Sayari Mati. Facilitadora de tantra, círculos de mujeres, reiki y profesora de yoga
Los centros energéticos o chakras están muy relacionados con la sexualidad y con la evolución del Ser. Tanto en yoga como en el tantra los trabajamos mucho, ya que la energía sexual o vital, llamada kundalini, cuando se despierta, sube desde su asiento entre las caderas hacia arriba por la columna vertebral hacia el chakra corona.
Nos interesa mover esta energía hacia arriba porque esto hace que evolucionemos a otros estados de consciencia del ser. Este es el camino hacia la autorrealización y hacia el Ser completo.
El primer chakra, Muladhara, también llamado raíz, se ubica en el periné, es de color rojo y rige las gónadas. Es la conexión con la Pachamama y con todo lo tribal. Es la supervivencia. Todo aquello que necesitamos para sobrevivir: comida, agua, sexo, pertenencia al grupo, etcétera.
Arquetipo: Elefante.
Elemento: Tierra.
Geográficamente lo situamos en África y su ritmo es también básico: cojo dos palos y empiezo a hacer música. De las pieles de los animales que hemos cazado para comer, hacemos tambores y así surge la danza y la voz, desde una conexión profunda con los ritmos de la tierra y desde la necesidad de ritualizar con la tribu, de mover el cuerpo, por puro instinto.
El segundo chakra, Svadhisthana, es de color naranja y rige la zona del Hara, es decir el bajo vientre, y se le asocia con el mundo de los sentidos, todo lo sensorial, la forma en la cual me nutro de los placeres, de lo que me gusta. Se le asocia con la Arabia de "Las mil y una noches", la Ruta de la Seda, de las especias, de todo lo sabroso, del placer y el gusto de estar encarnados en la piel y también tiene que ver con la creatividad (se encuentra en el útero) de todo tipo.
Elemento: agua. Sexual emocional.
En el tercer chakra, Manipura, nos encontramos con el plexo solar, de color amarillo y que tiene que ver con el poder personal, con la fuerza de voluntad, con la autoestima y está simbolizado por el guerrero o samurái.
Geográficamente lo situamos en Japón. El tesón y la determinación de los habitantes de ese país son legendarios. Allí donde ponen el ojo, ponen la flecha.
Su elemento es el fuego.
Está asociado a la digestión y a todos los órganos (bilis) que tienen que ver con este proceso.
Aquí también está situado el diafragma, importantísimo tenerlo relajado para que la energía kundalini fluya hacia arriba. El descanso del guerrero.
El cuarto chakra, Anahata, está en el centro corazón y cuando evolucionamos hacia este lugar, la compasión infinita, el altruismo, el amor incondicional y la devoción son la base de este estado de consciencia.
Se le asocia con la India, con el Bhakti Yoga y con los cantos devocionales.
Elemento: Aire.
Arquetipo: la madre Teresa de Calcuta.
Su color es el verde y aquí la sanación espontánea sucede habitualmente, por frecuencia, por nivel de consciencia.
El quinto chakra, Vishuda, está en la garganta y es de color azul. Su elemento es el éter y se le asocia con un tipo de creatividad muy elevada, como la de los grandes músicos clásicos que a tempranas edades creaban melodías muy avanzadas que traspasaban con mucho a las de su época. Mozart o Beethoven son arquetipos clásicos de este nivel de consciencia.
También tiene que ver con una comunicación refinada y con nuevos lenguajes y formas de expresión.
Lo ubicamos pues en Estados Unidos, creadores de grandes lenguajes que luego adoptamos los demás y no me refiero únicamente al inglés, sino también a internet, facebook, el marketing, el cine...
El sexto chakra lo ubicamos en el centro de la frente, en la pineal, y las personas con un Ajna muy desarrollado poseen capacidades tildadas de mágicas para los demás. Me refiero a la clariaudiencia, clarividencia, intuición, bilocación, telepatía, teletransportación...
Lo ubicamos en Sudamérica, con los chamanes y viene representado por Einstein, personas que perciben una realidad de otros planos muy superior al resto, una vez más, avanzados a su época que revolucionan el mundo conocido hasta entonces.
Color: violeta.
El séptimo chakra es la conexión con el Padre Cielo, con el Gran Espíritu. Este chakra está en la coronilla. Sale de la dualidad. Unión.
Conectando
Como veis, todos los chakras son muy importantes y van en aumento: me proveo de lo que necesito, luego también de lo que me gusta, hago un salto evolutivo en el tercer chakra para ir más allá de lo que me gusta hacia la autorrealización de quien soy, luego en el cuarto chakra me uno al amor universal, y desde ese plano puedo comunicar mejor al mundo y recibir más mensajes de otros planos y entrar en comunión.
Por todo esto hacemos prácticas de respiración, para soltar el diafragma, de movimiento de caderas, para activar la kundalini, de voz, visualizaciones energéticas...
Si quieres experimentar y/o saber más, ¡vente!
Próximos talleres: "Mujer Salvaje Mujer Sagrada", 9 y 10 de marzo en Inti Wasi, Vilamarxant.
"Trance Tántrico", 30 marzo en Gobinde Yoga Alboraya.
Clases de sexualidad femenina, dos viernes al mes en Gobinde Yoga Alboraya.
Clases de "Tantra para todos", dos miércoles al mes en el Centro Odara, Castellón.
Más info en: www.sayarimati.com