Carla Iglesias
Aqua Aura
Una de las grandes facilidades que nos ofrece la gemoterapia es el poder combinarla con otras terapias. En este artículo haremos una introducción de lo que es una combinación perfecta entre dos reinos, el mineral y el vegetal. Después de varios años experimentando con aceites esenciales de la mano de la aromatóloga Rosa Enguidanos, a través de la cosmética, en Esencias Matilda, y de los sabios consejos de la experta y amiga Paula Navarro, descubro la trilogía de la autora española Sonia Lorenzo llamada "Tu pasaporte aromático". Con ella aprendí a relacionar varios aceites esenciales y los chacras.
Con meditaciones guiadas y todo el respeto que me merece el reino vegetal, observo como cada planta es un ser con una energía muy especial, que se consigue plasmar de forma completa mediante el aceite esencial. De esta forma, empiezo a experimentar en mí la mezcla de las dos energías, la mineral y la vegetal, formando juntamente con mi energía la tríada mineral - vegetal - humano.
De esta mágica unión conseguimos sacar todo el partido necesario de los tres reinos para aprender, evolucionar y crecer espiritualmente, pudiendo sanar y desbloquear puntos de nuestros centros energéticos o chacras que antes desconocíamos.
En esta primera parte me gustaría hacer hincapié en la importancia de la calidad del aceite esencial. Mi consejo es que busquemos siempre buenas marcas y tengamos en cuenta el costoso proceso de obtener una gota de un aceite esencial.
Como siempre, en gemoterapia trabajamos los chacras desde el primer chacra, situado en la base de nuestra columna, hasta el séptimo, en la coronilla.
Prepararemos nuestra piedra elegida para limpiar nuestro cuerpo, conectar con la tierra, desbloquearnos y así anclarnos con la fuerza de las raíces de un árbol imaginario.
Primer chacra y aceite esencial
Los minerales recomendados para el primer chacra (de la raíz o Muladhara ) son turmalina negra, ónix y cuarzo ahumado
Elegimos uno de los tres, lo limpiamos correctamente (sugiero la lectura de mi artículo publicado en Tú Mismo en enero de 2019) y después de la preparación de nuestra piedra añadimos el ingrediente mágico, con el aceite esencial de Vetiver (vetiveria zinanoides).
Ponemos una sola gota en la muñeca, hacemos una inhalación profunda, relajados y tumbados cómodamente, colocamos nuestro mineral a la altura de las rodillas y nos imaginamos cómo a través de la piedra sale negatividad de nuestro cuerpo, liberándonos de ella. A continuación, con la intensidad del olor del Vetiver, conectamos con la tierra, visualizándonos en un maravilloso lugar de la naturaleza, nutriéndonos de vida, de energía pura y renovadora que nos ayuda a sentir todo lo que nos rodea.
Es importante recordar que el primer chacra nos habla de la tierra y la materia en todas sus vertientes y que si no estamos en comunión con esa energía, nunca conseguiremos realizarnos de forma próspera en este plano.
La meditación no debe de durar más de diez minutos y podremos realizarla varios días seguidos. También podemos llevar nuestro mineral con nosotros, colocarlo debajo de la almohada a la hora de dormir y así recibir información a través de sueños, que aconsejo apuntar para luego poder analizarlos.
En el próximo artículo hablaremos del segundo chacra (sacro o Swadisthana).
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