Aurelio Álvarez Cortez
¿Quién no quiere contar cada día con más tiempo? El tema no es nuevo, pero la sensación de falta de tiempo se ha vuelto crónica. Alicia Iglesias, organizadora profesional y coach de organización, propone soluciones y presenta su experiencia en “Pon tu vida en orden” (Plataforma Editorial), donde explica cómo vivir más tranquilos y felices. Dialogamos con la Marie Kondo española.
-¿Cómo te has convertido en una organizadora profesional, Alicia?
-Cuando tú eres una persona muy desordenada, pierdes muchísimo tiempo todos los días en buscar cosas, y estás constantemente buscando y buscando. Llegas tarde a todos los sitios porque no encuentras las llaves del coche, o las de casa, y las necesitas. Cuando empieza a pasar esto en tu vida, empiezas a tener ansiedad, nerviosismo, cabreos familiares, te encuentras mal. Hay un momento en que tu cuerpo te ordenará parar, comenzarás a tirar cosas y poco a poco te irás convirtiendo en una persona más ordenada. Así empecé, lo cuento en el libro. Terminas siendo una persona bastante ordenada, no cuadriculada, que no tiene que ver con esto.
-No hay que caer en la obsesión.
-No, todo dentro de una normalidad. Tengo una niña pequeña y mi casa puede estar desordenada a las 7 de la tarde, pero es posible controlar, sabiendo qué sitio es para cada cosa, y de este modo logro que en unos cinco minutos esté ordenada.
-¿Qué es para ti el orden?
-Para mí orden es vivir tranquilo, no tiene nada que ver con ordenar. Estar ordenado en todos los aspectos.
-Una persona tranquila puede estar bailando, volando en parapente o en medio del caos y sentirse tranquila. ¿Tú cómo estás tranquila?
-Con mi vida en orden, sabiendo que tengo todo controlado dentro de una normalidad, sin exageración.
-¿Orden es control?
-Control, tranquilidad… y paz mental, pero no un control obsesivo.
-¿Alcanzan veintiún días para entrenarse y poner en orden la casa?
-Si sigues mi método, seguramente. Cada día puedes dedicarte a ordenar tu casa, haciéndolo de manera consciente funciona. Si no dispones de ese tiempo, probablemente tardes más días. Depende según el tiempo que le puedas dedicar.
-¿Cuáles son las claves para ser ordenado?
-Pues tener un sitio para cada cosa, no tener más cosas que las que puedes controlar y un pelín de disciplina. Es decir, cuando llegas a casa, no dejar el abrigo tirado en una silla si hay perchero.
-Es decir, cuando llegas a casa debes tener cierta…
-Rutina. Es una de las bases del orden, a no ser que quieras meterte en maratones de limpieza y organización todas las semanas. Debes tener rutinas diariamente, como dejar las cosas en su sitio o realizar técnicas de limpieza, y permitir que cuando llegue el fin de semana o un día de descanso no haya una maratón.
-Uno de los sitios más despreciados para limpiar es el baño. Tú aseguras que puedes mantenerlo limpio en cinco minutos.
-Tengo cien mil seguidores en las redes sociales y, según me cuentan, la mitad lo hace. A través de numerosos mensajes dicen que lo han comprobado. Si tú quieres un baño limpio en cinco minutos, lo primero que debes hacer es apartar el móvil y ponerte a la tarea de forma consciente. Pon el cronómetro y verás que puedes lograrlo, solo tienes que probar.
-¿Acumulamos mucho?
-Muchísimo. En vez de tres jerséis, tenemos veinte. En España, esta costumbre viene de la Guerra Civil, un periodo de carencia. Se nota en las despensas de los hogares, llenas de productos, con harina como para abastecer una panadería. Y muchas veces esos productos se estropean. No es necesario tener almacenado tanto cuando hay un supermercado en la esquina de casa, o dando un click al ordenador te lo mandan a casa. Con las ofertas “3 x 2” al final no ahorras nada.
Según nuestros usos y costumbres en cuanto a la comida, es suficiente tener unos básicos, como un kilo de harina empezado y otro kilo por si quieres cocinar un bizcocho, o un paquete de pasta y otro para abrir… Todo de acuerdo con tu tipo de alimentación, no hace falta más.
-¿Es cuestión de edades esto de acumular?, ¿los milenials acumulan?
-Sí, los milenials también acumulan. Trabajo ordenando casas y tengo clientes milenials que lo hacen. Un milenial guarda mucha ropa o si se pasa al veganismo, almacena producto vegano, por ejemplo.
-Dices que no hay que convertir la casa en una biblioteca.
-Puedes comprar un libro, que es una cosa, y luego de leerlo no pasa nada al deshacerte de él, donándolo a una biblioteca. O ir al punto limpio para dejar una enciclopedia desactualizada. No pasa nada.
-Es que nos aferramos a las cosas.
-Las cosas son cosas. Es el primer concepto para tener en cuenta. Si se rompe un plato no pasa nada. No quiere decir que maltratemos las cosas y que se rompan, pero normalmente cuando se rompe un vaso ¡qué desgracia!, pero… ¿lo es? Reflexionemos. Los monjes budistas hacen muchos mandalas con piedras, arena, disfrutan el proceso de creación y una vez que los terminan inmediatamente los destruyen, y siguen. Esta acción invita al desapego, y con los niños hay que practicarlo mucho. En manualidades tendemos a guardar lo que hacen como si fueran trofeos, por ejemplo un collar de macarrones, pintado, perfecto… pero hay que tirarlo y ya está, mañana haremos otro.
-Aplicas principios del feng shui.
-Como las otras técnicas que utilizo, el feng shui es una filosofía de vida. Explica que tiene que fluir el chi, que no es otra cosa que la energía de la casa. Se trata de vivir cómodo en casa. Si debes limpiar la bañera y está rodeada de botes, tardarás 20 minutos y probablemente no lo hagas correctamente. Si tú eliminas los botes, el chi estará alrededor de la bañera y podrás limpiar más fácilmente. El feng shui me encanta, tiene consejos muy lógicos como lo referido a la colocación del cabecero de la cama. No puede estar a espaldas de la puerta del dormitorio, porque estarás intranquilo. No es que vaya a entrar nadie, pero imagínate que se abre la puerta por una corriente de aire, seguramente te sobresaltarás.
-¿Claves esenciales del feng shui?
-Permitir que fluya el chi sin obstáculos dentro de tu casa. Por ejemplo, no poner cosas que impidan el paso en un pasillo. A nadie se le ocurre colocar un sillón allí porque impediría pasar cómodamente, habría un atasco energético. El chi no fluiría, pero tampoco tú podrías pasar sin cierta dificultad, con escasos centímetros para hacerlo.
-¿Existe relación entre el orden y los colores?
-Muchísima. Cuando entras en una habitación llena de colores no planificados parece un baturrillo. La sensación es de un completo desorden y sobre todo descontrol. Yo apuesto por aplicar la regla del 60-30-10. En los grandes almacenes de decoración, fíjate, la utilizan un montón. Un 60% de un color base, 30% de otro y 10% de otro. Esto no quiere decir que no puedas meter pequeñas pinceladas, mínimas, de otros tonos. Armoniza mucho, quita ruido visual y da la sensación de orden. A mí, por ejemplo, me gusta una base en blanco, que ayuda a que los espacios parezcan más grandes, luego beige y mostaza o gris y beige. Pero depende de los gustos. Según el feng shui, las zonas de la casa deben tener un determinado color u otro.
-¿Menos es más?
-Siempre. Mejor dos pantalones que te queden bien, que cuatro que te queden mal. Sobre todo en la cuestión ropa, menos es más. Algo práctico, fácil, que lo puedas escoger rápidamente sin perder tiempo y que te sientas cómodo.
-¿Y la gestión del tiempo?
-Gestionar tu tiempo de manera correcta es fundamental. ¿Cuánto tiempo perdemos al día? No puedo entender a quienes llegan tarde a todos los sitios. No hay previsión del tiempo porque no somos conscientes de lo que tardamos en hacer cada cosa. Si sales todos los días diez minutos tarde de casa algo va mal. Haces algo por la mañana que no deberías o tienes que levantarte diez minutos antes. Parar a pensar, anotando lo que hacemos en un día, nos ayudará mucho para ver en qué perdemos el tiempo, o a qué debemos dedicar más tiempo y a qué menos.
-¿Es una cuestión de educación, de entrenamiento, lo llevamos en el ADN?
-No, es una cuestión de ganas. Tienes que estar en el momento vital para hacerlo, y si no lo estás, mejor no lo intentes porque no lo conseguirás y te frustrarás. No es un tema educacional, aunque se puede aprender, yo he aprendido.
-¿Conviene entrenar permanentemente para ser ordenado?
-Sí, no tienes que bajar el control porque, si no te sale de una forma natural, nunca lo harás. Yo soy capaz de ordenar una casa entera si quiero, y todo el mundo puede hacerlo. Pero tienes que vivir de una manera muy consciente.
-¿Se podría resumir entonces en que el orden es reflejo de una vida consciente?
-Sí.