Mar Tarazona Beltrán. Odontóloga
El estrés es uno de los padecimientos que diariamente sufren la mayoría de las personas debido al actual estilo de vida. Lo peor de los efectos del estrés en la salud bucal es que ocurren de manera progresiva y silenciosa, la mayoría de las personas no se dan cuenta hasta que son muy evidentes o avanzados.
El estrés, sobre todo en niños, puede influir en la aparición de hábitos compulsivos como chuparse el dedo, succionar el labio inferior, comerse las uñas o mordisquearse las mejillas o el labio. Todos estos hábitos pueden causar maloclusiones dentales, pudiendo llegar a ser importantes dependiendo de la intensidad, duración y frecuencia con que se realicen.
Para superar el estrés puedes considerar los siguientes consejos, que seguramente conozcas pero que conviene, en todo caso, recordar.
• Tener una alimentación sana y equilibrada, con abundancia de productos frescos. No pueden faltar en tu dieta productos como cereales, legumbres, frutas, hortalizas frescas, carne, pescado y frutos secos.
• Evitar las comidas precocinadas, la comida basura, el café, los refrescos de cola y el alcohol.
• La práctica de algún deporte es un método ideal para liberar tensión, sobre todo si lo puedes hacer al aire libre.
• Un buen paseo por la playa o por el campo te ayudará a relajar tu mente.
• Socializarse: las relaciones sociales suelen ser relajantes y terapéuticas, te ayudarán a sentirte más sano y menos estresado.
• Dormir al menos 8 horas al día te ayudará a recuperar energías y afrontar mejor las situaciones cotidianas.
• Vivir el presente y ser positivo siempre. Ser consciente del momento presente, el pasado no lo podemos cambiar y el futuro ya llegará.
Hay que disfrutar del momento y buscar el lado positivo de las cosas que te ocurren y de la gente que tienes a tu alrededor.
• En la vida hay que distraerse o tomarse tiempo para uno mismo, no todo puede ser trabajar, estudiar, limpiar la casa...
Tienes que tener momentos dedicados a realizar actividades que te gusten, así puedes alejarte de la rutina y del estrés.
• Aprender técnicas de relajación. El yoga, el pilates, la meditación y el ejercicio físico regular practicados con constancia son muy buenos para recuperar la calma.
Además...
• Aprender a decir que no.
• Hablar con nuestros familiares o amigos de lo que nos preocupa ya que otros puntos de vista nos pueden ayudar.
• Premiarse con alguna recompensa de vez en cuando.
• Ver la situación que produce estrés desde otro punto de vista distinto.
• Sonreír con la boca y los ojos.
• Escuchar una pieza de música clásica.
• Evitar discutir cuando se tiene estrés.
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