Mar Tarazona Beltrán
Odontóloga
La Kinesiología es una técnica basada en el diálogo entre el terapeuta y el sistema muscular del paciente. Un método de la salud que utiliza test musculares y zonas reflejas corporales para evaluar los desequilibrios del organismo y ayudar a la autorregulación de la persona en todas sus dimensiones.
La Kinesiología estudia el movimiento. La vida es movimiento y la salud es la capacidad de adaptarnos a los cambios o al movimiento de la vida.
El punto de partida de toda sesión de Kinesiología consiste en encontrar un músculo que está en equilibrio neurológico, lo que conocemos como "músculo indicador", aquel en el que se puede observar un cambio de respuesta muscular, pasando de "fuerte" a "débil" o a la inversa. Uno de los músculos más utilizados es el deltoides, por la comodidad de su ubicación. Probamos el músculo sometiéndolo a una fuerza media mientras le damos verbalmente la orden de resistir. Hay que avisar al paciente que no es una cuestión de fuerza sino una prueba muscular.
Con un par de pruebas encontramos el punto de la fuerza apropiada, firme, sin presionar en exceso. Si el músculo resiste, es una buena respuesta. Luego se le pellizca en el centro del músculo (con esta acción estresamos al músculo) y probamos nuevamente. Si se debilita, entonces es un músculo fuerte normal. Con un movimiento relajado alisamos el centro del músculo y volvemos a testar y si nos da fuerte entonces lo podemos utilizar como músculo indicador.
En la fase de diagnóstico, el uso de los mudras en la kinesiología me ayuda a obtener datos de la boca y del resto del cuerpo. Cada mudra es un gesto que se realiza con los dedos de la mano, ya sea el kinesiólogo o el paciente, que representa un determinado plano energético de la persona.
Empezaremos con el plano estructural, lo representamos con el mudra que forma las yemas del pulgar con el dedo índice. Este plano tiene que ver con nuestra estructura ósea, muscular, articular y postural. Si la prueba muscular nos da débil al formar este mudra, debemos encontrar cuál es el foco primario de este desequilibrio.
Suele ser un problema postural que puede tener su origen en un accidente, problemas congénitos, de columna, en los pies o en las estructuras dento-maxilares. Es imprescindible realizar el test de Meersseman para detectar si el foco primario parte de la oclusión dentaria; se denomina cadena descendente y la prioridad del tratamiento va a estar en la boca. Si por el contrario el foco primario está en los pies, la columna o el resto del esqueleto, sería una cadena ascendente. En este caso tendría que actuar el osteópata, quiropráctico u ortopeda. Hay que fijarse siempre en los pies por si se necesitan plantillas.
Si el problema está en la boca, sería conveniente realizar un estudio odonto-kinesiológico y, según los resultados, realizar un tallado selectivo o una placa de relajación para evitar el bruxismo.
También nos podemos apoyar en otras terapias como relajaciones, Flores de Bach, fitoterapia, Reiki... para resolver los factores de estrés.
El Test de Meersseman lo realizaremos siempre y cuando probemos el mudra estructural y el musculo indicador nos dé débil. Colocamos unos rollos de algodón entre los dientes superiores e inferiores mientras el paciente camina y traga saliva. Con estas tres acciones neuromusculares (cambio de oclusión, deglución y locomoción) fijamos un nuevo patrón, el cual vamos a testar con la prueba muscular del mudra estructural. Si ahora la respuesta del músculo varía, es fuerte, quiere decir que el origen del problema está en la oclusión. Si sigue dando débil significa que la interferencia surge fuera de la boca.
El siguiente mudra es el del plano bioquímico. Se unen las yemas del dedo mayor y el pulgar. Está relacionado con la alimentación, sustancias químicas, tóxicas o contaminantes, medicación, hormonas. Lo que más atañe a los dentistas es detectar si en la boca del paciente existen materiales, sean o no tóxicos en sí mismos, a los cuales la persona presenta intolerancia bioquímica, por lo se vería afectada por ellos. O que lleve materiales tóxicos y se esté intoxicando, como es el caso del mercurio de las amalgamas. El punto de intoxicación es el punto infraorbitario de cualquiera de los dos lados. Si el paciente al tocarse ese punto en la prueba muscular da débil, da a entender que hay una intoxicación. Para descartar que el origen está en la boca testamos, señalando cada cuadrante; cuando el músculo cambia y da fuerte, nos indica el lugar donde se encuentra la causa de la intoxicación. También podemos señalar pieza por pieza hasta descubrir en cuál o cuáles dientes se encuentra el material tóxico para la persona.
Cuando el punto de intoxicación nos da fuerte deberemos comprobar si la persona presenta intolerancia a algún material de la boca y repetimos el test muscular, tocando cuadrante por cuadrante, pero con el mudra bioquímico en vez del punto de intoxicación. Estos test nos indicarán si hay materiales en la boca que afectan a la persona negativamente y en que piezas dentarias.
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