Ana Pérez. Formadora en Chamanismo Práctico Contemporáneo®, Shamanic Practitioner, Terapeuta Gestalt y Coach
"Viaje con nosotros si quiere gozar… Viaje con nosotros a mil y un lugar y disfrute de todo al pasar y disfrute de las hermosas historias que les vamos a contar… Viaje con nosotros y podrá encontrar atractivos monstruos que le sonreirán… Y disfrute del gusto que da y disfrute de la amistad de sirenas y de serpientes de mar…".
Así empieza la canción “Viaje con nosotros”, de la Orquesta Mondragón. Así empieza el viaje a Ítaca de Ulises. Y así empieza cualquier viaje chamánico a la realidad no ordinaria.
El chamanismo nace con el hombre y a lo largo de la historia ha ido adquiriendo sus costumbres de las culturas que lo han custodiado. Pero su naturaleza esencial sigue absolutamente vigente para el hombre actual como instrumento que posibilita la conexión espiritual, la sanación y la satisfacción de sus necesidades. Lo fundamental del chamanismo es el acceso a una realidad alternativa, distinta a la realidad cotidiana en la que todos funcionamos. El chamán es capaz de viajar a dicha realidad a voluntad y provocar cambios que afectan directamente la realidad ordinaria.
Este viaje, como cualquier aventura a lo desconocido, lo más habitual es que a nosotros nos pueda llenar de temor. Y no lo hagamos. O lo hagamos a medias y de mala gana. ¡Fracaso asegurado! Además a los occidentales criados en culturas no chamánicas el tener una mente híper-racional-si-no-lo-veo-no-lo-creo es, muchas pero que muchas veces, un rigidísimo límite que nos priva de una extraordinaria herramienta para, primero, nuestra conexión espiritual y, después, para nuestra expansión. Como dice Carlos Castaneda, "el mundo de la magia dispone de una barrera natural que disuade las almas tímidas".
Y si no conectas con tu poder interior y con tus aliados del otro lado, ¡tururú!: te quedas minúsculo, con la luz apagada y viviendo una vida de lo más ordinaria.
Martín y yo llevamos una década viviendo el chamanismo, facilitando talleres y viajes chamánicos y hemos observado, tanto en nosotros como en los asistentes a nuestros cursos, que uno de los retos más grandes para la gente occidental es querer tener su Viaje Chamánico como si vieran una película sentados en una butaca del cine, con palomitas y Coca-Cola, y sonido dolby surround. No es así como funciona.
Hay quienes tienen desarrollada la visión, pero otros, Martín por ejemplo, tiene despiertos los otros sentidos. Puede oír, sentir, mover el cuerpo o incluso hablar o cantar mientras viaja. Es una percepción intuitiva, una historia que tu alma te cuenta y que te cura.
A veces las imágenes van y vienen, pero se nos sigue comunicando por otros sentidos.
Es una lástima cuando alguien cree que el chamanismo no es su camino porque no ve. Mucha gente que no veía al principio gracias a su perseverancia ha conseguido que el chamanismo formara parte de sus vidas, aprendieron a interpretar sus viajes y pudieron superar sus traumas gracias a la asistencia de sus espíritus de ayuda.
Si hubieran desistido por no ver imágenes como en una película su trayectoria de vida hubiera sido bien distinta.
Otro desafío enorme es si durante el Viaje Chamánico te viene el pensamiento “me lo estoy imaginando”. ¡Muy típico! Nuestra mente pensante quiere boicotear la experiencia chamánica porque es nueva y tiene miedo. Puede que empiece a decirte “te lo estás inventando”, te pregunte “qué haces en este taller, por qué has venido”… Va a tratar de limitar tu habilidad de ser libre en el mundo ordinario. Los chamanes nunca se preguntarían algo así porque viven en una cultura donde los mundos invisibles son asumidos como reales, y la realidad ordinaria es una ilusión. Ellos no dudan de que las imágenes vengan del mundo espiritual.
Por último, hay que decir que en el chamanismo no existen reglas y que es un sistema muy orientado a los resultados. Los chamanes eran médicos, visionarios y psicoterapeutas en su comunidad. Si no confiaban en sus visiones, si no podían curar a las personas o no encontraban comida su gente moría. Por más de 50.000 años se han ido pasando las enseñanzas que permitían acceder a la información correcta para la permanencia de la vida.
Así que, cuando empieces a practicar el chamanismo, pregúntate: ¿la información que recibes te ayuda a ti y a tus clientes?, ¿hacer viajes chamánicos ha mejorado tu vida?, ¿comunicarte con tus espíritus de ayuda te ha hecho crecer?, ¿a la gente para la que haces Viajes Chamánicos le mejora su vida?
La práctica es la que te dará pruebas de la efectividad de este trabajo, pero has de ser perseverante. Y paciente. Empezarás a notar las sincronías que se dan entre las visiones que has tenido y tu propia vida. Sabrás que es imposible haber recibido esa información de no ser por lo que te dijeron los guías. Entenderás que no te lo estás inventando y obtendrás excelentes resultados. Esto te dará fuerza para seguir adentrándote en las artes chamánicas.
Entonces, si te encuentras preguntándote si te lo inventas y bla, bla, bla… di que sí, y sigue viajando. Todos estamos en mátrix y alucinando en masa, así que no te preocupes demasiado. Pero no te olvides de la pregunta que el conejo le hizo a Alicia: “¿Cuánto quieres adentrarte en la madriguera?”.
Feliz Viaje. Ahó!