Aurelio Álvarez Cortez
Quién es
Nutricionista y dietista registrada, y fisióloga certificada, Rebecca Scritchfield es autora del libro y los podcast “Body Kindness”. A través de su práctica de orientación que incluye el peso, ayuda a las personas a conectar con los alimentos, a encontrar el entusiasmo con el ejercicio y a crear una vida mejor con objetivos viables que se adaptan a los intereses individuales. Ha colaborado, y lo sigue haciendo, con medios de comunicación como NBC Nightly News, CNN, Washington Post, O Magazine, Self, Real Simple, Health, Yoga Journal, entre otros. Vive en Washington (EE.UU.) y acaba de publicar “Mímate, ama tu cuerpo”, de Editorial Sirio.
Su sitio web es RebeccaScritchfield.com
-¿La dieta es solo un tema de interés para las mujeres, Rebecca? ¿Y los hombres?
-Tratar con generosidad a tu cuerpo es para todos. El libro tiene más historias de mujeres que de hombres, pero la lucha contra la imagen corporal abarca a todos los géneros. Los hombres pueden sentirse más presionados en ser musculosos y esbeltos en lugar de perder peso y estar delgados, pero el mensaje es el mismo: “su cuerpo es un problema y necesitan cambiar”. Mimar a tu cuerpo es ayudar a cuidar de ti mismo, tal y como estés en ese momento, con el fin de mejorar tu vida, sin importar lo que peses o cómo te veas.
-¿Por qué afirmas que amigas tuyas no necesitan técnicas para bajar de peso sino ansiolíticos o, mejor, una clase de yoga?
-La presión de estar delgada y tener un cuerpo perfecto te llena de ansiedad. Irónicamente, el deseo de mejorar la salud la empeora. Relajarse a través del yoga y la meditación puede ayudar a aliviar la ansiedad y sus consecuencias en la salud mental.
-Aseguras que las dietas no funcionan, que son como un “mal novio”. ¿En qué fundamentas esta conclusión?
-Las dietas no te van a dejar que rompas con ellas. Te manipularán diciéndote que no puedes ser feliz o estar sana a menos que pierdas peso o te veas más guapa, de la manera en que un mal novio justificaría que lo necesitas sin importar lo infeliz que te hace.
-¿Podríamos decir que “si quieres adelgazar no te pongas como meta adelgazar, porque tu cuerpo no es el problema sino tu mente”?
-Sí. Tiene sentido que la gente quiera perder peso debido a nuestra cultura ideal de belleza y salud, pero la gente puede estar sana y no estar delgada. Además, las personas pueden llegar a estar insanas mental y físicamente como consecuencia de querer adelgazar.
-¿Comer y sentir placer son compatibles desde el punto de vista de la nutrición saludable?
-Desde mi punto de vista, sí, la comida es gratificante y memorable. Cada comida no es increíble, pero es buena si podemos fusionar una buena alimentación con un buen sabor. Por ejemplo, comerías más verduras si tuvieras aderezo o una salsa deliciosa para acompañarlas. Si pides el helado que te gusta y lo saboreas, estarás más satisfecho que si lo reemplazas por una dieta o te saltas el postre.
-Algunas claves para lograr esa transformación desde dentro que propones para amar el cuerpo.
-Lo más importante es dejar de luchar contra uno mismo en lugar de cuidarse. Esto significa echar un ojo a tu bienestar en general. ¿Qué te molesta?, ¿duermes lo suficiente o necesitas más?, ¿el ejercicio es bueno o deseas hacer más? Si es así, haz que sea divertido y en cuanto a tu salud, en lugar de estar delgado, intenta estar tonificado. El objetivo sería mejorar la imagen corporal porque te hace sentir realizado y agradecido por todas las cosas que haces por tu salud y cuidado personal.
-Las emociones juegan un papel importante en nuestra vida, y en la comida seguramente. ¿Cuál es la forma que sugieres para entrenarnos en este aspecto?
-A veces, cuando las personas sienten emociones negativas terminan comiendo y bebiendo en exceso para tratar de sentirse mejor, pero realmente están evitando sentir cualquier cosa. Date permiso para sentirte mal, triste o enojado, y calma tus emociones de otra forma que no sea con la comida o la bebida, como darle un abrazo a un amigo y sentir empatía. Haz algo por ti mismo que digas: “Siento que esto está sucediendo y estoy aquí para ti". Tal vez lo que necesitas es hablar con un amigo, darte un masaje, o simplemente respirar profundamente.
-Parece muy sencillo, pero aconsejas comer cuando sentimos hambre, sin complejos. ¿No hay ningún riesgo de excedernos por algún tipo de ansiedad?
-La dieta interrumpe nuestra capacidad natural para atender nuestras señales de hambre y respetar cuando nos sentimos plenos. Renunciar a la restricción y permitirte comer lo que te gusta y sentirte lleno te ayudará a aprender a regular esta situación. Cada vez que intentes algo nuevo te sentirás asustado, con incertidumbre o ansioso. Te recomiendo que pienses por qué quieres dejar de hacer dieta y atender a las señales de tu cuerpo para comer. La idea es comprometerse con esta práctica sin tratar de que sea perfecta. Necesitas tiempo para reconstruir la confianza en tus propias habilidades. Si crees que estás calmando tus emociones con la comida y te molesta, sana primera tu relación con la comida. ¡Te ayuda a hacerlo siendo amable con tu cuerpo!
-¿Qué hacemos con la báscula que muchos tienen en sus cuartos de baño?
-¡Aplastarla! Tengo un programa gratuito que trata precisamente eso: bodykindnessbook.com/bkscalesmash
-Te inclinas más por el ejercicio moderado que por aquellos que machacan el cuerpo. ¿Por qué?
-Personalmente, me encanta el ejercicio intenso. He realizado más de 15 maratones y unas pocas ¡de más de 50 millas (31 Km)! Pero el ejercicio intenso es duro para el cuerpo y cuando lo haces es porque quieres “arreglar” tu cuerpo, tu autoestima está sufriendo. El ejercicio moderado mejora la salud y la felicidad y es más realista. Puedes hacerlo de forma constante y no lleva ni mucho tiempo libre ni dinero. Cambia tu intensidad, pero no te lastimes. Castigarte con el ejercicio no es ser amable con tu cuerpo.
-Explícame, por favor, qué significa “ascender en espiral”.
-Esto significa que si creas una opción positiva para ti, mejora tu energía y estado de ánimo, lo que te llevará a más opciones para ser amable con tu cuerpo. Es como moverte hacia arriba en una espiral, estás más abierto y conectado contigo y con los demás. Conforme la espiral va hacia arriba, estás cultivando el optimismo y la fuerza.
-¿Tus propuestas se podrían resumir en que con mínimos esfuerzos se pueden lograr objetivos extraordinarios?
-Los objetivos son personalizados para cada uno. No hay una prescripción en cuanto a las metas que cada uno deba realizar. El mínimo esfuerzo ayudará a repetir y ser más constante en el cumplimiento de estos objetivos. Por ejemplo, hacer ejercicio cinco días a la semana durante al menos diez minutos. Trabajar más tiempo con una meta baja de tan solo diez minutos ayudará a crear este hábito.
-¿Qué es la alimentación intuitiva?
-Simplemente, es confiar en las señales que nos da nuestro cuerpo en relación a cuándo y cuánto comer. Es una habilidad con la que nacemos (lloramos cuando tenemos hambre), pero que desaprendemos a través de las dietas y las restricciones.
-¿Y la alimentación consciente?
-La alimentación consciente es parte de la alimentación intuitiva. Cuando comes conscientemente estás prestando atención al momento presente, notando cosas como el sabor de la comida y sintiendo el placer mientras comes, notando cuándo tienes sed, y a medida que pasa el tiempo notas cuándo te sientes lleno y saciado.
-Tu trabajo parecería más enfocado al empoderamiento personal que al problema del sobrepeso. ¿Es así?
-Los cuerpos y el peso no son “problemas” que deban “arreglarse”. Todos los cuerpos están bien, Las personas de cualquier tipo de peso pueden practicar la generosidad con su propio cuerpo, centrándose en el autocuidado con enfoque positivo a través del “cuidador interno”, aquella voz que nos ayuda a dormir lo suficiente, nos motiva con nuestras rutinas de entrenamiento y nos recuerda que parte del cuidado de nuestra salud es algo divertido. Cuando vemos la apariencia como un problema, entonces la "solución" es la dieta y las restricciones, la alimentación desordenada, que no conduce a una mejor salud o a la felicidad. De hecho, puede incluso dañar la salud mental.
Desafortunadamente, también tendremos que trabajar en el maltrato que nuestra cultura inflige a los cuerpos. Por ejemplo, deberíamos centrarnos más en hacer que el ejercicio sea seguro y que los alimentos saludables sean más accesibles para las personas con menos dinero si es que realmente nos estamos preocupando por mejorar la salud. Algunas personas están genéticamente destinadas a ser más corpulentas, y esto no significa que sean menos saludables, e incluso si lo fueran, ¿por qué la gente repentinamente las tacha de “malas” si lo que realmente tienen es un problema de salud? Es un asunto de calado, mucho más grande que lo que engloba a una sola persona. Sin embargo, demostrando amabilidad hacia el cuerpo, te encuentras en un marco donde puedes liberarte de la vergüenza hacia tu propio cuerpo, la autocrítica y los juicios, y es entonces cuando te topas con un lugar mejor donde puedes influir en la familia, los amigos, la escuela, la comunidad, con el objeto de mejorar.
-También hablas de la necesidad de tener compasión con uno mismo, de hacerse amigo de sí mismo. En tu caso, ¿cómo lo consigues?
-Fui mi peor crítica durante años porque siempre me comparaba con otros y lo usaba para valorarme a mí. Nada era lo suficientemente bueno y realmente creía que la clave para mi felicidad, amor y éxito era verme delgada y hermosa. Esto es un comportamiento muy común ya que nuestra cultura premia la belleza ante el sufrimiento de los demás. Mi autocompasión me llevó algún tiempo.
Te detallo algunos pasos que seguí para tratar mi cuerpo con amabilidad. Primero, tiré mis armas y llegué a una tregua conmigo misma, me negué a golpearme y en lugar de eso me dije: “Quiero cuidar de ti”. En segundo lugar, dejé de hacer dieta y me permití comer de nuevo todos los alimentos. Si comía mucho, me decía: “Está bien, descansa y digiere tu comida”. Entonces empecé a decidir cuánto y cómo comer. Y tercero, es importante no exigirme ser perfecta. Decidí celebrar tanto un entrenamiento corto como uno más duro. No me molestaría con mi intención, bastante frecuente, de intentar ahorrar tiempo en la cocina, pero sí que me propuse esforzarme en comer de una forma más equilibrada, como por ejemplo añadir verduras a la cena.
-¿Alguna otra sugerencia que creas fundamental, si es que nos hemos olvidado citar, para poder amar y mimar nuestro cuerpo?
-Me permito estar triste, enojada o frustrada con mi apariencia, sin llegar a reaccionar con respecto a ella. La autocompasión me permite decir “está bien tener este mal presentimiento sobre mi cuerpo, ¿qué necesito hacer ahora mismo?”. Normalmente necesito dormir o divertirme con los amigos. Las emociones son solo información de que algo está mal en mi estado de ánimo. En lugar de preocuparme por qué no estoy siempre feliz, me permito sentirme mal y esta sensación se va sola.