Mar Tarazona. Odontóloga
Podemos clasificar estas complicaciones de acuerdo con la cronología de aparición. Las más inmediatas y frecuentes son la mucositis o inflamación del tejido oral, la disgeusia o cambios en el sentido del gusto, la glosodinia o síndrome de la boca ardiente, y la xerostomía. A medio plazo pueden aparecer infecciones bacterianas (la caries y enfermedad periodontal), infección por hongos e infecciones víricas. También puede aparecer disfunción de la oclusión, disfagia o dificultad para tragar y necrosis de los tejidos blandos. A largo plazo puede llegar a producir osteorradionecrosis de los maxilares y alteraciones dentales y esqueléticas del crecimiento y del desarrollo en niños.
Las complicaciones en los pacientes que reciben irradiación en la cabeza y cuello se pueden reducir considerablemente cuando se toman medidas preventivas antes de que comience el tratamiento. Las más importantes son una alimentación bien equilibrada y buena higiene oral, además de la identificación temprana de los problemas orales. Hay que tomar alimentos ricos en vitaminas A, C, E, selenio y zinc ya que por su efecto antioxidante ayudan a sobrellevar mucho mejor los efectos de la quimioterapia.
Los aceites Omega 3, 6, y 9 favorecen la regeneración de los tejidos y son antiinflamatorios naturales. También hay que tomar alimentos ricos en hierro y levadura de cerveza que aporta hierro, vitaminas del grupo B, cobre y selenio.
Tenemos al alcance de nuestra mano plantas medicinales para combatir los efectos secundarios de estos tratamientos tan agresivos:
Orégano, antibiótico natural, antioxidante y antimutagénico.
Jugo de aloe vera, tomado en ayunas nos ayuda a depurar la sangre. También es un jugo energético y cicatrizante.
Alcachofera, planta ideal para limpiar el hígado.
Uña de gato, protector anticancerígeno que incrementa las defensas a la vez que aumenta la energía.
Diente de León, trata la vesícula biliar e hígado.
Cola de Caballo, para la retención de líquidos, vigilando la hipotensión.
Corteza de limón, ideal para las náuseas y vómitos.
Melisa, en cápsulas, muy eficaz para las náuseas de la quimioterapia.
Jengibre, en infusión dos veces al día y como condimento en las comidas. Esta especia es uno de los remedios más utilizados para combatir los efectos secundarios de la quimioterapia.
El examen de la boca por parte del dentista se debe realizar lo antes posible ya que todos los tratamientos dentales necesarios se deben hacer antes de empezar con la quimio/radioterapia. La buena higiene dental ayuda a reducir al mínimo los efectos orales del tratamiento contra el cáncer como caries, mucositis e infecciones por hongos. La higiene oral comprende cepillado e hilo dental para quitar la placa, enjuagues que no contengan alcohol y pasta dental suave para no irritar los tejidos orales. Debe limpiarse la boca después de comer, así como las dentaduras postizas. No es suficiente enjuagar la boca para eliminar la placa, sino que puede ser necesario utilizar “toothettes” (un hisopo de espuma de goma al extremo de un palillo), cepillo, hilo o cinta dental, cepillos interdentales o cepillos especiales para dentaduras postizas. Utilizar un humectante para mantener los labios húmedos.
La mucositis es una inflamación del tejido oral que puede ser provocada por la quimioterapia o la radioterapia. Suele aparecer como una llaga roja que arde o en forma de llagas ulcerosas en toda la boca. Cursa con dolor y puede haber una sobreinfección por microorganismos oportunistas. Cuando no hay infección, la mucositis se sana sola, por lo general, en 2 ó 4 semanas. El tratamiento se centra en una limpieza extremadamente cuidadosa y en aliviar los síntomas. La higiene oral consiste en limpiar la boca con suavidad cada 4 horas, usar un gel lubricador hidrosoluble para humedecer los labios y la boca, y aliviar el dolor y la inflamación.
Entre los agentes de limpieza se encuentra “sal y bicarbonato” (1/2 cucharadita de sal y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio en 1 libro de agua tibia), solución salina normal, agua estéril y bicarbonato de sodio (1 cucharadita en ¼ de litro de agua). El agua oxigenada diluida en una cantidad igual de agua o de agua salina débil se puede utilizar cuando hay costra (solo 1 o 2 días).
Limpiarse con una gasa húmeda mojada en agua salada ayuda a quitar las partículas de alimentos.
Los enjuagues suelen limpiar y humedecer los tejidos, evitar que se forme costra y aliviar las encías y los tejidos dolorosos o irritados.
Según disminuye el número de células blancas en la sangre, la frecuencia y la seriedad de las infecciones aumentan. La boca misma se puede infectar y la pérdida de la piel en la boca puede permitir que los organismos que causan enfermedad pasen a la corriente sanguínea.
Por tanto es importantísimo fortalecer nuestro sistema inmune con todos los remedios que tengamos a mano.
También podemos utilizar aceites esenciales quimiotipados:
• Árbol de Té: para el cuidado diario bucal, podemos añadir una gota de árbol de té y una gota de limón en el cepillo de diente junto al dentífrico. Conseguiremos una higiene perfecta y un efecto blanqueador de los dientes. El árbol de té es un potente antibacteriano de alto espectro, fungicida, parasiticida, antiviral y estimulante inmunitario.
•Laurel noble: puedes mezclar 2 gotas de este aceite esencial y 2 gotas de aceite vegetal de avellana y aplicarlo en la afección bucal 3 veces al día. El laurel noble es un buen antibacteriano, un potente antiviral, excelente fungicida y un antiálgico eficaz.
Se puede utilizar la capsaicina tópica, el ingrediente activo del ají picante, como alternativa para el tratamiento del dolor. Cuando se pone capsaicina en los tejidos inflamados de la boca, se reduce el dolor de la mucositis ya que produce desensibilización de los estímulos térmicos, químicos y mecánicos al aplicarse de forma tópica. De todas formas, la capsaicina se está usando de forma experimental y aún no se conocen todos sus efectos secundarios.
www.clinicadentalmartarazona.com