Cristina Sanz
Orientadora Adleriana
"Confía en el movimiento. La vida ocurre a nivel de los acontecimientos, no el de las palabras. Confía en el movimiento". Alfred Adler
Si te dijeran que el poder de cambiar tu vida está dentro de ti y que el primer paso es tu compromiso, ¿estarías dispuest@ a seguir adelante? Si te dijeran que técnicamente lo mas difícil ya está superado por el hecho de ser consciente de necesitar cambiar una parcela de tu vida con la que te sientes insatisfecha, molesta, frustrada, insuficiente, indefensa...
El segundo paso sería reflexionar acerca de aquello que más deseas cambiar o mejorar entre las cosas que conforman tu vida.
La teoría adleriana nos recuerda las cuatro tareas vitales fundamentales: el amor, la sociedad, el trabajo y ser. Dentro de cada apartado encontraremos diferentes aspectos que nos ayudarán a valorar el nivel de satisfacción y felicidad de ese ámbito en detalle.
Pongamos como ejemplo la tarea del trabajo de una maestra. Ella puede estar relativamente en paz con las áreas del amor, la sociedad y su propio yo, pero puede que en el ámbito profesional quiera mejorar su relación con sus alumnos y/o cambiar su manera de enfrentrarse a los retos y de manejar los comportamientos difíciles a los que se enfrenta día a día, algo que le hace sentir "en guerra" con los adolescentes con los que trabaja semana tras semana.
La podemos invitar a que ella misma valore este aspecto para comprender cuál es su percepción y grado de satisfacción. Aquí es importante recalcar que este valor lo dé de forma subjetiva para poder apreciar bien desde la perspectiva de cómo siente que esa parte de su vida está siendo para ella y únicamente así podremos, desde la verdadera y sincera interpretación personal, ir hacia la mejora que desea y puede alcanzar.
Pongamos que le asigna un 3 (sobre 10). Esto refleja bien su frustración y malestar. Podemos preguntarle qué le puede ayudar a pasar del 3 al 4, que visualice lo que la ayudaría. "¿Qué estarías haciendo?", "¿a qué se parecería?". Las preguntas son aquí un arma muy poderosa que puede hacer que comencemos a crear pequeños cambios mentalmente, los cuales ayudarán poco a poco a redefinir la forma en que vivimos ese aspecto de nuestra vida.
Por otra parte, un aspecto fundamental que nos enseña la Psicología Adleriana es que las respuestas están dentro de nosotros y las encontraremos a través de nuestras fortalezas, algo que ya poseemos y con lo cual nos sentimos seguros porque forman parte de nuestra manera de actuar en la vida.
El siguiente paso es transferir las fortalezas a ese aspecto del que no estamos satisfechos o nos causa desazón, preocupación, problemas... Cuando eres consciente de tus fortalezas en un área concreta en la que sí estás satisfecha y te sientes fuerte, puedes transferirlas a otro ámbito de tu vida para que estas te ayuden a mejorarlo. Partimos entonces de algo que ya da seguridad y dirección para apoyar el cambio, poco a poco, con el soporte de algo conocido y sólido.
Además de apoyarnos en algo que ya poseemos, hay otra cosa más que nos ayudará en este nuevo paso que damos: el interés social. El interés social es central en la teoría adleriana, algo que me ayuda a mí al tiempo que contribuye al bien del otro. El ser humano quiere ayudar en su entorno por salud mental, quiere hacer el bien a quienes lo rodean y con ello siente que su vida mejora. Es un sentimiento de comunidad que Adler llamó Gemeinshaftsgefüel. Aquello que hacemos para contribuir y que tiene un impacto positivo en las personas que nos rodean y así poder verse beneficiadas por nuestras acciones y conductas socialmente útiles.
Guía a quien necesita y pide ayuda
A través de técnicas y ejercicios derivados de la Psicología Adleriana podemos ofrecer orientación individual a las personas que pasan por momentos difíciles pero que no tienen una patología, ya que no se trata de terapia, sino de guiar a la persona que pide ayuda. Parte de un compromiso por parte de la persona que es el responsable de su propia mejora, por lo que si se ponen en práctica las pequeñas decisiones que va tomando, se siente cada vez más alentada y empoderada a continuar practicando y sintiendo la mejora.
Los recuerdos de la infancia; cambiar los pensamientos, sentimientos o decisiones; la observación más memorable, las preguntas poderosas, son algunas de sus herramientas para ser conscientes de nuestra fuerza y poder cambiar aquello que nos turba en nosotros o en la relación con los demás.
Los councelors u orientadores adlerianos pueden darte las claves para que te pongas manos a la obra y mejorar tu vida desde tu presente, teniendo en cuenta tus fortalezas y adoptando una actitud alentadora para que, de forma plausible, trabajes a través de los pequeños pasos u objetivos a muy corto plazo y poniendo en práctica cada día las nuevas ideas, decisiones útiles y abrazando el error y el fracaso como parte del proceso de aprendizaje.
No se trata de terapia, sino de una conversación que se nutre de herramientas adlerianas, basadas en las fortalezas y en el aliento (alentar la motivación intrínseca del individuo)
Practicar es la clave, de hecho lo peor para un adleriano no es el error, sino no haberlo intentado.
Tanto si quieres ayuda para mejorar tu relación contigo mism@, con tus hij@s o pareja, como en tu entorno laboral, tú puedes hacer cambios con ayuda de una orientadora o counselor adleriana.
Solo tienes que desear o necesitar ese cambio, el resto vendrá poco a poco con su orientación y guía.
La autora es, además, entrenadora de Disciplina Positiva y formadora Montessori, en la actualidad estudia un Máster en Counseling Adleriano en la Universitat Ramón Llull.
www.escuelalifeskills.com