Carla Iglesias. Aqua Aura
Los jaspes son una gran familia de minerales de los más variados colores. Su nombre viene del griego y significa "manchado", por eso a veces es tan difícil identificar sus distintos tipos.
Vinculado al mes de octubre, el jaspe que más nos interesa es el llamado sanguíneo o jaspe rojo. Su tono opaco, rojizo oscuro, sin vetas y tono uniforme lo hacen especialmente adecuado para trabajarlo en decoración (jarrones, figuras, etcétera).
Antiguamente era recomendado para las personas que se sentían débiles, física y emocionalmente. En realidad, el jaspe es uno de los principales minerales de fuerza y vitalidad, pero sin carácter agresivo. En gemoterapia normalmente para la falta de vitalidad se indica la piedra granate por representar la energía del segundo chakra, pero pocas veces se tiene en cuenta que es un mineral que estimula el sistema nervioso central, lo cual hace que no sea recomendado para personas con tendencia a la exacerbación o irritación. En cambio el jaspe, al no conectar con la energía de la agresividad, se recomienda incluso a niños.
Otra importante propiedad del jaspe rojo es que al combinarse con una esmeralda, estimula las conexiones neuronales, agilizando la energía mental y potenciando la energía de la memoria.
Una cualidad del jaspe rojo en el cuerpo físico es la de sanar la piel después de un golpe. Sí frotamos suavemente el mineral sobre la zona afectada, conseguiremos que la sangre circule nuevamente, evitando así el moratón.
Por su fuerte potencia de movimiento energético, este mineral es perfecto en las casas para "despertar" rincones estancados, bien colocando piedras en bruto o bien haciendo círculos de ocho cantos rodados.
El jaspe sanguíneo es una piedra sin cristalización o geometría, lo que a veces la hace poco atractiva a nuestros ojos. Actualmente, en el comercio especialmente se encuentran pequeños cantos rodados, lo que nos invita a dejar volar nuestra creatividad a la hora de construir objetos de decoración, como jarrones de cristal llenos de piedras... o incluso piedras pegadas en una madera o soporte a modo de mandala (dibujo energético), y así obtendremos bonitas figuras de adorno, confeccionadas por nosotros mismos, que de otro modo difícilmente conseguiríamos.
Todas las piedras de jaspe que elijamos deben ser perfectamente limpias con agua y jabón neutro, y después expuestas a dos horas de luz solar.
Este mineral necesita un mantenimiento de limpieza y recarga una vez a la semana. También lo podremos dejar en sal seca toda una noche después de una importante sanación y le irá fenomenal pasarlo por el humo de un incienso.
Descubrir las propiedades de un jaspe rojo es también entrar en contacto con nuestra propia capacidad curativa. Siempre que nos encontremos apáticos o desmotivados para emprender cualquier proyecto, encontraremos en él un importante aliado.
Este mineral estimula y equilibra de forma positiva a los nacidos bajo el signo de Escorpio, enseñándoles que en el rencor solo encontrarán estancamiento.
La fuerte energía de confianza en uno mismo renovará y alegrará a cualquier persona que se acerque a este mineral, consiguiendo en pocos días un resultado que tal vez con una medicina química lleva años intentando.
El jaspe nos acerca su alegre energía para enseñarnos que todo estancamiento lleva a la tristeza y que en la alegría del movimiento muchas veces está la solución de un problema o situación.
Piedra de noviembre: topacio imperial.