Quién es
Directora del programa Escuelas Despiertas: Mindfulness Aplicado a la Educación, en el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad de Barcelona, Pilar Aguilera es miembro de la Orden del Interser de Thich Nhat Hanh y fundadora de la Sangha de Barcelona con Gracia.
Tiene un máster en Liderazgo y Gestión Institucional en Educación por la Universidad de Southampton, ha sido investigadora visitante en el University College de Londres y es licenciada en Filología Hispánica.
Autora de "El despertar de tu presencia", editado por Kairós.
Contacto: escuelasdespiertas.org, y en redes sociales @aguilerapilar.
Aurelio Álvarez Cortez
-¿Cómo llegaste a conocer al maestro zen Thich Nhat Hanh?
-De muy joven tenía la inquietud de encontrar un camino verdadero, de encontrar un camino meditativo. Esto era inspiraba mi corazón, y por casualidad tuve la ocasión de conocer a una persona que me puso en contacto con la práctica. Entonces, cuando vivía en Escocia comencé a asistir a las sanghas (o comunidades de práctica en la tradición de Thich Nhat Hanh) y ahí estuve practicando mis dos primeros años de práctica. Después continué practicando en Inglaterra hasta que volví a Barcelona, mi ciudad natal. Leía sus libros en inglés y al llegar a Barcelona, después de unos años fundé una de las sanghas que se reúnen aquí. Llevo alrededor de 20 años estudiando y aplicando sus enseñanzas.
-Para ti, ¿quién este monje vietnamita?
-Thay, como se le llama cariñosamente, ha tenido una gran bondad y visión verdadera para llevar el budismo a todas las personas de a pie de una manera fácil y muy profunda. Sus enseñanzas son muy sencillas y a la misma vez tienen una gran profundidad. Ha sabido transmitir de una manera sencilla la belleza de todo lo que nos envuelve cuando estamos despiertos a nuestra paz genuina y verdadera realidad. Cuando somos conscientes de llevar la meditación a cada cosa que hacemos en nuestra vida, nos abrimos a la vida maravillosa que existe en nuestro interior y a nuestro alrededor.
Thich Nhat Hanh ha sido muy generoso acercando la práctica del budismo a muchas personas de cualquier índole. De no ser así, quizás muchas personas alejadas del ámbito religioso no hubieran comenzado este camino que se adapta a cualquier persona interesada en vivir con más profundidad y belleza. Fregar los platos, caminar, comer y relacionarse con los demás pueden convertirse en actos meditativos que nos hacen muy felices al conectar con esa esencia en nosotros.
-¿De qué forma surgió la idea de compilar en 28 meditaciones esas enseñanzas?
-Debido a mis años de práctica y también como coordinadora de la Sangha de Barcelona con Gracia, he estado durante años facilitando meditaciones del maestro y otras meditaciones que yo creaba para mi sangha. Uno de los aspectos de la práctica que más me ha inspirado ha sido el desarrollo de meditaciones guiadas y el poder compartirlas con mis colegas y alumnos. En el libro se refleja la práctica que hago diariamente, cómo me relaciono con la naturaleza que me envuelve, y esta conexión la he convertido en meditaciones guiadas que pueden ayudar a que las personas despierten de su estado de letargo, que vean que el mundo en que vivimos es maravilloso, que es posible acceder a la paz, a la alegría y al bienestar en nuestro interior con prácticas fáciles y sutiles.
-Convertir lo cotidiano en algo trascendente. Por tu propia experiencia, ¿esto no se consigue de la noche a la mañana?
-A mis estudiantes les explico a veces que hay dos maneras de transformarse según mi percepción. La primera es más impactante y es a corto plazo. Cuando conectamos con esta práctica nos damos cuenta de que rápidamente al estar en contacto con la meditación y la plena conciencia, accedemos a un universo de mucha felicidad inmediata. Pero luego hay otro tipo de evolución, a largo plazo. Al practicar cada día, con los años, vamos adquiriendo una paz interior que se hace más estable, transformando la mente, las semillas de nuestra conciencia, y poco a poco la vida nos devuelve el espejo de una vida más auténtica, más bella, donde siempre habrá cierto sufrimiento, pero el cual sabremos gestionar mejor. Con una práctica genuina a largo término, y al mirar hondamente, encontramos significado en aquello que va surgiendo en nuestra vida, en nuestra mente, a nuestro alrededor. La vida nos hace de espejo.
-Una de tus meditaciones está dedicada al “nuevo año, nuevo yo”. Y precisamente estamos en el último mes del año, donde dejamos lo viejo conocido y esperamos lo nuevo por conocer.
-Thich Nhat Hanh tiene una caligrafía que se llama así, “Nuevo año, nuevo yo”. La escribió hace unos años para Navidad y siempre me ha inspirado en mi práctica. Por esa razón decidí crear una meditación basada en ese mantra. La impermanencia se halla presente continuamente, pero de manera simbólica hay momentos como el nuevo año que nos permiten celebrar el fin de uno y el comienzo de otro, a pesar de saber que en cada segundo nos estamos renovando, muriendo y volviendo a nacer. En este mes de diciembre tomamos conciencia, hacemos un balance de los sucesos. La mente consciente en esta época del fin de año está más clara, es más capaz de darse cuenta, de salir de su estado de letargo, de su hipnosis cotidiana, de su piloto automático, y observar desde fuera.
La reflexión consciente nos ayuda a descubrir en qué hemos errado y qué podemos mejorar para continuar viviendo de acuerdo con nuestras aspiraciones profundas, porque todos los seres tenemos esa intención bondadosa de ser mejores y más felices, de hacer el bien, lograr nuestros sueños, vivir una vida más auténtica; en definitiva, de tener más alegría, felicidad y bienestar.
Si cada día pudiéramos vivir con esa plena conciencia, nos renovaríamos a cada segundo, y esa es la invitación de esta meditación: de que en cada segundo puedes darte la oportunidad de volver al estado de despertar interior en que no necesitas siquiera el nuevo año para realizar esos buenos propósitos.
Esta meditación Nuevo año, nuevo yo nos recuerda que en cada instante podemos despertar del piloto automático y hacer realidad los sueños y aspiraciones más hermosas que hay en nuestro corazón. De esta forma conseguimos estar enfocados en un camino que nos haga sentir más nutridos y que aporte felicidad a los demás.
-Haces referencia a los “cinco entrenamientos para una ética global”, en un momento en el que la incertidumbre social es mayúscula por las tensiones, desafíos, enfrentamientos y confrontaciones que han tomado un dramático cariz.
-Thich Nhat Hanh creó los cinco entrenamientos de la plena conciencia, y en este libro he diseñado una meditación guiada en base al documento formal de la Comunidad de Plum Village Francia (que fundó el maestro hace más de treinta años). Constituyen una guía ética para las personas que tienen un compromiso profundo de práctica y no desean perderse en la ansiedad, el miedo, la ira o la violencia. Estos cinco entrenamientos nos ayudan a tomar consciencia de si nuestra práctica está yendo por el camino adecuado. El primero es reverencia por la vida; el segundo, la verdadera felicidad; el tercero, el verdadero amor; el cuarto, la palabra amorosa y la escucha profunda, y el quinto, el consumo responsable y la salud. Todos están interconectados y no se pueden entender como mandamientos, sino un camino en el cual nos entrenamos a través de la práctica consciente. Por ello al comenzar cada uno se dice “siendo consciente de…”.
No se trata de que tal entrenamiento lo realicemos a la perfección, sino que asumamos un compromiso de vivir según una conducta ética acorde con nuestra manera de comprender el budismo o la práctica de la plena conciencia. Y poco a poco vamos accediendo y comprendiendo la realidad profunda de los entrenamientos de una forma más genuina sin forzar nuestra conducta. No hay una conducta buena o mala. No se trata de actuar correctamente a la perfección. Simplemente tomamos consciencia y observamos cómo son nuestras acciones sin emitir juicios, con una mirada abierta para aprender, mejorar y abrirnos a un código que nos ayude a orientar nuestra práctica hacia un camino que favorezca la felicidad, por un mundo más comprometido y saludable.
-¿Qué es el concepto de Interser?
-Interser es un término creado por el maestro Thich Nhat Hanh y es la visión más esencial de sus enseñanzas. Implica ser conscientes, desde una visión profunda y en conexión con nuestra verdadera naturaleza, de que todo está interconectado. A veces tenemos la ilusa creencia de creernos entidades separadas, apartados unos de otros, como seres individuales, que cada uno tiene marcado su camino. Pero esto no es así, sino una realidad superficial e ilusoria. Para nutrirnos del alimento se ha tenido que sembrar una semilla. También, hubo personas que trabajaron muy duro para cultivar la tierra, otras recogieron la cosecha, otras transportaron los alimentos al supermercado. Todo lo que hacemos está interrelacionado. Requerimos de una gran red o mátrix, un sistema completamente coordinado para desarrollar nuestra vida y nuestra conciencia.
Al final nos damos cuenta de que lo único auténtico que podemos sentir es agradecimiento. Cuando somos conscientes del sufrimiento en las personas, ¿por qué darles la espalda cuando sabemos que todo está interconectado? Solamente podemos servir, estar disponibles para ayudar a los demás con un grado alto de compasión.
Cuando observas profundamente con una mente no dualista ya no puedes ser una persona cínica. Lo que toca entonces es comprometerte con un camino que lleve a la felicidad a todas las personas y al planeta. La felicidad ya no es objetivo egoísta que solo te pertenece a ti. El individualismo deja de tener entidad propia, porque es un mero espejismo, una ilusión.
-La física cuántica y la neurociencia ahora dan soporte argumental a lo que dices. Somos una gran familia y la meditación nos pone en nuestro sitio. ¿Meditar solo o en grupo?
-Para mí, las dos cosas son complementarias. De acuerdo con las enseñanzas del maestro Thich Nhat Hanh, meditar juntos, como sangha, como familia, es muy valioso. Se genera una energía colectiva muy potente para sentir paz y amor bondadoso. Por otro lado, también es importante meditar individualmente en solitario, pues no todo el tiempo disponemos de una sangha.
Cuando meditamos todos juntos como comunidad compartimos desde el corazón. Es una práctica de comunicación consciente a través de la cual expresas tus sentimientos más profundos desde la amabilidad bondadosa y la escucha profunda. Puedes compartir aquello que sucede en el día a día, el sufrimiento, los agradecimientos, los aspectos de tu práctica cotidiana. El compartir dentro de un clima de confianza, de confidencialidad, de escucha profunda, de palabra amorosa es muy potente para aliviar el sufrimiento y celebrar nuestra hermandad como seres humanos. Compartes con otras personas que están siguiendo el mismo camino que tú sin sentirte juzgado y sin juzgar. Por eso es tan importante la comunidad. En la comunidad se concreta el ideal de nuestra verdadera naturaleza de interser.
-¿Cómo es el programa para educadores Escuelas Despiertas que has creado?
-El programa Escuelas Despiertas fue creado por mí y está inspirado en las enseñanzas de Thich Nhat Hanh. Consiste en una serie de prácticas de plena consciencia para llevar a los profesores, a los niños y a las escuelas a fin de que puedan ejercer esa plena libertad interior, descubrir la esencia de la felicidad y la alegría que habita en ellos mismos. Esta transmisión profunda se introduce en el ámbito educativo, en las aulas, y con los profesores y niños. El programa lleva aplicándose hace más de seis años a través del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad de Barcelona. Ya han pasado por este programa alrededor de unos dos mil profesores, y actualmente se está evaluando a través de mi tesis doctoral con el equipo del profesor Javier García Campayo en la Universidad de Zaragoza. Es un programa completamente secular y se fundamenta en las prácticas básicas de Plum Village para que todos los profesores, independientemente de cualquier condición, puedan interiorizar un tipo de formación en mindfulness que pueda ser integrada con los niños y en el clima emocional de las escuelas.
Consta de un nivel 1, para cultivar la plena conciencia del educador, y después se puede acceder al nivel 2, en el cual los profesores aprenden a realizar intervenciones basadas en mindfulness con niños y adolescentes en las escuelas.
-¿Puede ser que algunos puedan sentirse atraídos por este programa, pero por cuestiones de creencia o pensamiento filosófico, religioso o espiritual, lo descarten?
-En cuanto al programa Escuelas Despiertas es completamente secular y cualquier persona o escuela puede aplicarlo libremente. Sabemos que el mindfulness se fundamenta en el budismo, pero si una persona no se siente comprometida con la religión budista, no hay ningún problema con ello. De hecho, Thich Nhat Hanh siempre ha expresado que lo importante no es la religión sino la capacidad de aplicar las prácticas básicas en nuestra propia vida. Este ha sido uno de sus mayores logros. Cualquier persona puede leer un libro suyo y sentirse conmovido por sus palabras y enseñanzas sin tener que sentirse especialmente budista. En mi libro no hablo directamente de budismo, sino que recojo lo más preciado de las enseñanzas del maestro Thich Nhat Hanh y lo transmito desde mi propia experiencia para cualquier persona de cualquier condición. Lo más significativo es todo aquello que nos une, que es auténtico y verdadero, y nos conecta profundamente, más allá de cualquier creencia religiosa.