Mar Tarazona Beltrán
Odontóloga
La Odontología Bionergética reconoce, diagnostica y trata las alteraciones de los dientes y la boca, teniendo en cuenta las interrelaciones entre la cavidad bucal con el resto del organismo, a nivel físico, bioquímico, emocional o energético. Además utiliza, en la medida de lo posible, métodos de diagnóstico y tratamiento poco invasivos y evita el uso de técnicas, sustancias, medicamentos y materiales tóxicos o contaminantes.
Las personas, como parte de la naturaleza, somos un sistema de energía donde hay movimiento, pensamientos, emociones, materia y reacciones bioquímicas y físicas. Todo este complejo sistema se manifiesta de diferentes maneras que pueden ser síntomas físicos, enfermedades, dolores, ya que nuestro ser habla a través del cuerpo.
Los dientes son un conjunto de venas, arterias, nervios y materia inorgánica que nos relacionan con el exterior y con la intimidad de nuestro ser. Abrir la boca es como presentarse desnudo ante el dentista, enseñar lo más profundo e íntimo de uno mismo. Para mejorar nuestros resultados y nuestra relación con el paciente, los dentistas debemos reconsiderar nuestras costumbres y aprendizajes e integrar en nuestra práctica la acupuntura, la homeopatía, la osteopatía, la kinesiología, las flores de Bach...
También hay que tener en cuenta que un mismo terapeuta no le va bien a todo el mundo. La razón de ello es que cada uno de nosotros posee un médico interior que nos guía para mantener la salud. Cuando enfermamos y no somos capaces de comunicarnos con nuestro médico interior, nos vemos obligados a recurrir a un médico exterior que nos ayude a sanar. Para conseguir curarnos es importante que nuestro médico interior y el exterior presenten el máximo de afinidades posible. Nosotros, los odontólogos, como médicos exteriores tenemos que acompañar a nuestros pacientes en ese proceso de sanación; el paciente es el protagonista, debemos escucharlo, respetarlo y ayudarlo a entender que su salud le pertenece. Debemos vencer la necesidad de nuestro ego de tener un diagnóstico certero e inmediato, ya que nos puede llevar a encasillar a la persona y su afección y equivocarnos.
Siempre debemos considerar al paciente como único e irrepetible y que cada día nos pueda sorprender y hay que estar abierto a ello ya que es lo bonito de nuestra profesión. El paciente es nuestro mejor profesor, lo que nos diga es nuestro mejor libro y el mejor remedio está en él.
Empezaremos entonces hablando de cómo las flores de Bach nos pueden ayudar en la consulta.
Las flores de Bach son una serie de esencias naturales utilizadas para tratar diversos estados emocionales, como miedos, soledad, desesperación, estrés, depresión y obsesiones. La forma más habitual de administrar las flores de Bach consiste en tomar gotas de un frasco que contiene una mezcla personalizada de esencias diluidas en agua mineral y un conservante como brandy, vinagre o glicerina. Se deben tomar 4 gotas, 4 veces al día, debajo de la lengua. Las tomas se deben distribuir a lo largo del día fuera de las comidas y mantenerlas unos segundos en la boca antes de tragar. Antes de tomar las esencias dinamizaremos el frasco, agitándolo.
La duración y rapidez del tratamiento varía de un paciente a otro dependiendo sobre todo del tiempo que la emoción lleve desarrollándose. Existen varios sistemas para la elección de la flor o flores adecuados como la entrevista personal, la radiestesia, la kinesiología, la meditación, el método intuitivo, etcétera.
Rescue Remedy (Remedio Rescate), compuesto por cinco flores, nos puede ayudar en situaciones de emergencia, de pánico, de shock, de dolor intenso, de hemorragia, una lipotimia o cualquier crisis inesperada.
Mímulus (Mímulo) es por excelencia la esencia para miedos a cosas conocidas de la vida cotidiana, te dará coraje y más seguridad en ti mismo. Cuando una persona te cuenta que tiene fobia al dentista se le puede aconsejar que una semana antes de la cita tome Rescue y Mímulus 4 veces diarias.
Aspen (Álamo Temblón). Para tratar un miedo que no puede ser definido ni explicado, o sea miedo a lo desconocido. Hay mucha gente que tiene un miedo inexplicable al dentista sin haber ido nunca. La toma de esta flor aporta seguridad y valor.
Crab Apple (Manzano Silvestre) es una flor purificadora, depura el cuerpo y la mente. Recomendable para personas con baja autoestima que no aceptan su apariencia física. Elimina toxinas. También es útil para personas obsesivas con el desorden, la perfección y la limpieza. Al ser una flor limpiadora, es buena para las heridas, ayuda a mantenerlas limpias, en problemas de piel como psoriasis y acné y en casos de alergia. En el ámbito dental, esta flor es conveniente cuando se requiere eliminar los antiguos empaste de amalgama, pero por estética y no por el mercurio tóxico.
Se considera al Crab Apple el "antibiótico por excelencia" del sistema, ya que ayuda a realizar una limpieza mental, emocional, física y energética. Una investigación experimental cuyo fin era determinar la efectividad del Crab Apple en el tratamiento de abscesos agudos periapicales dentales, demostró que en los casos estudiados la terapia floral resultó ser más efectiva que el tratamiento convencional al permitir una disminución del dolor, la desaparición de la inflamación y facilitó el drenaje.
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