Mª Teresa Vidal Ferreres.Fundadora de Alt Benestar
Todos sabemos que cuidar nuestro cuerpo físico es importante, para ello debemos de tener una buena alimentación, hacer alguna actividad física...con ello logramos que nuestro cuerpo funcione con más rendimiento. También sabemos que debemos prestar atención a todas las partes de nuestro cuerpo, cuidarlas, mimarlas y aceptarlas, todo ello importantísimo para tener mejor autoestima y mayor bienestar.
Nuestro cuerpo nos habla. Cuando se lo maltrata, no se le concede el descanso que necesita, si lo hacemos trabajar demasiado, etcétera, se aqueja, y no solemos ser conscientes de los síntomas, de las señales o avisos que nos presenta, de que algo tenemos que cambiar para que se sienta más equilibrado y cómodo.
Es fácil reconocer los avisos del cuerpo, cuando hago sobreesfuerzo, entonces físicamente lo más probable es que me encuentre muy cansado y bajo de energía para seguir al mismo ritmo. Mi cuerpo entonces me pedirá descanso porque mi energía ha bajado.
Sabemos que no es fácil detectar uno mismo que alguno de nuestros chakras está en desequilibrio o bajo de energía, con lo cual se produce una pérdida de energía importante. ¿Y qué pasa cuando el sistema energético está bajo y se ve afectado?
Resulta más complicado detectar este tipo de desequilibrio energético debido a que los chakras o nuestra aura no duelen, tal como lo haría una herida o un dolor de muelas. Y si nos molesta una muela por una caries, iremos al dentista porque sabemos que si no lo hacemos se pueden ver afectados los dientes próximos al afectado.
En cambio, los chakras, nuestra aura o nuestros canales de energía –lo que llamamos cuerpos sutiles o sistema energético– están en constante cambio, siempre condicionados por la situación que estamos viviendo, lo que sucede en nuestro entorno y lo que sentimos, puesto que nuestro sistema energético es dinámico y cada parte suya tiene una función. Cuando el cuerpo energético se desarmoniza se ve afectado con los bloqueos energéticos, que la mayoría de veces generamos nosotros mismos con sentimientos y pensamientos negativos que hemos tenido o estamos teniendo en algún momento, y quedan anclados en nuestros cuerpos sutiles, entorpeciendo e interrumpiendo su funcionamiento.
Los chakras, capas del aura y canales energéticos están ligados a nuestra mente, emociones y cuerpo físico, así como a las diferentes experiencias, emociones o situaciones. Según cómo vivimos nuestro día a día, el sistema energético se encuentra expuesto a bloqueos, a la detención de su flujo y a desequilibrios, de modo que pueden ser varias las causas que desarmonizan el cuerpo energético; las más comunes las creamos nosotros mismos cuando no estamos en calma.
Mantener nuestros cuerpos sutiles a raya y en equilibrio a veces resulta una tarea complicada, ya que durante el día estamos expuestos a diversas situaciones que no enfrentamos o gestionamos de la misma manera. Podemos sentirnos alegres cuando nos comunican una buena noticia, pero también sentirnos expuestos, inseguros ante una situación que percibimos como negativa. De allí la importancia de que nuestro motor energético esté en equilibrio y funcione bien.
Podemos poner algún ejemplo de cómo podría afectarnos un desequilibrio en nuestro chakra del corazón, situado a la altura del mismo órgano, encargado de gestionar nuestras emociones. Este chakra, como todos los demás, forma parte de nuestro sistema energético, conectado a nuestros pensamientos y sentimientos. Es afectado cuando experimentamos emociones negativas o cuando mentalmente estamos estresados. De esta forma el corazón se encuentra en desequilibrio, lo cual se puede detectar porque podemos sentirnos muy susceptibles o pensamos que "nada me sale bien", y todo lo que suceda nos afectará más y lo percibiremos como negativo. Esta es la señal de que este chakra está funcionando a bajo rendimiento y no nos sentiremos a gusto con nosotros mismos.
Limpieza y mantenimiento del sistema energético
Al igual que nos duchamos, nos alimentamos, es básico, necesario y muy importante la limpieza y el equilibrio de nuestro sistema energético, para el propio desarrollo y bienestar nuestro. Todas las personas deberíamos hacernos al menos unas cuatro limpiezas energéticas profundas al año, para así funcionar y estar energéticamente bien. Para ello hay diferentes técnicas o sistemas, como la meditación.
En una de ellas, que resulta ser muy eficaz, confío plenamente: el Reiki, ya que podemos limpiar, cargar y equilibrar todos nuestros chakras, nuestra aura, y encontrar un buen equilibrio y bienestar. Siempre considerando que lo más importante es la intención que ponemos en cada cosa.
Personalmente, me interesa el Reiki porque solo trabaja para el bien del Ser. Lamentablemente, lo quieren descreditar para que no despertemos nuestras consciencias y seamos dueños de nosotros mismos, como debe de ser.
También es una pena que en su nombre se haya aprovechado para introducir otras técnicas –no tan fiables y que no tienen nada que ver con el Reiki–, que es amor incondicional hacia todo y hacia todos, un gran aliado en nuestro camino y en nuestra evolución.