Rubén Álvarez. Director del IEKU
En el ser humano existen varios sistemas que se relacionan entre sí y su movimiento genera el modo en que funcionamos, tanto física como emocional y mentalmente.
Estos sistemas o niveles de funcionamiento se podrían dividir en seis:
- El nivel estructural: que haría referencia al movimiento muscular, articular, fascial, líquido cefalorraquídeo y visceral.
- El nivel bioquímico: hace referencia a nuestra bioquímica, alimentación, nutrientes, intoxicaciones, microbioma (bacterias, hongos, parásitos, virus) que habita en nosotros, y cómo funciona la célula en su obtención de nutrientes, eliminación de desechos, reconstrucción y regeneración, relación con otras células.
- El nivel emocional y mental: hace referencia a cómo gestiona nuestro cuerpo y cerebro las emociones, programas mentales, creencias, patrones de comportamiento, visión de la vida y del propio ser.
- El nivel del sistema nervioso: hace referencia al funcionamiento cerebral y conexiones del sistema nervioso central y periférico, que permite comunicarse adecuadamente con todo el cuerpo y el cerebro para el buen funcionamiento del cuerpo a nivel fisiológico y postural, coordinación motriz, funciones mentales como la memoria, concentración, intelecto, gestión emocional y relacional con los demás, etcétera.
- El nivel del sistema electromagnético: hace referencia a los meridianos de acupuntura, a la frecuencia cerebral en la vigilia y sueño, a las influencias electromagnéticas externas (geopatías o corrientes telúricas, cosmopatías o energías planetarias y constelares, energías humanas, aparatos eléctricos) y el propio campo electromagnético que genera la electricidad de nuestro cuerpo.
- El nivel energético sutil: hace referencia al campo aural, los chacras, la energía invisible e intercambio de energía con el exterior y con otras personas y seres.
El ser humano es una unidad y es el resultado del modo en que se mueven sus sistemas y niveles, los cuales están condicionados por muchos factores, como la propia genética, las experiencias vividas, el modo de vida, sus relaciones…
Cuando una persona quiere cambiar el modo en el que funciona en algún aspecto en su vida, ya sea de salud, emocional, comportamientos, relaciones, trabajo, dinero, etcétera, es necesario primero averiguar cómo están funcionando estos sistemas que le hacen estar en el modo que se encuentra en este momento.
Es como una investigación sobre la información de cómo gestiona nuestro cuerpo (los 6 niveles), su momento presente y qué necesita cambiar o incorporar en el modo de funcionar o moverse para conseguir ese objetivo o salir del problema en el que se encuentra, y para eso es necesario obtener un mecanismo que nos aporte dicha información, que nos permita verificar qué le pasa y qué necesita estimular para generar un nuevo movimiento que por él mismo no puede.
El test muscular o monitorización muscular es la herramienta que utiliza la Kinesiología para comunicarse con el cerebro y el cuerpo y alma de la persona.
Es un sistema de comunicación directa en el que evaluamos el cambio del tono del músculo o cadenas musculares al generar un estímulo al cuerpo del paciente.
Es como si le preguntásemos, al tocarle una parte del cuerpo cómo está funcionando, y si este estímulo genera estrés al cerebro nos indica el músculo una debilidad en su tono y un cambio en la longitud de las cadenas musculares.
De la misma manera, cuando queremos saber cómo resolver un bloqueo o cómo potenciar al sistema, evaluamos las técnicas que van a provocar un cambio de tono a fuerza del tono muscular y un cambio en las cadenas.
De este modo el kinesiólogo, bajo un protocolo de test y preguntas muy concreto, realiza la evaluación de la persona y su trabajo de potenciación y equilibración individualizado sobre el objetivo o problema que plantea.
Este sistema de trabajo es universal, sirve para todas las personas y no tiene límite, ya que el cuerpo siempre puede mejorar su modo de funcionar a todos los niveles ya que busca la eficiencia de trabajo neuromuscular y energética.
Asimismo no se necesita estar mal o enfermo, sino que es una disciplina que, trabajada desde la prevención y mejora del bienestar personal, va a permitir que la persona esté más estable, más fuerte y mejorar preparada para adaptarse a su día a día y a lo que le pueda aparecer en su vida.
Podríamos decir que es la disciplina que elimina el estrés, prepara a la persona a sostener mejor el estrés sin derrumbarse y a ser más adaptable ante los cambios de la vida, lo que eso tiene un gran beneficio tanto por lo que gana como por lo que no pierde.
Desde esta visión de mejora del bienestar personal, de desarrollo de la autoconciencia, del poder personal, de la toma de responsabilidad de la salud y la vida en cada persona, nace IEKU.
IEKU, Instituto Europeo de Kinesiología Unificada, imparte la formación profesional de Kinesiología Unificada® acreditada a nivel Europeo e Internacional por REFORMED® y de acuerdo con las normativas propuestas por la Comisión Europea en esta materia. También se imparten otras formaciones y cursos de especialización en Kinesiología y de desarrollo personal que permita a las personas a mejorar sus vidas y a conectar con otras personas que comparten la misma visión de la vida.