Stuart Wilde. Escritor
En los escritos de los antiguos maestros taoístas existe un concepto llamado Wu Wei, que es la idea de no acción. Al principio es difícil de entender. Wu Wei enseña que en la no-accion el sabio gana todo; que en la quietud, la meditación, la serenidad emocional, el sabio obtiene el conocimiento del poder divino, del Tao eterno. Y que en la eternidad, él o ella tiene de todo, por lo que no hay necesidad de lucha para ganar cosas materiales.
En el ambiente moderno, la simplicidad taoísta no funciona tan bien. Tenemos que trabajar para mantenernos y pagar el alquiler, debemos participar en experiencias modernas que no estaban disponibles en el año 500 a.c. cuando se escribió el Tao.
Hemos encarnado en este momento particular para experimentar las maravillas del mundo moderno. Necesitamos esas experiencias para poder crecer. Por lo tanto, la falta de acción, en el contexto moderno, tiene que ser ligeramente modificada. Sin embargo, podemos tomar el espíritu de Wu Wei y llevarlo a nuestra vida para afirmarlo.
Wu Wei es el flujo sin esfuerzo. El concepto se vuelve evidente cuando se compara la diferencia entre luchar y trabajar. La lucha se inclina emocionalmente por un objetivo, una meta-anhelo que presiona por la sensación de su falta, tratando de obtenerlo. Eso es luchar.
El trabajo avanza implacablemente hacia su objetivo, un paso a la vez, en forma organizada y disciplinada.
En mi libro "La vida nunca significó ser una lucha" discutía el hecho de que muchas personas consideran la lucha por ser honorable. Es un poco tonto, de verdad. No hay nada honorable en la lucha. Por lo general, si usted está luchando hay algo que está mal. Hay una gran diferencia entre la lucha y el esfuerzo. La lucha es la acción negativa vinculada con la emoción: lucha para terminar el trabajo, lucha para calificar, lucha por ser aceptado, lucha para llegar a fin de mes...
El esfuerzo es una parte natural de la existencia humana. No se puede caminar hasta el supermercado sin esfuerzo, habrá que quemar calorías para llegar allí, comprar los comestibles y regresar a casa. El esfuerzo es natural.
Si se encuentra luchando, inmediatamente debe buscar qué emoción hay detrás.
En general, usted encontrará que está luchando porque el objetivo que trata de lograr no es otro que llegar lo suficientemente rápido. Por ejemplo, usted podría tener un cierto compromiso financiero que requiere dinero rápidamente. O puede estar luchando porque sus acciones son incorrectas. A veces usted está intentando convencer de algo a otra persona que no quiere saber nada de eso.
A veces la lucha viene de tener demasiadas cosas que hacer, lo que significa que su vida no está organizada. O la lucha puede provenir de la frustración de haber fijado un objetivo en un determinado período de tiempo sólo para descubrir que la vida se lo niega.
Poder silencioso
De lo que se trata es aprender a consolidar nuestro poder silencioso. Wu Wei es en realidad paciencia y fluir –salir de la resistencia e ir hacia la simplicidad, sin tregua avanzando hacia su objetivo con la toma de conciencia, ajustando sus acciones como sea necesario–, moviéndose sin emoción y sin esforzarse demasiado. Manténgase dentro de su balance y capacidades, y confíe en la ley universal (el Tao) que le traerá las cosas que necesita.
La no-acción es la capacidad de delegar, ser paciente, a esperar para que las cosas se desarrollen naturalmente. Revise sus opciones en una meditación y decida qué camino seguir. Actúe con sus sentimientos, no con su intelecto.
Marcha atrás
Wu Wei se manifiesta en la capacidad de dar marcha atrás. El retirarse a veces puede ser el instrumento más poderoso en su bolsa de recursos. Es la capacidad de alejarse cuando las cosas no están bien, de dejar una relación si no funciona, de decir "no" cuando otros tratan de manipularlo para beneficio propio, o cuando las cosas no concuerdan con sus ideas o valores.
Cuando puede decir "no" es libre. Cuando está obligado por necesidad a actuar de determinada manera, no es libre. Usted está encarcelado.
Por lo tanto, Wu Wei es aceptar la vida sin forzar. Así uno es consciente del flujo y reflujo de las estaciones, consciente de la espiritualidad en todas las cosas y de la gran abundancia, de la fuerza divina. Se trata de saber cuándo actuar y no de actuar inconscientemente. Usted puede esperar, usted es eterno.
Conviene saber que la abundancia, las experiencias y las relaciones de verdadero valor sólo vienen cuando se está firmemente establecido. Cuando usted está equilibrado, el universo provee. Habrá siempre más allí.