (PC), y es otra sustancia química que se acumula en el cuerpo humano. Los últimos estudios demuestran en Alemania que mujeres embarazadas y niños pequeños orinan todos los días una muestra significativa de BPA. Este es el compuesto químico que se retiró desde el 2011 de los biberones, pero no del resto de envases. Francia es uno de los pocos países pioneros en eliminar y erradicar este compuesto químico de todos los envases alimentarios, y los certifican con la conocida etiqueta (BPA Free).
Cuanto más plástico utilicemos y consumamos "involuntariamente", más exposición potencial tendremos a estos productos químicos y mayor será nuestro riesgo de sufrir sus efectos negativos para nuestra salud.
Y aquí es donde radica el problema fundamental: nuestra confianza en el plástico se ha arraigado tan profundamente en la sociedad humana que es casi imposible evitarlo. Solo hay que caminar por un supermercado para ver que la gran mayoría de los productos de agua y alimentación en venta están empaquetados por algún tipo de plástico. Sin mencionar que muchos de nosotros enviamos a nuestros hijos a la escuela todos los días con esas botellas plásticas de agua y alimentos envueltos en bolsas de plástico colocadas dentro de una fiambrera de plástico.
Impacto en los océanos
En ninguna parte es más evidente el flagelo del plástico que a lo largo de nuestras costas y en nuestros océanos, y en este punto es donde nos damos cuenta del error que se ha cometido.
Las playas de todo el mundo están llenas de restos plásticos de todas las formas, tamaños y orígenes posibles. Parte de este plástico es recogido por las aves marinas que lo comen y alimentan a sus polluelos. La evidencia muestra que hasta el 90% de las aves marinas tienen plástico en el estómago.
Esto ha contribuido a la disminución estimada de dos tercios en el número de aves marinas en todo el mundo solo en los últimos 60 años.
Los micro y nanoplásticos también son ingeridos por error por todo tipo de vida marina costera, incluyendo nutrias, mariscos, corales y peces.
La triste verdad es que la sociedad humana no ha hecho durante años un gran esfuerzo por intentar erradicar el plástico que fluye en nuestras vidas diarias. Es una locura, especialmente cuando considera cuáles son las posibles implicaciones para la salud, y el hecho de que todavía no comprendemos o apreciemos por completo el alcance total de estas implicaciones.
Pero poco a poco se está haciendo mucho ruido en los medios de comunicación y redes sociales, campañas de concienciación para intentar cambiar nuestros hábitos de consumo y evitar consumir plásticos de usar y tirar.
"Hagamos de nuestro planeta un mejor lugar para vivir y compartir, e intentar dejarlo mejor de como lo encontramos, nuestras próximas generaciones seguro que lo agradecerán".
Hay que seguir concienciando a la población para que entendamos qué elegir, planeta o plástico.