Aurelio Álvarez Cortez
Quién es
Ryder Carroll es director creativo de Idean, una empresa de diseño radicada en Nueva York. Ha diseñado desde apps hasta videojuegos. Nieto del famoso guionista Sidney Carroll e hijo del novelista Jonathan Carroll, ha colaborado con empresas como Adidas, HP, American Express, Vogue o The Wall Street Journal.
Creó un sistema de organización de actividades diarias, que ha publicado con el título de “El método Bullet Journal” (Editorial Planeta), un manifiesto sobre cómo queremos vivir y de qué manera organizar los dos elementos más importantes de nuestra vida: el escaso tiempo y la energía.
Su web: www.rydercarroll.com
En Twitter: @rydercarroll
En Instagram: rydercarroll
-Tú método apunta a la gestión del tiempo. Empecemos entonces por el principio, ¿qué es el tiempo para ti?
-El tiempo es una divisa que invertimos en la experiencia, es un recurso no renovable. El tiempo no se puede crear y solo se puede conseguir de dos maneras: podemos tomar tiempo para nosotros mismos o nos pueden quitar tiempo.
-Un sistema analógico como el tuyo es útil en la era digital. Parece paradójico.
-No es paradójico si vemos que intenta alcanzar el objetivo de las tecnologías, por vernos más productivos. No es tanto la naturaleza de la herramienta y no se trata de lo digital “versus” lo analógico, sino de lo digital “y” lo analógico. Son herramientas que deberíamos juzgarlas en función de su capacidad para alcanzar nuestras metas. Muchas veces las herramientas digitales no nos ayudan a conseguirlas, mientras que las analógicas sí. Debemos averiguar cuál es la herramienta adecuada según qué trabajo y qué objetivo.
-Si perdemos contacto con nosotros mismos, ¿podemos darnos cuenta de lo que en verdad importa?
-No. Nuestra responsabilidad es mantener esta línea de comunicación con nosotros mismos. Según mi propia experiencia, a mí nunca me enseñaron que esto era importante ni tampoco me enseñaron a hacerlo. Ahora que ya tengo estas líneas abiertas he podido lograr mucho entendimiento que antes no estaba a mi disposición.
-¿El simple acto de escribir importantes minucias va mucho más allá de la simple organización de actividades y horarios?
-A veces planificar simplemente actividades es una manera de conectar con nosotros mismos, como poder dedicarle más tiempo a nuestra familia o a cosas que nos importan. Estamos haciendo dos cosas simultáneamente: por una parte, decimos “esto es importante para mí” y por otra, queremos dedicar más tiempo a esas actividades. No se trata de una cosa o la otra, sino que hay mucho solapamiento. Puedes escribir sobre lo que es importante para ti en tu vida, pero no te va a ayudar si al final realmente no estás haciendo nada al respecto.
-¿Cuáles son las filosofías de varias tradiciones que fusionas en tu sistema y por qué las elegiste?
-Busco filosofías que me ayuden de una forma práctica a vivir con más intención, y esto no se puede reducir a una cultura o una filosofía. El budismo, el estoicismo y todo lo que está entre medias nos permiten entender mejor qué es una vida con sentido. El método Bullet Journal es la plataforma que utilizo para apoyar estas filosofías tomando mis creencias y volviéndolas realidad a través del sistema. Este método combina productividad con mindfulness, y cuando los dos se solapan, permiten alinear nuestras acciones con nuestras creencias.
-Tu creación recuerda a una ley llamada del mínimo esfuerzo, cuando destacas que se puede hacer más cosas trabajando menos. ¿Tiene alguna relación?
-No conozco esa ley. En todo caso, tienes que trabajar en la menor cantidad de cosas que te dan mayor valor.
-Propones construir un puente entre creencias y acciones. ¿Tal vez sea necesario cambiar algunas creencias?
-Sí, debemos cambiar nuestras creencias constantemente. Es muy peligroso dar por sentado nuestras creencias porque a menudo nos equivocamos con respecto a cosas que pensamos que son verdaderas. Por un lado, está bien tener una creencia siempre y cuando sea flexible, pero si pensamos que lo sabemos todo, perdemos oportunidades de crecimiento. Muchas veces estamos en una situación difícil en nuestra vida porque las creencias han saltado por los aires o han desaparecido, y lo mejor es entender qué es lo importante para nosotros y tener la mente abierta porque nunca poseemos toda la información.
-¿Es lo mismo estar ocupado que ser productivo?
-No. Podemos llenar nuestro día con tareas y al mismo tiempo sentir que no estamos haciendo nada. La productividad está muy relacionada con avanzar, hacer progresos, dar cosas al mundo, y esto no significa que debas trabajar durante veinte horas al día. El estar muy ocupado es un síntoma, estás dedicando tu tiempo y energía a demasiadas cosas y por eso no logras muchas otras que quieres hacer. Sin embargo, la productividad te permite progresar y centrarte en las cosas que importan.
-¿Reducir el número de decisiones, en términos generales, es importante para conseguir más objetivos?
-Cuantas menos cuestiones haya sobre las que tengas que deliberar, mejor; habrá menos tensión. Tienes que encontrar la manera de conservar tu tiempo y energía, que a menudo se reduce a quitar las distracciones.
-¿Cuál es el valor de la palabra manuscrita?
-Tiene muchos beneficios. Nos permite conectar cuerpo y mente, no es igual a teclear. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que si estás aprendiendo un idioma y escribes a mano, serás capaz de adquirir la habilidad de leer ese idioma más rápido. Esto indica claramente que, aunque estés escribiendo en tu propio idioma, te conectas con la información de una manera distinta, identificando patrones que quizá no habías identificado. La ciencia también dice que si escribes a mano lograrás retener la información más tiempo que si la tecleas. ¿Por qué lleva más tiempo? Pues porque tenemos que pensar qué vamos a escribir. Al teclear se sigue el ritmo de lo que se está diciendo, pero escribiendo no, te obliga a reflexionar. Para tener una representación exacta de lo que se está diciendo hay que pensar, utilizar tus propias palabras para capturar el concepto y de esta forma te estás centrando en lo que importa, involucrando tu mente al escribir a mano.
-¿Una libreta de papel y una aplicación para el móvil pueden ser complementarios?
-Pueden ser muy complementarios. Como dije, no se trata de lo digital versus lo analógico sino de encontrar las herramientas adecuadas para el trabajo. Nunca puedo organizar una reunión con mi cuaderno, a lo mejor escribo una fecha como mucho, pero necesito la herramienta conveniente. Debes seleccionar la herramienta en función de la necesidad que tengas. Muchas veces compramos tecnología pensando que solucionaremos problemas que ni siquiera somos conscientes que tengamos, olvidando realmente lo que nos ayudará a avanzar, que a veces puede ser algo analógico o digital. Afortunadamente existen las dos posibilidades.
-Un consejo para tomar notas.
-Adquirir el hábito de escribir nuestras ideas de manera corta durante el día. Esto te permitirá saber qué está pasando por tu cabeza; si estás en contexto de crisis trata de escuchar más y escribir menos, y cuando escribes, céntrate en lo que importa. Antes la calidad que la cantidad. Escribe de una manera muy breve, pero, lo que es más importante, de una forma dirigida.
-Usas símbolos o viñetas para apuntar cosas. ¿Es quizá la imagen que refuerza el punto de atención?
-Las viñetas te permiten categorizar tus pensamientos velozmente, pero al mismo tiempo echas un vistazo rápido a la página. Con ellas puedes ver en un instante qué temas tienes en el día, por ejemplo. No creo que el símbolo influya en las notas sino al revés, las notas influyen en el símbolo.
-¿Por qué uno tendría que hacer todo lo que enseñas con tu método?
-No debería. Uno tiene que hacer lo que funciona. Desde el principio digo échale un vistazo a estos conceptos y si tienen sentido para ti en tu vida, pues hazlo. Yo presento una caja de herramientas, las más valiosas para mí, pero si alguien no lo considera así, no debería utilizarlas. La mayor parte de la gente que usa el Bullet Journal lo hace a su manera. Es una plataforma de autoaprendizaje, yo doy la casa vacía y ellos la llenan con su vida. Los bullet journal son muy distintos por esto y es muy importante no comparar el propio con el de otros porque nadie tiene tu vida, es tu responsabilidad entender cómo puedes hacer para que funcione.
-¿En qué momento es más oportuno planificar?
-Voy a explicar cómo es más útil usar un bullet journal durante el día. Tener el cuaderno a mano para que puedas despejar tu mente, ir apuntando pensamientos, no lo hace diferente de otros sistemas. Pero el truco está en que dos veces al día revisas lo que escribes; es un proceso que se llama “reflexión diaria”, uno por la mañana y otro por la tarde noche. En esos momentos reflexionas sobre las cosas que estás incluyendo. ¿Es algo vital?, ¿importa?, ¿por qué estás trabajando hacia esos objetivos?… Esta reflexión permite establecer prioridades, planificar el día y ser consciente de por qué haces lo que haces.
-Te refieres a temas como el éxito, la felicidad, el sentido, la autocompasión, la resiliencia, la gratitud…
-El diario es un registro de tu vida, de tus experiencias. Creo que la vida es muy dura y podemos ayudarnos aprendiendo de nuestras experiencias y, al mismo tiempo, introducir cosas que hagan que nuestra vida sea un poco menos dura. Todas estas herramientas que menciono nos permiten compensar la perspectiva negativa que tenemos sobre nuestra propia existencia.
-Por último, sugieres practicar la “bendita” imperfección. ¿Qué es?
-No hay perfección, el concepto de la perfección es imperfecto porque todo cambia con el tiempo, nada puede ser perfecto para siempre. Aceptarlo nos permite avanzar en vez de ser demasiado exigentes con nosotros mismos. Si nos comparamos con estándares rigurosos, nos estamos juzgando de manera demasiado dura. Así que cuando mejor se nos dé la imperfección, más podremos progresar.