Mar Tarazona Beltrán. Odontóloga
Todo lo que pasa por nuestra boca tiene un enorme impacto en el resto de nuestro cuerpo, por ello en este artículo vamos a hablar de diferentes opciones que puedes utilizar para cepillarte los dientes si no quieres utilizar las pastas convencionales.
Hay que ir probando las diferentes alternativas hasta que encontremos la que más nos guste o con la que mejor nos sintamos.
Arcilla: es estupenda para cepillarse los dientes. Tienes que rociar un poco de arcilla en polvo muy fino (bentonita, zeolita o arcilla rica en sílice) en tu cepillo de dientes seco para eliminar la placa.
Las mascarillas de arcilla ayudan a curar una herida post-extracción, un absceso o unas encías inflamadas. Funcionan absorbiendo las toxinas de las capas más profundas de los tejidos bucales. Para preparar una mascarilla de arcilla se mezcla con agua mineral, o con infusiones, también con tinturas o lociones (dilución de una tintura madre al 50%). Se le puede añadir dos gotas de un aceite esencial. Se mezcla bien hasta obtener una consistencia plástica que permita modelarla con las manos para luego aplicar sobre la zona afectada durante 10 minutos. Después la quitas y te enjuagas con agua mineral. Otra forma suave de eliminar toxinas es con baños de arcilla, se añade bicarbonato sódico y arcilla al baño de agua caliente junto con una gota de aceites esenciales de enebro, pomelo y ciprés, que fortalece el sistema inmunitario y estimula el sistema linfático.
Existen pastas comerciales a base de arcilla sin agentes espumantes, colorantes, glicerina ni fluoruros. A parte de la arcilla llevan agua, sal marina y aceites esenciales.
Bicarbonato sódico: es un elemento presente en todos los fluidos y órganos corporales. Está en la saliva, lo secreta el estómago y es necesario para la digestión. La alcalinidad natural del bicarbonato sódico neutraliza la acidez bacteriana. También reduce la placa dental, previene la caries, aumenta la absorción de calcio por parte del esmalte y neutraliza los efectos de los ácidos metabólicos nocivos. Es una de las alternativas más populares a la pasta de dientes. Puedes humedecer tu cepillo, echarle un poco de bicarbonato y cepillar como de costumbre. Muchas personas utilizan el bicarbonato como base para una pasta, he encontrado dos recetas para que puedas elaborar tu propia pasta de dientes.
Para hacer una pasta dentífrica sencilla coges una cucharada de bicarbonato de sodio, le añades media cucharada de sal de mar (finamente molida), una gota de aceite de menta, clavo o cítricos y unas gotas de agua mineral. Mezclas todo ello hasta que se convierta en una pasta espesa, lista para cepillarte.
Para una pasta dentífrica vegana se necesitan dos cucharaditas de glicerina vegetal, cuatro cucharadas de bicarbonato de sodio, media cucharadita de goma de guar y ocho cucharadas de agua. Todo ello se coloca en una olla a fuego lento. Durante 5 minutos mueve la mezcla hasta que se forme una pasta espesa. Deja que se enfríe y le añades cinco gotas de aceite de menta, clavo o cítricos. Se coloca en un tarro limpio a temperatura ambiente.
También está la técnica Keyes, en la cual se recubren los dientes con bicarbonato sódico utilizando el cepillo de dientes y luego te enjuagas con vinagre de manzana sin diluir. Estos dos ingredientes, si se combinan, producen espuma. Con la boca llena de espuma, cepíllate los dientes y la lengua. Se consigue unos dientes bastante suaves y la capa bacteriana que recubre la lengua ha desaparecido.
Sal marina: elimina los microbios y alcaliniza el pH de la boca, creando así un entorno adecuado para el posterior cepillado de los dientes. Por lo tanto los enjuagues con sal son muy prácticos después de comer.
Para preparar este enjuague, añades 30 gr. de sal a medio litro de agua mineral caliente y lo guardas en un tarro que ajuste bien la tapa. Le puedes poner una gota de aceite esencial y agitar la mezcla, sin remover. Con un vasito vas usando este enjuague o lo puedes añadir al irrigador dental. También puedes mojar el cepillo en este enjuague y utilizarlo en vez de pasta dentífrica.
Aceite de coco: es otra alternativa natural a las pastas de dientes, tiene propiedades fungicidas y bactericidas muy útiles para la limpieza bucal. Se puede utilizar solo o en combinación con el bicarbonato y aceites esenciales.
A continuación te voy a dar una receta casera de pasta dentífrica a base de coco. Los ingredientes son seis cucharaditas de bicarbonato de sodio, ¼ cucharadita de peróxido de hidrógeno, dos cucharadas de aceite de coco (lo suficiente caliente para que esté en estado líquido) y diez gotas de aceite de menta, clavo o cítrico. Mezclas todo hasta conseguir una pasta espesa. Le puedes añadir un poco de bicarbonato de sodio y aceite de coco si notas la mezcla seca. Guárdalo en un contenedor opaco y listo para usar.
También lo puedes utilizar en la técnica Oil pulling. Se trata de hacer un enjuague con algún aceite vegetal durante unos 20 minutos. Luego se escupe, se enjuaga con agua tibia y se cepillan bien los dientes. Nunca debes tragar el aceite con el que te enjuagas la boca. El aceite de coco es una buena opción por su acción bactericida y su sabor suave, pero también puedes usar otros aceites como el de sésamo, el de oliva o de girasol. El Oil pulling ayuda en los problemas hormonales, enfermedades cardiovasculares, achaques digestivos y sinusitis.
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