por Emi Zanón Simón. Escritora y comunicadora
Según lo publicado por el Intituto de Óptica de Madrid, “la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en su LXVIII sesión el año 2015 como Año Internacional de la Luz y de las Tecnologías Basadas en la Luz. Dicha resolución cuenta con el copatrocinio de 35 países, entre los que se encuentra España. Mediante dicha decisión, la ONU reconoce la importancia que la luz y las tecnologías basadas en la luz tienen en la vida de los ciudadanos del mundo, en el desarrollo de la sociedad y en los retos a los que se enfrenta la humanidad. La luz juega un papel fundamental en nuestra vida cotidiana. Ha revolucionado, entre otros aspectos, la medicina o la manera de fabricar productos y ha posibilitado el desarrollo de Internet.
"Durante siglos, la luz y sus aplicaciones han constituido un elemento de unión que trasciende todas las fronteras, no sólo las geográficas sino también las de naturaleza cultural, de género o edad. La luz constituye, asimismo, un tema enormemente atractivo a la hora de motivar diferentes aspectos educacionales. En este sentido, el aumento de la conciencia mundial sobre la difusión y enseñanza de la ciencia, en particular la relativa a la luz y sus tecnologías, es esencial para abordar retos como el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida debido a su impacto directo en áreas como la energía, la agricultura, la salud o la educación”.
Tras el artículo que escribí el pasado mes de diciembre, “All we need is Love” (Todo lo que necesitamos es Amor), en el que recordaréis que hablaba de la “nueva frecuencia de la Luz en el planeta”, me ha llenado de felicidad el hecho de que el nuevo año que ha comenzado sea declarado por la ONU como el Año de la Luz, pues aunque lo enfocan en su aspecto científico y tecnológico, no deja de ser un reconocimiento -desde sus inconscientes quizá- a la Luz. Porque, ¿acaso es una casualidad este hecho? ¿Es casualidad que enfoquemos nuestra atención en la Luz? No. No lo es. Las casualidades no existen. La nueva era de la Luz es ya una realidad. Todas estas iniciativas forman parte de los cambios masivos de conciencia que estamos experimentando, enfocados en el nuevo paradigma “holístico”, en el paradigma de la unidad, de la luz y del amor.
Si el mundo científico va a enfocar toda su atención y energías hacia la Luz en este 2015,¿qué no haremos desde la espiritualidad? Propongo enfocar intensamente nuestra Luz personal en tres vías de acción: la primera “social”, ayudándonos los unos a los otros tanto como podamos; la segunda “ecológica”, respetando al máximo a nuestra madre Tierra; y tercera “personal”, enfocarnos en nuestro crecimiento personal. Es, esta última vía de acción, la más importante de todas a mi entender, pues es con nuestro mayor crecimiento personal, con nuestra mayor apertura de conciencia, que conseguiremos responsabilizarnos plenamente de nuestras acciones y que la Luz que hay en cada uno se manifieste, trayendo a nuestras vidas todo lo que necesitamos.
Por tercer año consecutivo, quiero agradecer de corazón a Aurelio Álvarez (director de esta revista) y a su equipo el darnos la oportunidad de compartir nuestras experiencias y sentir a través de las páginas mensuales de TÚ MISMO: un consolidado y buen referente de los nuevos senderos por los que tarde o temprano tod@s vamos a caminar.
Gracias, lector de TÚ MISMO: ¡que en el 2015 toda la Luz de tu Ser sea manifestada!