Carla Iglesias. Aqua Aura
Esperamos que la experiencia del árbol genealógico con los minerales sea siempre motivo de un buen recuerdo y de un agradable trabajo de autoconocimiento y entendimiento de nuestras relaciones familiares. En esta ocasión me gustaría sugerir internarnos un poco más dentro de este gran laberinto que llamamos familia e invitaros a disfrutar de una gran revelación... entender realmente por qué hemos elegido a cada persona cercana a nosotros.
Si tenemos ya nuestro árbol genealógico montado, con todas nuestras piedras representando cada familiar, ahora podemos escalar más alto, y seguir creciendo de una manera rápida, clara y muy efectiva.
Separaremos piedras de amazonitas, turmalinas negras, cuarzos rosas, cuarzos con rutilo y amatistas. Si realmente hemos conectado con nuestro árbol, este tendrá una potente energía y pedirá que continuemos trabajando. El modo en que lo haremos es el siguiente: primero nos situamos delante del árbol, respiramos profundamente, e identificamos todos los problemas que conocemos en nuestra familia.
Luego colocamos determinadas piedras en las relaciones directas con nosotros, considerando que las energías que usaremos serán muy precisas, a saber:
Turmalina negra: para desbloquear, limpiar, desintoxicar
Amazonita: para que simplemente esa relación experimente un cambio y empiece a tomar un rumbo más afín a nosotros.
Cuarzo rosa: cuando veamos que la relación necesita perdón, entendimiento y comprensión a través del amor.
Cuarzo con rutilo: para que la relación reciba ayuda de antepasados de luz.
Amatista: para cuando la relación necesite aumentar su vibración, espiritualizarse, transmutarse y, de este modo, elevarse energéticamente.
Sin dudas, nuestro árbol es un gran mandala energético y podemos meditar con él, enviar energía a distancia, sanar situaciones, etcétera, y podemos hacer una imposición de manos encima de cada nombre cuando lo creamos necesario.
Para estas fiestas
Como se acercan fiestas navideñas, y con ellas grandes reencuentros familiares, os animo a que en el momento de la reunión familiar dejéis vuestro saquito con piedras y pidáis que cada persona que llegue extraiga una, para así construir un árbol de la reunión en sí. (Puede ser de familiares o también amigos). Luego rodeamos las piedras que hemos sacado con otras amatistas y así crearemos una bonita corriente energética de energía positiva.
Desde Aqua Aura deseamos que el año que viene sigamos tan cerca... Y nuestra familia cristalina crezca aún más.
¡Feliz 2018... y gracias por estar ahí!
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