El comentario "Ojalá", de uno de los lectores de mi último artículo titulado "Dentro de 25 años", y mi respuesta, "Sí, ojalá. Las utopías dejan de serlo cuando creemos en ellas", han sido el motor de arranque para escribir el texto que ahora tienes en tus manos, querido lector. Si bien es cierto que, desde hacía tiempo, tenía en mente escribir sobre el Optimistic Club International y sobre el optimismo y la esperanza como valores superiores, más que necesarios para conseguir una vida más plena y más digna de ser vivida.
Optimistic International (www.optimist.org) es una organización internacional con 2.900 clubes y casi 87 mil miembros repartidos en 35 naciones a lo largo y ancho del planeta. Fue fundada en 1919 y tiene su sede en St. Louis, Missouri, EEUU. Anualmente, lleva a cabo más de 65 mil proyectos de servicio, en especial para la gente joven (seis millones) y gasta 78 millones de dólares en sus comunidades. Y su eslogan y objetivo, "Bringing out the best in youth, in our communities and in ourservelves" (Sacar lo mejor en la juventud, en nuestras comunidades y en nosotros mismos).
En 1922, Christian D. Larson creó el "Credo optimista" y desde entonces se adoptó como el credo oficial de la organización, que os traduzco:
"Sé tan fuerte que nada pueda perturbar tu tranquilidad. Habla de salud, felicidad y prosperidad a cada persona que conozcas. Haz que todos tus amigos sientan que hay algo en ellos. Mira el lado soleado de todo y haz que tu optimismo se haga realidad. Piensa sólo en lo mejor, trabaja sólo para lo mejor y espera sólo lo mejor. Sé tan entusiasta sobre el éxito de los demás como con el tuyo. Olvida los errores del pasado y sigue adelante para conseguir los mayores logros en el futuro. Porta un semblante alegre en todo momento y dale a cada criatura viviente que te encuentres una sonrisa. Dedica tanto tiempo a la mejora de ti mismo que no tengas tiempo para criticar a los demás. Sé demasiado grande para la preocupación, demasiado noble para la ira, demasiado fuerte para el miedo, y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas".
¿Puede haber algo más hermoso? ¿Pueden otras palabras transmitir tanto amor y positivismo? ¿Tanta esperanza? ¡Qué feliz me hizo, en su día, descubrir esta organización! Y desde estas páginas, mi enhorabuena a todos sus miembros.
Caminar por la dualidad de la vida: la esperanza o el escepticismo, el positivismo o la negatividad, el amor o el ego/miedo... es, desde luego, siempre una elección. El Universo nos ha dado el libre albedrío para que experimentemos y caminemos libremente por esa dualidad que nos lleva hacia el entendimiento de la unidad. "La mitad de la belleza depende del paisaje, y la otra mitad de la persona que mira", dijo algún sabio.
Os invito, en especial a todas aquellas personas que mantienen una mirada escéptica de la vida y del hombre, a que os abráis al camino del positivismo. Ya se ha demostrado científicamente que las personas positivas tienen una vida más larga, tienen mejor salud, buenos trabajos, excelentes relaciones de amistad y amorosas... Consiguen tarde o temprano aquello que persiguen... Y, en definitiva, son personas más felices. Yo, que he nacido optimista y con una mirada esperanzadora hacia nuestra especie y nuestro mundo, puedo dar fe de ello.
Y todo esto, por supuesto, tiene que ver con las energías y el nivel de vibración. Pues no olvidemos que vivimos en un Universo energético que está hecho de luz, geometría (todo es matemáticas) y sonido. Nosotros, como parte de él, también.
emizanonsimon.blogspot.com.es
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