Quién es
Profesora titular en la Universidad de Barcelona hasta 2013 y pintora durante muchos años, Marianna Escribano es doctora en Bellas Artes y licenciada en Historia del Arte por la Universidad de BCN. Descubre el mundo de la espiritualidad a través del arte y se da cuenta de cómo el arte ayuda a configurar y abrir estructuras cerebrales en los seres humanos, tal y como están demostrando en la actualidad las neurociencias.
Fruto de una investigación realizada a lo largo de más de 20 años a partir de una extraordinaria experiencia personal, escribe la trilogía Krysthos (Ediciones Amatista), donde da a conocer la canalización de temas científicos y sorprendentes hipó- tesis basadas en astrofísica y biología, además de predicciones importantísimas sobre los próximos cambios en el planeta y en el propio ser humano. Contacto: mariannaescribano.jimdo.com
por Aurelio Álvarez Cortez
-Afirmas que las comunicaciones telepáticas que recibes, Marianna, no las das como válidas o ciertas, sino que buscas contrastarlas.
-Sí, exactamente, mi mente es científica, totalmente. Soy una persona bastante escéptica en todas estas cuestiones que desconocía y me introduje en este mundo que se llama espiritual, que bajo mi punto de vista es todo lo contrario a lo que postula la ciencia, aunque creo que será la ciencia del mañana. Pero pronto lo dejé, no quería formar parte de lo que se me presentaba como un territorio de arenas movedizas y me aparté de todo. Recuerdo que rompí papeles, documentos... Después tuve experiencias, realicé exploraciones e investigaciones que me llevaron a retomar el tema.
-Ciencia y espiritualidad, que anduvieron por sendas divergentes, ahora parecen confluir. Tus libros podrían ser utilizados por los datos de carácter científico que aparecen en ellos.
-Es el territorio en el que pretendo situarme. La espiritualidad tal como la conocemos quizás sea la ciencia del mañana, y esta ciencia está por descubrir todavía. Actualmente se barajan o entremezclan otras situaciones que no tienen carácter científico sino profético, y la mayoría de canalizadores y personas que reciben mensajes "mesiánicos" dice estar en posesión de la verdad, eso es lo que considero peligroso. Nadie está en posesión de la verdad, lo que tenemos que hacer es tomar estos datos como algo importante que recibimos y que posiblemente llegue a nuestras capacidades intelectuales actuales para que empecemos a barajar más hipótesis. Pero no podemos dar nada por válido.
-Háblanos de los libros entonces. ¿En el primero qué nos encontramos?
-El mensaje estrella dice que en nuestro cerebro se abrirá un registro muy importante, el "cristo" número 9. Inicialmente pensé, por el nombre, que era un mensaje mesiánico, pero el emisario me dijo que no. El cerebro tiene doce registros, estructuras programadas que conllevan unas aperturas periódicas que favorecen la evolución del propio cerebro. Desde el origen se han venido abriendo estas estructuras cerebrales, que dependen del nivel de evolución en que cada persona se encuentre. Cuando abramos el registro número 9 se producirá una gran transformación, aparecerán unas posibilidades hasta ahora impensables. Como si tuviéramos un disco duro muy limitado y nos conectáramos a Internet, ya no servirá el cerebro antiguo.
-Me adelanto un poco, para relacionar estos cambios cerebrales con la modificación de un hueso, el esfenoides, situado en el cráneo, según citas en el tercer libro.
-Según el emisario, el esfenoides se ha ido modificando con cada apertura de registro, en los saltos evolutivos. Científicamente está comprobado, y este hueso ha ido transformando en los miles de años del hombre en la Tierra, y posiblemente tenga un sentido.
-En el segundo libro aparece un personaje singular, un físico nuclear que ha trabajado en el CERN, el laboratorio de investigación en física de partículas situado en Suiza. Y a partir del tema de la antimateria sale la cuestión del Big Bang. El emisario afirma que éste no existió, contradiciendo lo que la ciencia da como un hecho.
-No soy física, pero para mí la explicación del emisario tiene un sentido muy fácil de entender. Según la teoría del Big Bang, hay una gran explosión y una expansión ilimitada. Si fuera así, podríamos llegar a la muerte térmica, que es lo que sucedería si nos vamos expandiendo hasta un infinito. El emisario rebate esta teoría diciendo que con nuestras posibilidades actuales científicas, a través de los telescopios y estudios realizados, no podemos acceder a la contemplación absoluta, total, del universo, del cual vemos una diezmillonésima parte. Para que yo entienda, dice que el espacio tiene una forma cóncavo - convexa en la que se mueve el universo, que al expandirse choca con un extremo, retrocede, se repliega y vuelve al extremo opuesto. Es como si este espacio generara una situación infinita porque la misma energía origina el retroceso al mismo lugar.
-El tiempo se volvería eterno, sería el no-tiempo.
-Efectivamente, el emisario siempre dice que no existe el tiempo. Es una ilusión creada para este proyecto de vida que tenemos y que no deja de ser una ilusión, una proyección. Al parecer, estamos en un ensayo general que se hace en un holograma. Desde mi corta inteligencia y capacidad, entiendo que todo esto expresado así es metafórico, como si nos dieran las pautas para que investiguemos sobre algo muy complejo. No podemos tomarlo al pie de la letra, nos dan un símil.
-Sigamos con el segundo libro, donde narras un viaje iniciático.
-En él cuento una historia cuyos personajes y situaciones, muchas de ellas reales, he debido modificar para no desvelar experiencias mías, muy personales. Cierto es que hay un científico en la selva amazónica investigando temas relevantes y que colabora con los nativos, como también esos poblados indígenas en las montañas situados entre Perú y Ecuador. La forma de vivirlo ha sido muy diferente porque no puedo dar esos datos. He intentado mostrar un viaje iniciático en el cual aparece una raza, a cuyos integrantes los conocen como "los ancianos", que nos está apoyando y cohabita en una zona intraterrena; nativos de la zona peruana y de otros puntos que colaboran y que están intercomunicados con aquéllos, y otras personas que también lo hacen. Me di cuenta de que las personas que contactan "los ancianos" son puras de corazón, nobles, sencillas, que no buscan ni poder ni riqueza, son felices con lo que tienen, en contacto con la naturaleza, y que aman a sus semejantes.
-Habíamos ya mencionado el tema del esfenoides. ¿Encontramos otro mensaje destacado en el tercer libro?
-Lo parte más importante. Cuando el emisario habla del espacio cóncavo - convexo del universo conocido, creado para que sea eterno, dice también que nuestro cerebro ha sido elaborado a imagen y semejanza de este universo. Nuestro proyecto de vida es llegar a ser eternos en el planeta, y por eso lo estamos haciendo habitable. ¿Cómo? Con estas mutaciones que sufre nuestro cerebro llegaremos a una situación paralela a lo que es el universo, es decir el objetivo final es que nuestro cerebro adquiera también esa forma cóncavo - convexa y se está desarrollando a través del esfenoides, que va adquiriendo esa forma. Al modificarse el sistema operativo cerebral se autogenerará la energía que lo moviliza y que hace que tenga vida el cuerpo físico. Hay una relación directa entre el esfenoides, el universo y el espacio cóncavo - convexo. Es un macrocosmos dentro de un microcosmos, todo hecho a imagen y semejanza, con un principio y una finalidad concreta.
-Aquí tocamos el tema de la reencarnación, para quienes creen en ella.
-Nosotros, los arcanos blancos, somos los creadores de este proyecto y otras razas están ayudando y en el momento del gran cambio, marcharán. La reencarnación no hará falta y habremos adquirido la inmortalidad. Podremos quedarnos aquí o ir a otro lugar. Nuestra raza, según el emisario, es muy evolucionada y no solamente tenemos este lugar para vivir, sino otros varios. La forma de vida será diferente a la que nos imaginamos. Son informaciones muy proféticas.
-¿Quién eres y qué estás haciendo?
-Me lo he preguntado muchas veces. Siento que soy una partícula más de un universo que desconocemos, que forma parte de un todo, y mi colaboración es muy insignificante, como la de todos, pero entre todos llevamos a cabo un proyecto. No soy una iluminada, no tengo la respuesta a nada, pongo en duda absolutamente todo lo que recibo, tomé la decisión de llevar este proyecto precisamente para llegar hasta el final, si es posible, y tener respuestas a tantos interrogantes como los que me hago diariamente. Si consigo desbrozar alguna hipótesis y tener alguna respuesta, habrá valido la pena, pero lo tomo con mucho respeto y desde un punto de investigación y no doy nada por válido porque no lo sé.
-Define quién o qué es el emisario, de quién se trata.
-A lo largo de estos años nos comunicamos de una forma muy fluida. Es como si fuera un colega de fatigas, un compañero de empresa. Incluso, a veces, cuando me transmite un mensaje que no entiendo, dice "no estás entendiendo nada, haz el favor de parar, leer todo lo que te he dicho y cuando lo hayas entendido, volveremos a conectar porque entonces entenderás". Así es la comunicación. Hago preguntas para aclarar cuestiones y él lo hace, y muchas veces comenta que no está bien hecha la pregunta. Intenta acercarse a mis capacidades para que yo reciba correctamente la información. Es un colega que tengo al otro lado, según él, de la misma raza, y me advierte que yo tengo esa información, que no recuerdo porque venimos sin memoria. Resulta ser muy coloquial.
-Seré el abogado del diablo: ¿y tú te lo crees?
-No, tengo muchas dudas cada día. Precisamente me dice "tú fuiste seleccionada y tú elegiste este trabajo porque tienes una mente científica y dudas siempre. Tienes que seguir con la duda". Siempre sugiere que todos los que estamos en el planeta dudemos de él y de todos los emisarios que emitan mensajes. "No creas nada de lo que te diga, ponlo en duda e investiga. Tenéis que contrastar datos e investigar", es su consejo.
-¿Hay algo de lo que recibes como información que te cuesta aceptar?
-Los contenidos para mí son como ciencia ficción, no sé si serán verdad. Veo más cerca de la comprensión y posible hipótesis a valorar el tema evolutivo del cerebro. Desde muy pequeña he tenido gran curiosidad por el cerebro, incluso en la universidad. Soy artista, mi mundo es el arte, sin embargo siempre me he decantado por estudiar el cerebro creativo, investigar los hemisferios cerebrales, por qué unas personas tienen cualidades creativas más que otras. La mayoría no desarrolla sus capacidades cerebrales y se sabe que nuestro cerebro, si no lo usamos, envejece. Nuestro cerebro está por explorar, es un potente ordenador del que sólo utilizamos el Word para escribir. Le doy un poco de credibilidad a que ahora tengamos un gran cambio. Las hipótesis del emisario podrían ser ciertas o el inicio de un trabajo de investigación. En cuanto al tema de astrofísica, no sabemos, evolucionamos muy lentamente para tener respuestas, pero podríamos indagar esas hipótesis.
-Para ti, ¿qué tiempo estamos viviendo?
-En un tiempo que nos permite tener sentido común, apartar todo lo que nos puede interferir, situaciones que damos por válidas, tenemos que buscar otras respuestas. Personalmente creo que la estructura que poseemos ahora a nivel de comprensión es muy contradictoria con lo que tendría que ser. Utilizamos más el hemisferio izquierdo que el derecho, y me preocupa. Si tuviéramos una apertura hacia muchas cosas tal vez barajaríamos otras hipótesis. Nos encontramos en el punto de inflexión en que puede decantarse hacia una situación de que todo es posible o cerrarnos a posibilidades, con lo cual estaríamos en un proceso de involución. La ciencia avanza con el cerebro izquierdo, cuando es un tiempo de tomar conciencia desde otro punto de vista. Nuestra civilización está en crisis, todo lo está. No nos sirve el sistema político, económico, los apoyos religiosos... Todo se desmonta, es el momento de pararnos y abrir otras puertas, una posibilidad para investigar, porque hasta ahora tenemos respuestas limitadas.
-¿Tenemos libre albedrío?
-Claro, algunas teorías afirman que la historia se repite cíclicamente, que no somos capaces de aprender de los errores que hemos cometido. Ahora es el momento de darnos cuenta de ello para no caer en lo mismo.
-Si esto "ya pasó", ¿cómo termina esta historia?
-Es la pregunta más importante de todas, y es lo que no entiendo. El emisario dice que todo está hecho y todo está por hacer, que todo es un ensayo...
-¿Habrá otros libros?
-Sí, estoy ahora finalizando el cuarto, referido a la auténtica identidad y misión del llamado Jesús de Nararet, el proyecto de vida y los suplentes que vinieron para el proyecto. El emisario cuenta que era un arcano blanco como nosotros, que vino a explicar el proyecto pero no fue entendido. Tal vez desvele muchos misterios que la iglesia católica y otras no dieron respuesta.