Emi Zanón. Escritora y comunicadora
“Lo inverosímil es un sinónimo de la verdad
que todavía no recoge el diccionario de nuestro tiempo”.
“Adagio” - Aforismos
“La voz blanca”, aforismos, reflexiones y poemas místicos y de la naturaleza, de Emi Zanón.
El proyecto LIGO (Laser Interferometer Gravitational - Wave Observatory) que comenzó su andadura en la década de los ochenta del siglo pasado con la finalidad de observar ondas gravitacionales, anunció en febrero la primera onda gravitacional observada en septiembre de 2015. Al hacerlo, se confirmaba, cien años después, la última predicción del sabio Einstein sobre las ondas gravitacionales curvas en el espacio/tiempo generadas por los fenómenos más violentos del universo, como choque de galaxias, explosión de supernovas, agujeros negros… consecuencia natural de la Teoría de la Relatividad. La onda captada, originada por la colisión de dos agujeros negros situados a mil millones de años luz, nos ha permitido escuchar por primera vez al universo. ¡Un gran avance hacia la exploración del cosmos y el conocimiento de nuestros orígenes!
Todos sabemos que la ciencia (palabra que deriva del latín y significa conocimiento) se basa en la observación, experimentación, análisis, etcéera, para dar algo por cierto o verosímil. Nuestra educación newtoniana, basada en la razón y el empirismo, nos lleva a rechazar sistemáticamente todo aquello que no ha sido refutado por la ciencia –lo inverosímil–, al menos, hasta hace poco, pues es ya una realidad el gran número de personas que caminan por el nuevo paradigma holístico y que saben que tan real es nuestro mundo tangible como todo aquello que escapa a nuestros sentidos.
Albert Einstein tuvo que esperar veinte años para que los científicos del momento aceptaran sus matemáticas de la relatividad, y nada menos que cien años después se acepta, y sólo por verificación, que el universo es curvo. La misma suerte corrió el premio Nobel de Física Heisenberg, que hace más de setenta años estableció ya los principios de la física cuántica –el principio de la incertidumbre– y es ahora en este nuevo milenio cuando se está produciendo la revolución científica que cambiará definitivamente la cosmovisión actual del mundo y del universo.
El doctor Eben Alexander, un científico convencional antes de sufrir un coma que le permitió experimentar los más profundos reinos de la existencia extrafísica (me remito a mi artículo “Life beyond death”), cree que nuestro mundo va a cambiar de forma maravillosa, pero para ello es necesario “ensanchar las barreras de la ciencia en gran parte y de lo que aceptamos” para poder acercarnos a la verdad: la base de todas las cosas. Esa verdad a la que accedemos dependiendo de nuestro grado evolutivo, de nuestro grado de conciencia.
Todo lo que ahora nos puede parecer inverosímil es simplemente algo que por nuestro desarrollo evolutivo no hemos podido todavía constatar. Ningún aparato o máquina puede registrar medidas o frecuencias superiores a las cuales fue creado, por citar un ejemplo. La ciencia-ficción es un avance de las posibilidades que están por venir, dijo Einstein, como también que somos unos grandes ignorantes, pero que no todos ignoramos lo mismo. Los pioneros van abriendo caminos que tarde o temprano caminaremos todos y, una vez más, nos confirman que siempre están en lo cierto.
Hemos tenido que esperar cien años para admitir que Einstein tenía razón. Espero que tardemos muchos menos en entender que somos seres/energías multidimensionales y que no morimos nunca, simplemente vamos cambiando nuestro nivel de conciencia. ¿Recuerdas el principio de física que dice: “La energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma?”.