Quién es
Bruce H. Lipton es un líder internacionalmente reconocido en la construcción de puentes entre ciencia y espíritu. Biólogo, pionero en la investigación con células madre y precursor de la epigenética, desarrolló una técnica de tejido de trasplante experimental junto al doctor Ed Schultz, utilizado como una nueva forma de ingeniería genética humana. Sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford entre 1987 y 1992 hicieron posible constatar las vías moleculares que conectan mente y cuerpo. Así demostró los mecanismos por los que la mente controla las funciones corporales, y sugirió la existencia de un espíritu inmortal. Actualmente da conferencias y talleres por todo el mundo. Es autor de "La biología de la creencia" y "La biología de la transformación", traducidos al español, además de otros libros publicados en inglés. Más información en www.brucelipton.com
Pablo Arturi
-¿Cómo comienza su trabajo, doctor Lipton?
-Mi primer experimento, hace 45 años, fue clonar una célula madre en un plato Petri (medio de cultivo utilizado en laboratorios de investigación), dividiendo, duplicándola, cada 10 horas. Al cabo de dos semanas tenía miles de células totalmente idénticas. Las separé en tres platos Petri, cambiándoles el medio ambiente de crecimiento. Para ello generé fluidos químicos para los tres entornos ya que necesitaban un medio líquido. El primero fue de músculos, el segundo de huesos y el último de grasas. Las células eran idénticas: tenían los mismos genes, el ADN igual, lo único diferente era el medio ambiente. Fue entonces cuando observé que éste controla el destino celular. Otra prueba que hice consistió en pasar células de un ambiente bueno a otro ambiente malo. Como resultado, comenzaron a enfermar. Entonces pensé “¿qué hago para curarlas?”. Pues, simplemente volver a ponerlas en un buen ambiente. Conclusión, el ambiente determina el destino y la salud de las células.
-Nos habla de experimentos con células. ¿Qué pasa con los seres humanos?
-El humano por definición es una comunidad de 50 trillones de células, un plato Petri cubierto de piel cuyo medio de crecimiento es la sangre. La química de mi sangre la controla mi cerebro y, más específicamente, mi mente. Lo que pienso modifica la química de mi sangre. Cuando tengo miedo pongo un montón de sustancias estresantes en mi sangre. La sangre es un medio de cultivo y, como dije de mis experimentos, cuando altero el medio de cultivo, cambio el destino de las células. Si estoy enamorado libero una química distinta de cuando tengo miedo. Cada química cambia el destino de las células. La conclusión final es muy simple: mi mente, mis pensamientos, controlan mi cerebro, que a su vez controla la química que controla el destino de las células. Es decir, la mente controla el cuerpo.
-¿Por qué enfermamos?
-Sólo un 5% de las enfermedades es de origen orgánico, el 95 % restante significa que no estamos en armonía con el mundo en que vivimos. Son enfermedades de no-armonía. El sistema inmune interfiere. Dirás “¡pero yo no creé esto!”. Tu mente consciente no, pero tu mente subconsciente sí. Por eso la gente tiene que tomar conciencia y dejar de ser víctima.
-Si enfermamos, ¿qué debemos hacer?
-Algo importante: recuerda que si pones las células de un entorno bueno en uno malo y se enferman no hay que darles drogas porque basta con devolverlas a un entorno sano. Lo mismo resulta válido para el cuerpo humano. Si llevo mis células de un entorno bueno a uno malo, ¿qué drogas tomo? Ninguna, sólo vuelvo a llevar las células a un entorno bueno y mi cuerpo se pondrá sano.
-¿Cuál es un medio bueno para el cuerpo?
-Lo que piensa la mente está creando el medio ambiente. Si mi mente tiene miedo, el “plato Petri” que está debajo de mi piel cambia, cortando el crecimiento y afectando el sistema inmune. Por eso enfermo. La química del estrés destruye el ADN y las células del cuerpo. La química del amor, en cambio, es una química de salud y crecimiento. Cuando una persona se enamora su organismo está fuerte, sano, tiene energía.
-En sus libros habla de epigenética y control epigenético. Díganos qué es esta rama de la ciencia.
-Es la nueva ciencia. Epi significa “sobre”. Control epigenético quiere decir controlar los genes: la mente. Puedo cambiar mis genes, puedo cambiar mi mente. Soy poderoso, puedo cambiar mi biología, mi salud. No soy víctima de mis genes, en todo caso lo seré de mis creencias. Y ya que puedo cambiar mis creencias, también puedo controlar mis genes. La vieja ciencia dice que tú eres una víctima, tienes que ver un médico y tomar medicamentos. La nueva ciencia afirma que puedes cambiar tus creencias porque ellas controlan tu biología. Tú eres libre de cambiar tus creencias.
-También se refiere al cáncer...
-Sólo el 10% del cáncer es genético, el 90% restante se debe al estilo de vida. El cuerpo es un espejo de la mente: un cuerpo enfermo es una mente enferma, un cuerpo sano es una mente sana. Esto es importante porque la mayoría de la gente cree que el ADN controla sus vidas. Piensa “yo no elegí los genes, mi familia me dio los genes, no me gustan las enfermedades, no puedo hacer nada, soy una víctima...”, persuadida de que no puede hacer nada al respecto. Esto quita poder porque perdemos el control, convencidos de que eso es genético. Si un médico te dice que tienes un cáncer, que morirás en 6 meses y le crees, así sucederá; si no tienes cáncer, lo crearás. Esto es lo que se llama efecto placebo. Del mismo modo, una creencia positiva crea una curación. No una pastilla, que es de azúcar, sino una creencia.
-¿Podemos estar en un ambiente tóxico y no enfermar?
-En uno de mis libros hablo de una gente a la que llamo “loca”, muy religiosa, que vive en el sur de Estados Unidos. Ellos hacen lo que denominan “testificar”, demostrar que Dios los protege. ¿Cómo? Juegan con serpientes y arañas venenosas. Algunos inclusive beben veneno puro y dicen “si Dios me protege, no pasará nada”. Obviamente, deben tener unas creencias muy poderosas. Entonces te contesto: sí, puedes vivir en un ambiente tóxico y, si estás en armonía con tu cuerpo, él te cuidará.
-¿Pero cómo cambiamos nuestras creencias o las emociones vinculadas con las creencias?
-La función del sistema nervioso es leer el medio e informar a las células. Es lo que se llama percepción. La mente interpreta esa percepción, controla mi respuesta. Aquí es donde está el problema: en realidad hay dos mentes. La mente consciente, que te conecta con tu espíritu, tu identidad, es la creativa. Y la otra mente, la subconsciente, que graba y repite todo, se basa en el hábito. La mente consciente está siempre viajando al futuro, al pasado, soñando despierta. Pero la mente subconsciente se encuentra en el presente. ¿Por qué es importante?, porque tus hábitos invisibles controlan tu vida.
-¿Cómo puedo tener al subconsciente como amigo y no como enemigo?
-Si pienso que el 95% de mi conducta viene de un programa que repito pero no veo, puedo perdonarme porque tomo conciencia de que he estado “ejecutando un programa” sin darme cuenta, y por lo mismo también puedo perdonar a los demás… ¡Espera un minuto! Ninguno de nosotros realmente sabe lo que hace la mayor parte del tiempo ya que la mente consciente y la subconsciente no están en el mismo lugar. Realmente no soy quien quiero ser. ¿Me doy cuenta? No. ¿Lo ven los otros? Tampoco. Mi mente subconsciente fue programada por mis padres y el entorno cultural, y sólo el 5% del día mi mente consciente, mis anhelos, toman el control. ¿Vivimos la vida que queremos o la que hemos sido programados? Deberíamos dejar atrás la historia, porque la historia muestra que nadie sabe lo que estaba haciendo. ¡Necesitamos un perdón global!
-¿De qué modo aprende la mente subconsciente?
-Las dos mentes aprenden en forma totalmente diferente. La mente consciente es creativa y dice “voy a leer un libro de autoayuda” y mientras lo lee, comenta “¡oh, sí!, ¡claro!”. Pero después de leerlo, ¿tu vida cambió? No. Si quiero educar al subconsciente debo hacerlo de dos maneras: los primeros aprendizajes suceden hasta los 6 años, con bajas frecuencias cerebrales (ondas theta). Para hacer esos mismos aprendizajes, de adulto, debes volver a grabar en la misma frecuencia, o sea bajo hipnosis, con cintas subliminales, cuando te vas a dormir, etcétera. La segunda manera de aprender es por repetición, hábito. Si lees un libro una vez, o vas a un curso una sola vez, eso no es hábito, no afecta para nada. Para aprender a conducir has practicado una y otra vez. El hábito es un programa de repetición, como cuando aprendes el alfabeto. Aquí introduzco el concepto budista de mindfullness (atención plena): si puedo mantener mi mente consciente en el momento presente bastante tiempo, cuando tomo una decisión tengo presente mi conciencia, deseos, anhelos. Si esto lo mantengo por un periodo de tiempo, voy creando un hábito.
-¿Podríamos afirmar que la conciencia es una evolución del subconsciente?
-Cuando te conviertes en un ser consciente puedes hacer evolucionar el subconsciente. Y aquí permíteme comentar que a la teoría evolutiva de Darwin le faltó un eslabón en su postulado, que es la tendencia a la comunicación: cuando un organismo es creado intenta conectarse con otros del mismo tipo. Primero tienes un organismo único, después organismos que se apoyan mutuamente creando una comunidad, y por último la comunidad es tan grande que se especializa. Vamos de un organismo simple a otro más complejo. Ahora lo que está evolucionando no es el cuerpo humano, eso ya está hecho. Evoluciona la inteligencia que dice “todos somos uno, somos una comunidad de humanos”. La humanidad es un organismo tratando de evolucionar. ¿Pero cuándo evolucionará? Cuando los humanos tomemos conciencia de que somos células de un organismo más grande. En este momento la civilización está recibiendo una llamada para despertar. No se trata de cambiar el físico, sino la mente. Si no hacemos esta evolución ya mismo, los científicos nos han dicho que estamos destruyendo nuestro planeta y nuestras células se extinguirán. Estamos enfrentando la extinción. ¿Debemos cambiar al ser humano? No, hay que cambiar la conducta.
-Señala usted que deben caer todas las estructuras. ¿Por qué?
-Las estructuras que hemos creado y sostienen el mundo, actualmente lo están destruyendo. Para sobrevivir hay que romper las estructuras porque no mantienen nuestra supervivencia en su forma actual: gobierno, políticos, economía, sanidad, religión, educación. Estas estructuras nos han servido para llegar hasta este punto, pero si las conservamos nos llevarán a la aniquilación. Debemos realizar una evolución más sostenible. Cuando escuchas las noticias del euro en Europa, del dólar en EE.UU., de la libra en Reino Unido, la gente entra en pánico porque todo se derrumba y piensa “es el fin del mundo”. ¡No! Eso es el miedo. En lugar de estar en pánico, si tienes conciencia, ésta es la salvación de la humanidad, dando la bienvenida a este colapso, no focalizándose en él sino en lo que vendrá después ya que la nueva visión es la salvación de la raza humana. Es nuestra oportunidad de tener éxito donde otros no lo han logrado y creo que la comunicación global que da Internet, por ejemplo, es una clave para el éxito de la evolución.
-El Dalai Lama expresa que la forma más inteligente de ser egoísta es ser compasivo, ya que el mayor beneficiario es uno mismo.
-Claro, esto es importante. Algunas personas piensan que si dan, se quedan sin nada, pero el mundo es interdependiente. El mensaje es aprendemos a cooperar o se nos pedirá que “abandonemos el jardín del Edén”, que es este planeta. Una llamada de despertar de la naturaleza. Si te das cuenta del objetivo de esta evolución, crearemos el cielo en la Tierra, algo muy hermoso.
-¿Qué dice la física cuántica ante lo que está sucediendo?
-Un átomo, desde el punto de vista cuántico, son pequeños tornados de energía. Por lo tanto, debemos dejar de focalizarnos en lo físico y pasar a la energía. Esto invisible es lo que la física denomina “el campo”. ¿Cuál es la definición de campo? Fuerza invisible en movimiento que moldea la materia. ¿No es lo que llamamos espíritu? Campo y espíritu son lo mismo. El mundo físico es un reflejo del mundo energético. Si quieres entender, debes comprender dos físicas: la newtoniana sigue siendo válida, pero debes sumar la cuántica, que explica lo invisible. La evolución nos está trayendo la conciencia. ¿Y qué es la conciencia?, energía.