Aurelio Álvarez Cortez
Maestra de Un Curso de Milagros (UCDM), una enseñanza espiritual no dual por la que transitaron Wayne Dyer y Louise Hay, entre otros muchas personalidades, Hilda Núñez instruye en exclusiva sobre suestudio y práctica desde hace seis años. Previamente, fue experta en mercado de valores, psicóloga clínica e incursionó en as terapias complementarias. Tras conocer el Curso, vendió todas sus posesiones materiales y reorganizó su vida para poder enseñar libremente. Ahora recorre el país en su autocaravana hasta allí donde la invitan y a través de Facebook, donde cuenta con miles de seguidores, comparte diariamente las lecciones de UCDM.
-¿Cuándo fue tu primer contacto con el UCDM, Hilda?
-Hace seis años yo estaba en un momento de crisis existencial porque, después de haber buscado en muchos caminos, no encontraba uno que dijera “esta es la respuesta”. Todo parecía que me aproximaba, pero no lograba ser feliz continuamente. Pensé que estaba equivocada porque no lo conseguía, y así surgió. Esta es la primera parte del perdón… siempre que perdonamos, que es cuando cambiamos de mentalidad, en un primer momento decimos “debo estar equivocándome porque ya no me estoy sintiendo bien”. Entonces nuestra mente se despeja de la ilusión, del conflicto, de la falsa interpretación, errónea, que es la que me hace sentir mal, y se abre a la interpretación correcta, milagrosa, amorosa.
-¿Cómo explicas qué es UCDM a quien no sabe de qué trata?
-Los problemas vienen de buscar el interés particular, personal, en vez del bien común. Nos sentimos englobados en la totalidad cuando nos consideramos como parte de un todo, eso es lo que nos hace felices: amar, completamente, todo el tiempo. UCDM te propone que empieces a ver que por tu cuenta no ganas nada, que individualmente no tienes criterios para evaluar nada. Aprendemos a dejar de juzgar y empezamos a escuchar la voz de Dios en nosotros, que es la voz del universo diciéndonos cómo pensar, cómo hablar y cómo obrar en pos del bien común.
-Tu experiencia personal fue un quiebre absoluto, un antes y un después. Venías del mundo empresarial y el cambio que diste fue de 180 grados.
-En la búsqueda del sentido de la vida busqué por los caminos más aparentemente materiales del éxito profesional: por ejemplo, en el mercado de valores, los números, la empresa, el marketing. Todo eso investigué, pero no me resultaba satisfactorio. Fui a la vía espiritual y de la salud, y tampoco conseguí la sanación de mi mente porque todavía yo creía que podía sufrir eso que llamamos “enfermedad”. Toda enfermedad es mental, por esa creencia de poder sufrir. En 2013, cuando me abrí a la verdad a que hubiera otra alternativa, otra interpretación, llegó el Curso a mi vida. Dejé la casa rural que tenía, dedicada a las terapias alternativas. Fue un cambio orientado por la voz de Dios en mí, del Espíritu Santo, como la llamamos en el Curso, y se me desplegó el panorama para poder estudiar. Luego fui implementando grupos de Whatsapp para estudiar con amigos y todo se fue dando, hasta que me convertí en una maestra dedicada a esto porque es la única vía, directa, del perdón, del cambio de mentalidad al que todos tenemos que llegar, inclusive por otros caminos que no sea UCDM.
-¿Con qué argumento puedes decir que UCDM no es una religión y sí una vía espiritual que va más allá de las “camisetas”, que trasciende y es transversal?
-El Curso es un camino de espiritualidad por el cual el hombre reconoce que es un ser divino. Hago mucho hincapié en el lenguaje que se utiliza en UCDM, que no es casualidad que sea el que es. En psicología está el tema de la proyección, conocido como un mecanismo de defensa. Generalmente, lo que hacemos es echar fuera la culpa de nuestros males mediante la proyección, y también lo hacemos con Dios. Creemos que es un dios castigador, vengador, y no nos gusta ese término, Dios, porque nos hemos inventado las religiones institucionalizadas creyendo que Él nos castigará por lo que sea. Pero es una proyección. Puedo mirar el término dios y desvincularlo de todos esos atributos negativos, que son los que creo que yo puedo tener y, como no me gustaría verlos en mí, los veo proyectados en Dios. A términos como Espíritu Santo, Cristo, santidad, se han asociado connotaciones que no les corresponden. Cuando los pasamos por el tamiz de la expiación, de la luz perfecta, esos términos no son nada y les podemos atribuir el verdadero significado que nos plantea el Curso: Dios es puro amor, el Espíritu Santo es mi conexión con ese amor y el Cristo, mi identidad compartida. Claro y sencillo.
Mi santidad es mi pureza, mi inocencia, ¿qué problema puedo tener al usar estas palabras? Si no las uso, todavía no las he perdonado, significa que hay tabúes en mí, que hay cosas que no quiero mirar, cosas del inconsciente colectivo que están ocultas pero que me siguen haciendo daño mientras no las traiga a la consciencia para poder verlas de otra manera.
-¿Nos aproximamos al mundo, pero lo hacemos a través de muchos filtros que evitan una experiencia directa, diáfana, completa de la realidad?
-Mientras estoy en este mundo, estoy percibiendo en lugar de conociendo, y percibir es algo indirecto, requiere interpretación. Realmente es una interpretación subjetiva con un sistema de pensamiento que llamamos ego, con creencias que vamos conformando hasta que decimos “soy esta persona, de este tipo, esta clase, estos son mis roles, mis funciones”. Y vivimos de esta manera, locos, enfermos, creyendo que sabemos por nuestra cuenta qué es lo que nos conviene.
-Explica un poco más el tema del perdón, por favor.
-Nos concebimos como cuerpos viviendo un mundo dual donde es posible amar y odiar. Todos aman y odian, o aman y tienen miedo, porque el odio no es más que una forma de miedo. El miedo es la ausencia de conciencia de amor. Como cuenta la parábola, el hijo de Dios que ha salido de la Casa del Padre cree estar falto de amor, vive en un mundo de luces y sombras, de grises. El perdón es un salto cuántico, da otra perspectiva al ser un cambio de mentalidad, de intérprete. Imagina que mi mente fuera un ordenador en el que se hubiera introducido un virus, el sistema de pensamiento de individualidad o ego. Puedo limpiar el ordenador sacando el virus, desestimar ese sistema de pensamiento a través del perdón y acoger el sistema de pensamiento no dual o de unidad, luminoso. Mi mente se ilumina al reconocer que soy espíritu, que siempre lo he sido y he tenido una alucinación temporal que es la vida en el cuerpo. Puedo vivir en paz y seguro aquí porque aunque me quitaran el cuerpo yo seguiría existiendo. ¿Qué puedo temer?
-Somos inmortales.
-Sí, mi eternidad no se ve alterada por unos cuantos años en este mundo ilusorio.
-Vivimos en una dualidad en la que hay más miedo que amor, más pánico que esperanza o confianza o seguridad, más individualidad que sentido de comunidad, más conflicto que paz.
-Tenemos muy buenas noticias, aunque parezcan ser malas en un primer momento: el ego se está volviendo virulento. Como vemos con el tema del coronavirus, el sistema de pensamiento de la separación, de la dualidad, está echando los últimos cartuchos de fogueo porque no tiene ningún poder sobre nosotros. Los que ya estamos conscientes de que el miedo no sirve para nada sino que lleva al caos, al pánico, a no ser operativos en absoluto, desestimamos esto.
-Es paradójico que uno de los efectos del miedo, en este caso por un virus, es la baja de las defensas inmunológicas.
-Con lo cual nos ponemos más propensos a padecerlo. Aquello que temes, atraes.
-¿Estamos en una sociedad zombi?
-Sí, estamos soñando. Como nos enseña Jesús, esto es un sueño, no es la vida real, que es pura luz, el Ser sin forma alguna, de abstracción, pura dicha, goce, donde no hay nada que conseguir. Nuevamente, la parábola del hijo pródigo lo explica muy bien. De tenerlo todo en la Casa del Padre, como seres de plenitud y de plena consciencia, venimos a este mundo como seres frágiles, con un cuerpo totalmente vulnerable, desvalido, que poco a poco, a base de mucho esfuerzo, va consiguiendo un trocito del pastel por el que se pelean todos. Ganar a costa de perder. Es un sistema de pensamiento loco, demente. Cuando nos damos cuenta, no nos extraña que no podamos ser felices cuando creemos estar faltos de amor e intentamos llenar esa carencia con cosas que no son sustitutos reales del amor universal. No necesito nada de fuera porque lo soy todo. Es la vía de ir al interior, encontrarte con la divinidad que hay en ti y empezar a resurgir, a dar amor. El obrador de milagros expresa ese amor que ahora mismo reconoce que sí tiene. Y esos son los milagros: expresiones de amor entre iguales.
-¿La desaparición del mundo tal y como lo conocemos está próxima?
-Sí, se observa en la ilusión de una pandemia. El ego, ese sistema de pensamiento dual de guerra y paz, alegría y tristeza, bien y mal, dios y ego, como ve que estamos dispuestos a abandonarlo, nos lanza esos temores. “Ten miedo”, dice para que sigas creyendo que te sirve para subsistir, y así le des de comer, alimentándolo. Quiere que lo adores, lo pongas en el centro de tu altar que es tu espacio mental y te intereses por ello. Mi altar ahora es mi mente, mi atención, mi espacio de conciencia donde yo pongo un pensamiento al que otorgo poder o no. Decirle no al ego es darle cabida a los pensamientos amorosos, milagrosos.
-¿Déjate inspirar para poder conspirar?
-Así es. Porque conspiro en favor de Dios y de su reino, que es que todos somos el Ser. Esto es un curso para todos, para la humanidad. Viene de nuestro Padre divino, entra en sueños en forma de libro para que lo podamos leer y reconocer que simplemente estábamos equivocados porque en vez de buscar afuera, lo externo, todas las respuestas siempre han estado en nosotros. Dios puso las respuestas donde parecía estar el problema, que era en mi mente. Soy un ser mental, de pensamiento, cambiando de pensamiento sano mi mente, se ilumina.
-En términos prácticos, ¿qué cosas deberíamos hacer en este momento, cuando todo parece amenazador, incierto?
-Con mi entrenamiento, a cualquier persona que viniera con esa petición de ayuda le enseñaría a perdonar, que es un cambio de mentalidad, para que vea que con el sistema de pensamiento del ego no gana nada y que puede acudir a su voz interior. Es muy sencillo. Cuando uno cree tener un problema es porque se lo ha dejado interpretar al ego, que habrá dicho “tienes una carencia económica”, “no llegas a fin de mes”, “tu jefe no paga lo que te mereces”… una serie de frases sin sentido, premisas falsas por las cuales esa persona llega a una conclusión de que debe tener miedo para sobrevivir.
Al estar persona dispuesta a abandonar ese sistema de pensamiento individual, de que es fulanita de tal y que le pasan esas cosas, esa persona podrá renunciar a tal interpretación y acogerse a la del Espíritu Santo, que le hablará de abundancia, de que lo tiene todo, que no se aferre a las formas sino que su sustento, la provisión de los medios, estarán a su disposición.
Permitir que el universo me provea de todo de la manera más conveniente, pero no poniéndole condiciones a la vida como hace el ego: “yo sé por mi cuenta qué es lo que me interesa”. Cuando estoy dispuesto a reconocer que no sé, entonces abro mi mente a la guía del Espíritu Santo, que me suministrará de aquello que me sea útil mientras esté aquí llevando a cabo mi función, que es sanar sanando, ser feliz haciendo felices a los demás, perdonar enseñando el perdón a los demás.
-¿Qué es Miracle Love?
-La plataforma www.miracle.love, por ahora en español, aunque tenemos intención de traducirla la inglés, no es un market place, sino algo más amplio. Pretende ser un espacio online que aúne a todos los maestros y alumnos de UCDM. Se nos ha inspirado para tener la máxima facilidad de que el UCDM llegue a todas partes y, además, que los maestros puedan tener una fuente de ingresos. El maestro empieza invirtiendo una pequeña cantidad al mes y desde ahí puede dar a conocer sus talleres, charlas, grupos de estudio, y recibir donaciones. Desde este aspecto de la mente que parezco ser yo, siempre he recibido la orientación de no pedir nada concreto y aceptar donaciones, incluso cuando en esta plataforma se propone que se haga un pago mensual de 24 euros más IVA, a quienes no puedan pagar tal cantidad se les dará un código y tendrán beneficios sin estar colaborando en ese momento por la vía del pago.
Precisamente, como UCDM nos enseña que dar y recibir es lo mismo, cuando voy perdonando, sano, veo que todo lo que doy en realidad es a mí mismo a quien se lo doy, porque seguimos siendo un solo ser aunque parezcamos haber adoptado formas diferentes. Entonces, empezaré apuntándome para, a partir de ahí y dando esta mensualidad, permitir que el universo me provea de todas las formas posibles.