Emi Zanón. Escritora y comunicadora
“La luz no lucha contra la oscuridad.
Cuando la luz se manifiesta, la oscuridad desaparece”.
Hermes Trimegisto
Hace más de tres mil años que Hermes Trimegisto, el dios Tot para los egipcios; el dios de la sabiduría para los griegos; el tres veces grande, como se le ha denominado durante centurias, pronunciara esas sabias palabras. Y es tan certero y válido como que basta con un agujerito por el que se cuele la luz para que una habitación oscura se ilumine.
Cuando esto escribo, acaba de cometerse un nuevo atentado terrorista, esta vez en la ciudad de Barcelona. Un acto criminal llevado a cabo por jóvenes movidos por una doctrina que ya se sabe de antemano vencida, débil, muerta, como las mismas acciones que realiza. De lo contrario, no actuaría así.
Sí, son los últimos y rabiosos coletazos de una "oscuridad" que se resiste a abandonar la batalla ganada por los billones de personas que, en este precioso planeta azul, se aman y viven en paz y quieren la paz para todos. Ya lo he repetido en varias de mis intervenciones públicas y en algunos de mis artículos: "Por cada bomba que estalla, hay miles y millones de besos y caricias que no se oyen. El bien es silencioso, gran verdad que caló muy honda en mí desde que el cantautor y filósofo Facundo Cabral la dijera".
La única manera de que la "oscuridad" desaparezca es con la Luz, la que cada uno de nosotros lleva dentro y que no debe temer ser expresada. Expresada a través del Amor hacia todos, incluidas estas almas que viven sin amor, que nunca lo han conocido, que viven en el odio y en la violencia. Quizás, teniendo en cuenta lo que ya conocemos por la física cuántica, si en vez de sentir odio y repugnancia hacia estas personas que cometen esas atrocidades, empezamos a compadecerlas por ser tan pobres en amor, por ser incapaces de ver la grandeza que hay dentro del ser humano, y dejamos de enviarles odio (que no hace sino incrementar su energía malévola y eso es lo que quiere la "oscuridad"), quizá entonces, y sólo entonces, cuando empiecen a recibir compasión, que en definitiva es amor, empiecen a vislumbrar algún destello de Luz en su corazón que les hable de Amor y Paz.
Cada familia, cada pueblo, cada cultura, cada raza tiene lo que los expertos llaman "un campo unificado de conciencia". En él cada individuo va haciendo sus personales aportaciones que son compartidas por el resto de su comunidad (de ahí que esos fanatismos se contagien tan rápido). El filósofo indio Aurobindo también lo decía: "Basta que un individuo de una especie adquiera una nueva habilidad para que pronto todos adquieran esa habilidad". Es por lo tanto muy importante ser conscientes de nuestra individual aportación a ese campo unificado de conciencia. Si a nivel personal hacemos el esfuerzo de salir de la matriz del miedo y aportar lo mejor de nosotros mismos, a nuestra familia, nuestro pueblo, nuestra comunidad... podremos vencer definitivamente todo intento de sacarnos de nuestro clima natural de Paz interior.
Es necesario que no aportemos "miedo" a nuestra comunidad, a nuestro campo unificado de conciencia, y que sigamos reconociendo la Luz que hay en nuestro interior. ¡La Luz es siempre victoriosa!
El universo, como decía Einstein, es un universo armonioso y en equilibrio. Nuestra naturaleza, como parte integrante de él, también. No lo olvides.
¡Feliz otoño!